Parte 9: ¿Por qué este acoso?

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9- ¿Por qué este acoso?

**Yhwach**

Gruño salvajemente al sentir la luz del sol dándome en la cara y me giro en la cama notando el dolor de cabeza que tengo. Joder... ¿Cuánto bebí anoche? Tuve cuatro clientes seguidos y con todos bebí unas cuantas cervezas y creo que algo de vino también...uf....

Me incorporo de mal humor haciendo crujir los huesos de mi cuello y me fijo en mi monedero abultado de billetes. Al menos esto compensa los tutes que me doy trabajando, juju, no está mal. Me compraré un traje nuevo con este dinero.

Después de mear salgo al salón con un cigarro entre los labios y al mirar de reojo en la cocina encuentro a Soujun mojando un paño bajo el grifo del agua antes de pasárselo por el cuello y la cara suspirando aliviado. Dios...ni siquiera lleva el uniforme ajustado que le di, aún va en yukata y por lo fruncido que le queda a la altura del trasero, con la tela metiéndosele entre las nalgas, juraría que no lleva nada debajo....

Tampoco lo pienso mucho cuando me acerco a él sigiloso y le agarro las nalgas con fuerza haciendo que se sobresalte tanto que se gira rápidamente soltándome una bofetada.

- ¡Yhwach!!- oigo su jadeo de protesta mientras me lamo la herida que me ha abierto en el labio y le sonrío perversamente inclinándome hacia su rostro enfadado.

-Desde luego tienes los cojones bien puestos. Nadie se atreve a levantarme la mano en esta casa, Soujun-

- ¿Vas a devolverme el golpe? Eres tú el que me ha manoseado- veo un brillo desafiante en sus ojos, pero también algo de miedo. Tengo la sensación de que espera que le golpee y sin embargo solo levanto la mano para acariciarme el bigote pensativo.

-Yo no pego a hombres hermosos. Solo mis hijos reciben mis collejas- eso le sorprende tanto que le veo apretar los labios tan lascivamente que me hace gruñir. Joder ¿es que no se da cuenta lo que me provoca? Tengo una erección matutina gracias a él.

-Yhwach, deberías vestirte...- acaricio su pelo notando su respiración acelerada. Está sudando y parece acalorado, por eso se estaba pasando un paño frío por la piel.

-Siempre ando en calzones por casa. Soujun ¿estás cachondo? -

- ¿Qué...? No, solamente tengo calor, quizás es fiebre-

-Tú no tienes fiebre, se te marcan los pezones bajo esa tela tan fina-

**Soujun**

Maldita sea ¿Por qué justo tengo que tratar con él en este estado? Es cierto que llevo toda la noche dando vueltas y es por mi celo, pero no pensé que se darían cuenta tan pronto. Yhwach sigue siendo peligroso para mí, aunque me debilita saber que no es el mismo cruel hombre del que creí estar enamorado, parece otra persona y no quiero traicionar mis sentimientos. Para mí solo está Starrk. Tengo que ser firme en eso.

Me cruzo los brazos por delante del pecho para que Yhwach deje de mirarme, aunque por su cercanía y el modo en que sigue tocándome el pelo, sé que no va a desistir.

-Si necesitas alivio sabes que puedo complacerte, precioso...-

-No, gracias. Eres mi jefe, Yhwach-

-Te lo haría gratis por ser tú. Cuando pruebes mi polla no querrás otra cosa...- me estremezco al oír su susurro cerca de mi oído, pero consigo apartarle cuando Starrk aparece y nos mira a ambos con el ceño fruncido.

-Viejo ¿Qué le haces? ¿quieres que salga huyendo de esta casa o qué? -

-Vamos Starrk no te metas. Soujun y yo solo hablábamos ¿verdad encanto? – fulmino a Yhwach de una mirada viendo que Starrk me mira fijamente haciéndome sentir culpable. Dioses, no quiero que se piense lo que no es...no puedo permitir que se aparte de nuevo...

"Dioses a medias"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora