PUNTO DE VISTA DE
Regresar a la base después de la muerte de Julián fue duro. Se sentía en el aire el dolor de la perdida y nos asfixiaba suavemente, en secreto. Continuamos con el trabajo sin volver a hablar de ello, pero sin nunca olvidar lo ocurrido.
La banda iba cada vez mejor desde que nos habíamos aliado con los Hills y con los Hans. Ya dominábamos en el mercado de Mexico y sería solo cuestión de tiempo para que nos expandiéramos a toda América. La integración de Christian a la banda también había ayudado mucho aunque fuese reciente. Christian tenía experiencia en esto y manejaba las misiones que se le encargaban a la perfección, aunque seguía preocupado de que fuese tan joven. No aprobaba para nada que haya llevado a Amanda a la carreras, y no porque me molestase que estuviese con ella ni nada parecido, pero simplemente porque ni los padres de Amanda, ni los Hans, ni nosotros, queríamos que Amanda, Aris y Zarah estuviesen al tanto de lo que realmente ocurría. Pera ya era tarde, y Amanda debía haberse enterado.
Cuando vi entrar a Christian al lugar, le pedí que me acompañase a mi oficina, y une vez allá, le pedí que tomase asiento. Era un buen chico y sabía que era leal, por lo que me sentí en deber de advertirle sobre un par de cosas siendo el jefe de la banda.
Me senté en mi asiento detrás del escritorio de cristal y esperé unos segundos antes de empezar a hablar.
-Cómo está tu madre?- le pregunté con interés. La señora Owen era una mujer muy amable a pesar de su enfermedad y le tenía gran afecto. Nunca había conocido a su padre, el señor Owen, pero había investigado lo suficiente sobre él para saber que era un desgraciado.
-Mejor- respondió como siempre. Sus respuestas siempre eran las mismas.
-Quería hablarte de Amanda- le dije yendo directamente al grano. Nunca me habían gustado los rodeos.
-No hay mucho de que hablar- respondió, y pude ver que el tema le era sensible.
-Me parece bien si tú y Amanda son amigos o incluso algo más, pero...-
-No somos nada- respondió rápidamente a lo que yo solo suspiré.
-El caso es que los padres de Amanda han hecho un gran esfuerzo por mantenerla lejos de todo esto, y lo mejor es que se quedé así.- dije con una mirada entendida.
-Amanda no sabe nada- me aseguró.
- Aris y Zarah, a los cuales ya conoces, deben también permanecer lejos- le aclaré.
-Aris? Qué tiene Aris que ver en esto?- preguntó curioso.
-Sus padres trabajan también con nosotros- dije sin dar detalles. Vi que mi respuesta le había sorprendido, pero no dijo nada. -Tienes que tener cuidado Christian. En este mundo hay muchos enemigos, y Amanda podría convertirse en una manera fácil de llegar a ti-
-No permitiría que nada nunca le pasara- me dijo indignado porque pudiese tan solo pasar por mi mente aquella idea.
-Eso no siempre depende de ti- le respondí pensando en mi propia experiencia, en todas las veces que había puesto a Ziel en peligro para poder estar juntos.
-De todos modos, Amanda no volverá a acercarse a mí- me aseguró con amargura aunque yo estaba casi seguro, de que la historia de aquellos dos no terminaría tan pronto.
PUNTO DE VISTA DE
Los días que siguieron pasaron lentamente, como si necesitase algo para darles velocidad, y sabía que ese algo, era en realidad alguien.Me había pasado toda la semana terminando el retrato que había hecho mientras miles de preguntas estallaban en mi mente. Había tanto que desconocía. También tenía mucha curiosidad por Ziel y Liam después que mi visión de ellos había cambiado completamente. Pero sabía que no debía hablar de ello. La discreción era siempre el secreto para ser amiga de todo el mundo, y eso lo sabía a la perfección.
El concurso de pintura se acercaba a gran paso y aunque intentaba terminar uno que otro dibujo, mi mente divagaba y siempre llegaba a aquellos ojos azules. Me preguntaba que estaría haciendo o que estaría pensando. Pensar en Christian se había convertido en mi nueva actividad favorita.
Al final de la semana, después de la reunión del club arte, me dispuse a volver a casa directamente. Estaba de mal humor.
Mi descontento aumento cuando al llegar a casa me dieron ganas de continuar con la pintura de Christian que se encontraba en mi cuaderno, pero me di cuenta de que había olvidado mi cuaderno en la universidad, y me subí a mi auto de mala manera para dirigirme otra vez al infierno que por suerte no estaba tan lejos.
De camino pase frente a su casa y me regañé mentalmente por seguir pensando en él, pero no podía evitarlo. Todo estaba mal desde que había conocido a Christian.
Entré corriendo a la universidad casi desierta una vez parqueé mi auto y fui directamente a la sala donde se reunía el club de artes. Estaba segura de haberlo olvidado allí. Di un par de pasos y empecé a buscar por todas partes, pero no estaba. La situación me desesperaba, tenía allí mis mejores dibujos, horas y horas de trabajo. No podía perderlo.
Fue después de casi media hora de búsqueda frenética que lo encontré...destruido en la basura.
Lo saqué sin importarme y vi como las hojas estaban desgarradas. Todo estaba perdido, incluyendo el retrato de Christian que tanto me había gustado pintar. Sentí lentamente como las lágrimas que había intentado retener subían nuevamente, discretas, pero reales. El arte era lo único que me gustaba, lo único que hacia por placer y no porque me lo ordenaran. Pero todo estaba destruido.
Lo metí a la basura otra vez con rabia y salí de allí aún llorando. No me importó que algunos alumnos me vieran en ese estado. No me importó lo que dirían. No importó nada.
Fue cuando subí a mi auto que toda la frustración de los últimos meses cayó sobre mí como un balde de agua y sentí un dolor intenso apoderarse de mi mente. Odiaba mis estudios. Odiaba a mis padres. Odiaba mi vida.
Luego de unos minutos, no pude distinguir si lloraba por Christian o por todo el resto. A él también, lo odiaba. Odiaba cómo me miraba y hacia todo para hacerme perder la cordura. Odiaba cómo lograba hacerme sonreír sin siquiera intentarlo. Odiaba cómo me hacia querer estar con él todo el tiempo.
Me dí entonces cuenta que había sido muy estupida. Cómo es que pude haber confundido lo que sentía por Christian con lo que sentía por Aris?
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Los quiero un mundo Diamantes
DD
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No me olvides #OLVIDADOS#3 (COMPLETA)
Teen FictionAmanda Hills. Hermosa. Inteligente. Adinerada. Simplemente perfecta. O al menos eso pensaban todos. Después de finalmente aceptar que Aris Baner no era el chico para ella, Amanda se esfuerza por mantener las apariencias y seguir con su perfecta v...