"Dioses a medias"

Parte 14: ¿Por qué, hijo?

14- ¿Por qué, hijo?

**Zangetsu**

Pensé...tenerlo todo en mi vida. Siempre me he considerado un hombre capaz de conseguir cualquier cosa que se proponga y creo que al final lo he obtenido. Ese hogar que tanto deseaba, una familia a la que proteger, un omega al que amar...

Resoplo tenuemente mientras me recuesto contra mi cómoda butaca del despacho dentro de mi nueva mansión. No hace mucho que decidí dejar el nuevo circo en manos de mi hermano Starrk, ya que desgraciadamente Renji tuvo que retirarse en cuanto no hace mucho, su esposo, el hermano de mi marido, se quitó la vida en el manicomio. Aún me cuesta conciliar el sueño al recordar los gritos de Sen cuando vio el cadáver de su hermano tapado con una manta. Lo peor fue el rostro de Renji. Sabía que ese hombre jamás se recuperaría. Era el segundo amor que perdía y el tener dos niños pequeños a su cargo, no era una gran esperanza dentro de su eterno dolor. Al menos yo tenía que dar gracias de poder tener a mi marido junto a mis tres hijos, aunque en los últimos años tenemos una lucha constante con nuestro hijo más pequeño, el que lleva el nombre del gemelo de mi esposo, Sakura y el cual ya ha dado síntomas de la enfermedad que padecía su madre. A fin de cuentas, el cuerpo de Sen...sigue siendo el de Sakura...es una maldición de la que no escaparemos nunca...

Me restriego las sienes al oír el estridente ruido de un jarrón rompiéndose seguido de un llanto muy molesto. Después escucho la voz de Sen con bastante tensión seguida de otro llanto más femenino de la boca de una de mis hijas. Esto es a lo que me refería...

- ¡Zangetsu!! ¿puedes hacer el favor de decirle a tu hija que no juegue con el patinete dentro de casa? ¡ya es el quinto jarrón esta semana!!- mi esposo Sen aparece trayendo de sus manos a mi hija Miu y a mi hijo Sakura que sigue llorando descontrolado mientras que mi pequeña Hina mantiene agachada la cabeza y las manos tras su espalda. Es una preciosidad de niña idéntica a su madre y sé que no debería tener favoritismos, pero es mi pequeño ángel y no me gusta verla triste.

- ¿Estás seguro de que ha sido Hina? – Sen jadea ante mi pregunta y noto como su nerviosismo aumenta. Desvío mi mirada hacia Sakura que ha dejado de llorar y está pegado al pantalón de su madre sonriendo entre sollozos. Está más que claro saber quién ha sido. Pero Sen no lo ve.

-Papi, es verdad que yo estaba con el patinete, pero no he roto el jarrón...-

- ¡Mentirosa!! ¡has sido tú!! ¡mentirooosaaaa!!!- no puedo evitar levantarme de golpe de la butaca sobresaltándoles a los tres, pero más a Sakura que palidece al ver cómo le estoy mirando seriamente hasta el límite de hacer que llore de nuevo.

- ¡Zan!!!- Sen le coge en brazos para consolarle y yo me acerco para acariciar la cabeza de Hina pidiéndole con una mirada que se lleve a su hermana a la habitación.

-Te he dicho mil veces que no le mires así ¡le asustas!!-

-¿Acaso tú no asustas a nuestras hijas con esa actitud? Ven perfectamente como excusas a nuestro hijo por todo-

-¿Excusarle? Tiene seis años Zangetsu ¿por qué crees que él siempre es el malo? Parece como si no le quisieras solo por...-

- ¿Por qué es idéntico a su madre? - he escupido eso con tanta rabia que no me he dado cuenta del daño que le he hecho a Sen con mis palabras. Yo no pretendía echarle en cara nada...pero es cierto que nuestro hijo me recuerda muchísimo a Sakura en su fase demencial y me horroriza pensar que vaya a más siendo tan pequeño aún.

-Le prometí a mi hermano que cuidaría de sus hijos pese a todo. Si yo estoy intentando hacer mi papel de "madre", tú que eres su verdadero padre deberías esforzarte más-