1/4
Camila.
Beck ya se había marchado y Raúl estaba desempacando sus cosas en mi casa, mientras me preguntaba ¿por qué tenía amigos tan buenos en mi vida?
Ra: Creo que ya está todo.
-Oye Ra.
Ra: Dime princesa.
-¿Crees que pueda volver a clases?
Ra: Por supuesto — tome sus manos y nos sentamos en mi cama — hablé con los maestros, les dije que pasabas por una calamidad doméstica y ellos dijeron que podías volver cuando quisieras debido a tus excelentes notas.
-Gracias Raúl ¿Que hice para merecerte?
Ra: El día en el que me presente tú y Beck fueros las únicas que no se burlaron de mí.
-No había razón para hacerlo.
Ra: Quizás ese día si exagere un poco con mi vestimenta, pero definitivamente no merecía burlas.
-El movimiento jamás será motivo de burla.
Ra: Gracias preciosa, por cierto, no estaría bien que te hicieras una ecografía, para saber cómo va todo ¿no?
-No lo sé Raúl, no me siento lista.
Ra: Ok, avísame cuando lo estés.
-Gracias — lo abrace y me devolvió el abrazo con el mismo cariño, extrañaba horrores a Beck, pero sabía que Raúl cuidaría bien de mí.
Simón
Pasaron tres días desde mi inusual declaración y su huida de mí, fue tan repentino que cuando la busque, ya no la encontré por ninguna parte.
Le envíe mensajes y la llame, pero su número me salía deshabilitado.
Intente por última vez y esta vez contesto.
Be: ¿Simón?
-Yo-o, lo lamento — titubee — no quería asustarte, podrías olvidar lo que te dije.
Be: ¿Podemos vernos?
-Si claro.
Be: Bien.
Me dio una dirección, sin pensarlo pedí un uber y fui hasta ahí, me encontré con un edificio antiguo pero muy bien cuidado, le avise por mensaje de texto que había llegado y ella bajo.
Be: Hola.
-Hola
Be: Yo lo lamento por haberme ido así, surgieron de verdad un par de problemas por lo que tuve que irme.
-Está bien, yo entiendo.
Be: Con respecto a lo otro yo...
-Olvídalo — le interrumpí — no es necesario que respondas nada.
Be: Es que — se veía nerviosa — a mí también me gustas Simón...
El tiempo se detuvo, lo hizo porque empecé a sonreír y mirarla, ella era todo lo que quería, todo lo que necesitaba.
Be: Pero — entonces caí— No puedo corresponderte, al menos no por ahora, tengo muchas cosas por resolver y aclarar, no quiero confundirme o hacerte daño en el proceso, si tú quieres esperar... Eso estaría bien, pero de igual forma si conoces a alguien, aunque duela, no me interpondré.
-Lo haré, te esperare lo que tenga que esperar, no quiero perderte, sé que tal vez suene loco, pero siento que eres lo único que necesito.
Tenía su cabeza gacha, de repente giro a su izquierda, también lo hice y vi a una señora junto a un joven acercarse a nosotros sonriendo.
-Hija, no sabía que ya habías vuelto ¿cómo está todo?
Be: Bien mamá — la abrazó — Hablamos luego de eso ¿sí?, Hola Matías — saludo al chico quien le dio un beso en la mejilla.
MB: Traje a Matías a cenar, le dije que hoy volvías y quería verte.
Mt: Realmente tuve que insistir, tu mamá es testaruda, ya sé de dónde lo sacaste
Beck lo miraba como yo quería que me vea a mí, no era amor lo que veía en sus ojos, era confianza y paz, sentí envidia de eso, de él.
Be: perdón, olvide presentarlos — tomó mi brazo — mamá, Matías, él es Simón.
MB: Mucho gusto joven — saludo la señora.
-El gusto es mío — dije estrechando su mano de forma cordial.
Mt: Hola — dirigió a mi sin nada más, solo sonreí en respuesta.
MB: Bueno hija, voy a cocinar, me adelanto — dijo la señora adentrándose en el edificio — Un gusto conocerte Simón, si quieres también puedes quedarte a cenar.
-Oh muchas gracias señora, no quiero ser grosero pero ya tengo planes para la noche — en realidad no los tenía.
MB: Es una lástima, pero quedas invitado para cualquier otro día.
-Gracias, tomare su palabra — Sonreí y se alejó de nosotros tres.
Be: ¿Cómo ha estado?
Mt: Bien, algo preocupado por que no respondiste nada cuando te fuiste a L.A.
Beck lo miró desaprobatoriamente y él entendió, escondiendo el rostro.
-¿Todo está bien? ¿Volviste a L.A.?
Be: Tuve que resolver algo de la universidad — se excusó — bien Simón, te parece si hablamos otro día, debo ayudar a mamá.
-Está bien — me encogí de hombros — avísame cualquier cosa ¿Si?
Be: Así será — se acercó para abrazarme — gracias — susurro en mi oído y depósito un beso en mi mejilla — Te llamaré.
-Eso espero — dije, girándome sin despedirme del chico.
El chico me daba mala espina, pero luego de la declaración de Beck me tranquilice, sin embargo por como él la veía supe que no debía confiarme.
Camino a casa me puse a pensar en Los Ángeles y lo que sucedía realmente ahí, una vez llegue al estudio vi a Isaza y empecé a hablar con él.
- ¿Y has sabido algo de Camila?
Isa: La verdad no, desde su último mensaje nada.
Yo ya le había contado que había vuelto a ver a Beck, que ella estaba en México y que estaba decidido a enamorarla.
-Beck se fue a Los Ángeles el tiempo que desapareció.
Isa: Te dijo algo de Camila.
-No realmente, pero tenía una actitud sospechosa.
Isa: ¿Debería ir?
-Ya que cancelaron las últimas entrevistas tienes 2 días, sin consigues un vuelo yo te cubriré con Pedro.
Isa: Gracias — sonó sincero — Quiero buscarla, si voy con Beck es seguro que traten de evitarme.
-Sí, es lo más seguro, suerte amigo.
Beck
-No podías mencionar mi viaje en frente de él.
Mt: ¿Y por qué no? ¿Es algo tuyo?
-No — negué de inmediato — es decir, no sé... El punto es que no quería que él lo supiera.
Mt: lo siento.
No le había dicho ni a mamá ni a Matías la verdadera razón de mi viaje, dije que tenía que resolver asuntos de universidad.
-Ya no importa.
Mt: Si importa, metí la pata, soy un tarado, lo siento — su sinceridad me saco de mis pensamientos.
-Ya no lo sientas y subamos rápido, mamá se molestará si no vamos.
Mt: Tu mamá me cae mejor que tú.
-No te vayas a convertir en mi padrastro por favor — me burlé.
Mt: No podría, la señora Magdalena me cae bien, pero a mí la que me interesa es su hija.
ESTÁS LEYENDO
Una vez más ≈ Morat.
FanficUn día normal en la vida de dos chicas y una banda. Una borrachera que los unirá y volverá amigos. Amores prohibidos, equivocados y correspondidos. ¿Habrá un final feliz?