PROMETO

Capitulo 24: Locuras peligrosas- Parte A

- ¡Noche de chicas! ¡Wooouuuh!- Gritamos con mis amigas en "The red Apple", el club bailable más caro de la ciudad. Katy y Avril decidieron sacarme de mi casa un poco ya que me veían demacrada y pensé "¿Por qué no?"

Fuimos a ese lugar ya que hacia mucho no íbamos y nos gustaba. Feli también nos acompañaba pero hacia rato ya "le estaba sacando brillo a la pista", al menos eso dijo él después de varios chupitos de tequila.

- ¡Antes de ir a la pista vamos al baño!- Grite sobre la música que solo sonaba como un ¡Bum, bum! En mis oídos. Llegamos al baño que comparado con el lugar, el cual estaba rodeado de luces dicroicas y de neón con una gran bola de espejos y un piso blanco que tenia más luces de colores que prendían y apagaban al ritmo de la música. Esté era tranquilo y muy blanco. Me mire en el espejo, llevaba puesto un ajustadísimo vestido blanco corto con zapatos bastante altos, maquillada casi al extremo para mi gusto con sombra negra y delineador del mismo color, pestañas risadas y mis labios bien rojos. (Y si. Era el mismo labial que use con Alex).

No me sentía yo para nada, ni en lo más mínimo. Ah si. Lo olvidé. Y mi cabello, salvajemente tirado para un costado y algo alborotado con unos suaves risos despeinados que mis amigas habían hecho con la buclera. Gracias esas inquisidoras, parecía salida de una película que seguramente pasarían después de las 12 de la noche en un canal de cable. Avril se paró a mi lado y la morena de ojos claro, llevaba un vestido negro casi a la misma altura que el que yo tenia pero obviamente dos talles menos que el mío y siendo sincera no me sentía tan mal con mi cuerpo, porque el vestido me quedaba esplendido, no pensé así hasta que mi amiga se puso dos corpiños con relleno para aparentar tener más pechos, yo llevaba uno solo y sin relleno, ni breteles.

Por su parte, Catalina. Llevaba un vestido con lentejuelas grises sobre una tela negra, bando una combinación espectacular y un escote en la espalda muy provocador, su cabello medio cobrizo con algunos reflejos marrones, estaba alisado y enmarcado a su cara y sus ojos color almendra iban casi tan pintados como los míos.

Estábamos para la portada de una revista sin dudas, pero estaba demasiado incomoda, mis amigas insistieron en ponerme "sexy" y algo provocador, para que alguien me invitara un trago o a bailar. Seguramente vestida así no atraería al tipo de chicos que me gustaban pero qué más daba, las intenciones de Katy y Avril eran buenas, casarme del pozo depresivo que estaba hacía casi tres semanas, al igual que mi piyama rosa con lunarcitos blancos y una linda osa en medio.

- Estás bien, Tiara. Vamos a bailar- Protestó Avril

- Si, no tengas miedo, eres súper sexy más de uno te seguirá esta noche- Acotó Katy con un tono divertido y un movimiento de pechos ¿Por qué hizo eso?, pensé. Me mire al espejo por ultima vez, cerré los ojos y suspire ¡Tu puedes Tiara, no es para tanto es solo una noche ahí debajo de todo ese maquillaje y ese ajustado vestido estás tú!, una voz interna me animaba, aunque ponía las mejor de mis voluntades no estaba de animo para bailes y tragos pero tenia que darle el gusto a mis amigas y conformarlas en que sus esfuerzos por "transformarme" y sacarme de mi casa habían valido la pena. Salimos del baño y nos dirigimos a la pista de baile.

Mientras que el dj hacia una mezcla con la consola con música electrónica, luego algo de Calvin Harris, con sonidos combinados. Bailábamos muy divertidas y buscábamos a Feli entre la multitud, quien un rato después apareció- Mis chicas ¿Cómo la están pasando?- preguntó, no estaba borracho pero digamos que el alcohol ya le estaba haciendo efecto.

- Muy bien ¿ Y tú?- grité

- De maravilla pollita, ven baila conmigo- Mi amigo me tomo de la mano y comenzamos a bailar. Bueno yo, porque él mucho no podía. Pero al menos intentaba seguirme y no llamaba la atención de estar borracho. Sonaba una canción; que no estoy muy segura de cual era pero lo que recuerdo es que Ricky Martin cantaba. Feli tenia las manos en mi cintura y yo en su cuello y nos movíamos al ritmo, hasta que creí ver a alguien muy familiar entre la multitud y solté a Felipe.- Tiara ¿Estás bien? Tu cara, parece que viste un fantasma- Dijo estudiándome con el ceño fruncido.