Capítulo 24 - Volverte a ver

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Hola, No me comunico mucho por aquí pero ya que la mayoría no me sigue, no le vi el caso a publicarlo en mi muro.

Bien, me estoy alargando jaja

El hecho es que ya son 5k lecturas, y quería agradecercelos, abandoné esta historia pero les prometo que no pararé hasta que termine. Quizás algunos días no escriba o no actualice pero se los compensare.

Y bueno ya que llegamos a las 5k me pareció buena idea adelantar el capitulo que tenia pensado subir mañana y mañana también habrá capítulo ❤❤

Gracias por leer, me llena el corazoncito ver cada lectura y voto que me dejan, gracias por los comentarios y por darse tiempo para leer algo de esta alocada cabeza.

Somos poquitos, una familia chiquita que va creciendo. Gracias. De verdad.

Y sin mas rodeos, Camila.














Camila.

No fui al funeral de Erick, por miedo, quizas por vergüenza. La verdad no lo sé.

Fui a visitar su tumba un par de veces, pero no me quedaba mucho tiempo debido a las amenazantes ganas de llorar.

Ra: Camila ¿estas bien? — Raúl me había alcanzado en la biblioteca

-Si y ¿tú?

Ra: No te vi en el funeral.

-Lo sé... Yo.. Lo lamento...

Ra: No, no te preocupes, no te perdiste de nada.

-¿Fue mucha gente?

Ra: La verdad no, quizas un par de compañeros de clase y algunos familiares.

Mire a mi amigo algo triste, me sentí terrible y él lo noto, se acercó y me rodeó con el brazo.

Ra: Se que no es buen momento, pero quería recordarte que el viaje a cancun es en una semana.

Había olvidado por completo el viaje, iba a declinar ante la oferta, cuando él me interrumpió si quiera antes de empezar.

Ra: Ni siquiera pienses en no ir, lps boletos de avión ya están listos.

-No es eso, es que yo...

Ra: Yo sé que estas pasando por momentos fuertes, pero creeme, te hará bien salir con nosotros.

Suspire y mire a mi amigo, su cálida piel trigueña y cabello rizo hacían una mezcla armoniosa.

-Esta bien — solté sin ganas de discutir.

Villamil.

La pelirroja se acercaba a paso rápido, casi no había cambiado, cabello hasta los hombros, tez pálida y ojos café claros.

-Sabandija — dije apenas nos acercamos y la abrace.

Fe: Salamandra — dijo ella estirando su brazo y revolviendo mi cabello con su mano.

-¿Entonces? Me contaras los detalles ¿Cuanto tiempo te quedaras?

Fe: la verdad no lo sé, el trabajo es inestable por lo que no se si sera una semana o un año. Ya sabes vida de periodistas.

Reí ante la ironía con la que hablaba y camine con ella.

-¿Un helado?

Fe: Por supuesto.

Fuimos a una heladería algo conocida. Ella pidió un ron pasas y yo pedí un oreo.

Fe: Bueno. Cuentame ¿Qué tal Los Ángeles?

Una vez más ≈ Morat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora