PUNTO DE VISTA DE
Disparé 3 veces más intentando distinguir las sombras de nuestros atacantes entre la profunda oscuridad. Sentía como mi corazón latía a millón y por mi sangre corría la adrenalina. No podía perder a nadie. Tenía que hacer que saliésemos de allí todos con vida, pero tampoco podía permitir que se robaran la mercancía.
No tenía idea de quienes diablos eran. A pesar de que habíamos ya notado uno que otro movimiento de bandas menores, era difícil creer que se hubiesen atrevido a atacarnos.
-Christian, avanza conmigo!- le ordené.
Se posicionó a mi lado con su arma en mano y juntos corrimos al otro lado, intentando que las balas no nos tocaran. Aún así, una de ellas me rozó, haciendo que abundante sangre corriese por mi brazo. Hice mi mejor esfuerzo por ignorar el dolor punzante y continuar con mi trabajo. Los disparos que venían hacia nosotros habían disminuido, por lo que suponía que no quedaban muchos vivos.
-Capturen a uno con vida- le dije a mi equipo.
Tendría que averiguar quienes diablos eran estos tipos.
Christian le disparó al último mientras Charlotte y Julián atrapaban al último sobreviviente. Era un hombre mayor que cualquiera de nosotros, de unos 40 años.
-Llévenlo a la base y llamen a Liam- ordené-Tyler y Christian se quedan conmigo para contar la mercancía-
Aunque la luna era lo único que alumbraba el lugar, podía notar la sangre que brillaba en el piso, espesa como el oro liquido. Respire profundamente y abrimos los inmensos contenedores donde los paquetes transparentes del polvo blanco esperaban. Nos pusimos las máscaras para no respirar la sustancia y empezamos con el conteo. Por suerte, todo estaba intacto.
-Estás herida- noto Tyler al ver la inmensa mancha roja que transpasaba de mi ropa.
-Estoy bien- respondí sin darle demasiada importancia.
-Es mucha sangre, si no la tratamos podrías desmayarte- intervino Christian.
Suspiré sabiendo que ambos tenían razón y una vez nos subimos a la camioneta para irnos, mientras Tyler manejaba, Christian curaba mi herida.
Su delicadeza me sorprendía mucho, como si estuviese acostumbrado.
-Lo haces muy bien- le dije, y él tan solo asintió y agradeció el cumplido.
Era un chico algo extraño, muy callado y extremadamente talentoso para este negocio. Liam y yo habíamos investigado muy bien antes de entrarlo a la banda. Sabíamos cada detalle de su vida, pero parecia ocultar tanto en una sencilla mirada.
-Cómo esta tu madre?- le pregunté.
La madre de Christian sufría de cáncer y aunque las quimioterapias estuviesen ayudando, sabíamos que podía empeorar de un momento a otro.
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No me olvides #OLVIDADOS#3 (COMPLETA)
Dla nastolatkówAmanda Hills. Hermosa. Inteligente. Adinerada. Simplemente perfecta. O al menos eso pensaban todos. Después de finalmente aceptar que Aris Baner no era el chico para ella, Amanda se esfuerza por mantener las apariencias y seguir con su perfecta v...