Beverly chilló por tercera vez mientras el chico finalizaba su relato. Lo sacudió por los hombros con entusiasmo. Cualquiera que la hubiese visto en ese momento seguramente habría pensado que había ganado la lotería o algo parecido.
— ¡Mierda! ¡Eso es tan romántico! ¿Quieres volver a contármelo? Al menos desde la parte del beso —una gran sonrisa se formó en su rostro. Richie rodó los ojos con diversión.
— Bev, ya te lo conté dos veces —un cigarrillo colgaba de su labio mientras lo movía con insistencia. No le daba caladas, simplemente jugaba con él.
— No omitiste ningún detalle, ¿verdad? —arqueó una ceja hacia él. Tomó el cigarrillo de los labios del chico y se los llevó a los suyos. Ella sí le dio una calada, luego soltó el humo.
— Bueno, quizás omití la parte donde le metí la mano en el...
— ¡De acuerdo! ¡Cállate! Ya no quiero escuchar tantos detalles —le interrumpió asqueada mientras Richie estallaba en carcajadas, ella también iba a comenzar a reír, pero entonces lo miró de forma seria—. Espera, ¿eso en serio pasó?
— ¿De verdad me estás preguntando algo como eso? Por Dios, si hubiese pasado probablemente yo no hubiera resistido y ya habría muerto por un ataque cardíaco o alguna mierda así.
Esa mañana Richie Tozier amaneció en su cama nuevamente solo. No le preocupó, sabía que en las pijamadas Eddie siempre era el que primero y más temprano se iba, ese era el trato que tenía con su madre para poder salir. Tenía que volver a más tardar las ocho de la mañana si no quería que ella lo castigara y no pudiera salir nunca más. Aún así Richie no pudo evitar sentir un vacío en él al notar la ausencia del chico.
Otra condición para poder salir que tenía Eddie es que vaya Bill Denbrough. Su madre lo amaba. Solamente bastaba con que él le dijera "irá Bill" para que ella aceptara. Richie admitía sentirse un poco celoso, pero la madre de Eddie tenía sus razones para amar a Bill y prácticamente detestarlo a él. Lo comprendía a la perfección.
Richie soltó una risa al pensar en que a penas Eddie llegara a su casa la madre estaría esperándolo para tocarle la frente y verificar si no tenía fiebre o se había enfermado durante la noche. Supo entonces que el castaño, al contestar los interrogatorios de su madre, probablemente estaría pensando en el beso que compartieron esa noche, quizás preguntándose si Richie le había transmitido algún tipo de enfermedad por medio de la saliva. Pero por supuesto que eso no se lo diría a Sonia Kaspbrak.
Richie y Beverly estaban sentados a un borde de la cantera. Habían estado arrojando piedras un rato, luego se dedicaron a nadar para quitarse un poco el calor, hasta que Richie finalmente decidió contarle a su amiga lo que había ocurrido con Eddie luego de tantas insistencias por parte de ella. Su corazón latía frenéticamente con tan solo recordarlo. Aún podía sentir sus labios y el suave toque de su mano.
— Anoche entré al cuarto luego de llamar unas cuantas veces a la puerta y que ninguno responda. Tenía miedo de abrir y encontrarme con una escena que a mis ojos no le interesaba ver en lo absoluto —dijo, sosteniendo el cigarrillo que compartía con Richie entre sus dedos. El azabache soltó una carcajada—. Los vi a ambos durmiendo. No puedo explicar lo tiernos que se veían, en serio. Me daban ganas de sacarles una foto y enmarcarla —habló con entusiasmo.
Richie le quitó el cigarrillo y se lo llevó a sus labios, le dio una rápida calada antes de devolvérselo a Beverly. Se ajustó las gafas mientras mordía su labio inferior con nerviosismo. Dio unos pequeños golpes con su mano en la pierna antes de girarse a la chica.
— ¿A qué hora vienen los chicos? —preguntó por, probablemente, cuarta vez. Ella se limitó a soltar una risa antes de responder.
— Mierda. En serio estás nervioso, Richie —volvió a reír. Richie se preguntó cómo es que no había caído a sus pies antes ese sonido al igual que Ben y Bill. Entonces en algún rincón de su mente retumbó la risa de Eddie, y recordó la razón—. Deben estar por llegar, no te preocupes —liberó el humo para luego darle una mirada al azabache. Se veía nervioso, preocupado, pero pudo notar una pizca de emoción en su rostro—. Tranquilo —dijo, llamando su atención luego de que su vista se haya perdido nuevamente en el paisaje frente a él—. Todo estará bien. Lo hablarán, se declararán, se harán novios, luego irán juntos a la universidad, y finalmente a la edad de treinta años se casarán, formarán una familia y vivirán felices para siempre. Créeme —le guiñó un ojo antes de apagar el cigarrillo y tirarlo lejos de donde estaban sentados.
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dirty little secret ;; reddie
Fanfic❝- Los secretos siempre salen a la luz, ¿Verdad Richie?❞ Se prohíbe cualquier tipo de copia y/o distribución de la obra.