PROMETO

Capitulo 40: No hay plan

 El 23 de agosto de 1973, ocurrió un robo en un banco llamado Kreditbanken de Norrmalmstorg de la ciudad de Estocolmo, Suecia. El delincuente que inicio el robo fue Jan Erik Olsson, tomando rehenes e incluso reduciendo al personal de seguridad y a dos policías que habían llegado a la escena primeramente. El secuestrador exigía 3 millones de coronas suecas, un vehículo y dos armas.

El gobierno se vio obligado a colaborar y llevo al lugar a Clarck Olofsson, un amigo del malhechor para negociar con él pero rápidamente se alió al plan de su colega. La toma de rehenes duro 5 días y sorpresivamente, una de los rehenes, Kristin Ehnmark, no solo tuvo miedo a una acción policial que terminara en tragedia sino también se oponía a la idea de un rescate. Según declaro, se sentía segura.

Después caóticos días de retención y amenazas del secuestrador, de cuyo lado se puso la propia Kristin, la policía actuó y gaseo a los delincuentes y se rindieron. Ambos reos tuvieron que enfrentar un proceso legal, un tiempo más tarde se retiraron los cargos contra Olofsson, que luego, volvió a delinquir. Jan Olsson, cumplió 10 años de prisión, salió completamente rehabilitado y con una legión de fans.

Durante todo el proceso judicial, los secuestrados se encontraron reticentes a testificar en contra de sus captores. Aún hoy dicen que estaban más asustados por lo que la policía pudiera hacer que por los ladrones que los tuvieron cautivos casi una semana. Tiempo después el criminólogo Nils Bejeron acuño el nombre Síndrome de Estocolmo por los rehenes que sienten algún tipo de identificación con sus captores.

¿Qué tiene que ver eso conmigo?

Hace un mes que Alex está preso, y hace un mes me volví un títere y también parece, un objeto de experimento. Una semana después del juicio, mis padres comenzaron a llevarme a terapia con la doctora Navarro, en su consultorio personal. Luego de unos días de terapia y de hablarme de cosas que realmente yo no comprendía: Qué tenían que ver conmigo. Ella escribió un diagnostico y se lo estrego a mi familia, trataron de ocultarlo de mí pero logre encontrarlo en un rincón muy remoto en el armario de mi madre. Era un sobre color manila con mi nombre y dentro una hoja de computadora decía algo así:

Tiara Blendi, padece un síndromes, poco común en estos casos pero no extraño. Llamado Síndrome de Estocolmo, donde la victima desarrolla un sentimiento particular sobre su secuestrador.

No existe medicina que pueda curar este síndrome, ya que es algo pura y netamente psicológico pero la terapia ayudará a que la paciente vuelva a recobrar su vida normal y le ayude a entender que su captor no quiso "protegerla" como ella cree, sino que le ha generado un daño.

Dicha terapia tendrá un periodo de seis meses, dos veces a la semana (a combinar) y la sesión durará 1 hora.

Dra. Mercedes Navarro.

Mat. 32.058.804

- ¿Cómo estás hoy, Tiara?- pregunta Navarro. Es Martes y son las 10 am, me encuentro sentada en el sillón más grande que tiene la doctora en su oficina y ella en frente de mí separadas por una mesa ratona de algarrobo bien lustrada, sobre ésta hay uno de esos adornos con cuatro bolitas y solo se golpean la de los costados y por alguna razón mi mirada se encuentra prendida en el pequeño juego como si quisiera develar el misterio de saber como es que las bolitas pueden moverse si es que entre ellas no se tocan.

- Bien- respondo, la miro y mi mirada vuelve al juego.

- ¿Hay algo de lo que quisieras hablar hoy?- insiste. A ver, pienso que ella seguramente tiene muchísimos más problemas que los míos y le importa un real cuerno lo que a mí me pasa y seguramente, encontró está rara patología en internet, le envió la cartita a mis padres haciéndoles creer que podrá "ayudarme" a superar ese "síndrome" (que no tengo) solo para sacarles 350 dólares dos veces a la semana durante seis meses y como ya se sabe no dejaré de amar a Alex después de está "terapia", yo seguiré igual y ella habrá ganado 16.800 dólares al terminar los seis meses.