dirty little secret ;; reddie

c h a l l e n g e

  Sus pasos eran temblorosos e inseguros. Los nervios habían provocado que comenzara a sudar, por lo que sus lentes se deslizaban por su tabique y él los volvía a subir con insistencia.
Detuvo sus pasos frente a la entrada de aquel lugar, escuchando risas y murmullos provenientes de ahí. Reconoció las voces de sus amigos en menos de un segundo. Pero una en especial fue suficiente para que su corazón golpeara contra su pecho mucho más rápido que segundos antes. El chico que ocupaba sus pensamientos se encontraba gritando sobre una enfermedad, la cual Richie desconocía.
De pronto se encontraba ansioso, feliz, nervioso y a la vez triste. Quería ver a Eddie, eso era un hecho, pero no estaba seguro de tener la suficiente valentía como para poder mirarlo a los ojos y no largarse a llorar nuevamente como un marica. ¿Entonces simplemente debía actuar como si nada hubiese sucedido? ¿Como si no hubiese estado llorando durante todas estas últimas noches? Aunque el actuar como si nada fuese su especialidad, sentía que esta situación podía con él.

  Tomó una bocanada de aire, acomodó una última vez sus gafas, y comenzó a bajar las escaleras. Su pie se resbaló una vez, provocando que esté a punto de caer. Los nervios siempre le jugaban una muy mala pasada, tanto que incluso tenía miedo de hacer el ridículo frente a Eddie.

  — Hey, perdedores. ¿Me extrañaron?—fue lo primero que pronunció cuando sus pies finalmente tocaron el piso.

  Divisó a Beverly sentada sobre el regazo de Bill, mientras ambos charlaban con Stan. Mike ayudaba a Ben con los últimos detalles que faltaban para que el lugar quede perfecto. Mientras que Eddie estaba sentado en la hamaca, acotando algunas cosas a ambas conversaciones que habían en el lugar. Su sonrisa al ver a éste último fue inevitable.

  Todos observaron a Richie con sorpresa y notable alegría. No querían admitirlo, pero habían extrañado sus desagradables comentarios.

  — ¡Richie! —sonrió Bill con alegría— ¿T-te sientes mejor?

  — Oh, por supuesto que sí —conectó miradas con Eddie, quien mantenía una enorme sonrisa desde que vio a Richie bajar por las escaleras. Al darse cuenta que Tozier notó la forma en que lo miraba, inmediatamente un sonrojo en su rostro se hizo presente—. Me siento extremadamente mejor. Eddie, dile gracias a tu madre por lo de anoche, eso terminó de curarme por completo.

  El azabache saludó a cada uno de los perdedores. Beverly le dio un rápido abrazo, que para los demás era en forma de saludo, pero en realidad estaba brindándole su apoyo. Le susurró un "estoy orgullosa de ti" para luego sonreírle, y sacándole una sonrisa a Richie también. Estaba nervioso. Era más que consciente sobre lo que había hablado con su amiga la noche anterior y que ese día lo llevaría a cabo, pero era mentir si dijera que no se sentía como si estuviese a punto de mearse en sus pantalones.

  — Richie, acabas de llegar. ¿Puedes dejar los chistes sobre mi mamá de lado por un segundo? —habló el hipocondríaco, intentando romper el momento que acababa de presenciar.

  — Lo siento Eds, tu mamá es caliente —se giró hacia él.

  — ¿Qué debo hacer para que te vuelvas a enfermar? —habló Stan con tono de diversión.

  Stan estuvo a punto de tener el impulso de preguntarle a Richie la verdadera razón por la cual no se había juntado con ellos durante casi dos semanas, pero se contuvo. No quería ponerle presión, pues estaba claro que algo escondía, pero probablemente es algo que no quería compartir con los demás. Se resignó a fingir que había creído su mentira sobre la enfermedad que mataba a los judíos de manera más rápida y dolorosa. Probablemente cuando estuvieran solos se tomaría el tiempo de hacerle algunas preguntas y así averiguar qué le sucedía.

  — Aunque no lo admitas, Stan the man, sé que me haz extrañado más que todos aquí.

  Eddie le dirigió una rápida mirada a Stan y luego corrió la vista. El de rulos logró captar esto. Quiso ayudarlo pero, ¿cómo ayudas a un amigo para que se acercara al chico que le gusta? Jamás había estado en una situación parecida. Pero él le había prometido a Eddie que le ayudaría, aunque la verdad, no tenía ni la mínima idea de cómo.
Finalmente iba a intentar decir algo que él pensaba ayudaría a Eddie, pero Richie volvió a hablar, dirigiéndose al anteriormente nombrado.