Parte 15: ¿Por qué ese pelirrojo?

135 7 30
                                    

15-¿Por qué ese pelirrojo?

**Grimmjow**

Mi sombra de pantera se proyecta en los muros exteriores del parque de atracciones de Karakura mientras camino sigilosamente sin hacer ruido para colarme por un hueco que da a la zona interior. Noto el ambiente gélido y eso hace que mi vello se erice molestamente mientras intento apresurarme para llegar a la carpa donde encuentro al espíritu que liberé, sentado en el suelo en su forma humana, completamente desnudo y mirando el fuego que sale de una estufa, aunque a cierta distancia como si lo odiase o temiese. Aún me cuesta mirarle sin sentir una mezcla de sentimientos revueltos. Odio, rabia, nostalgia, amistad. Pese a cómo terminó todo, no puedo dejarle a su suerte tras haberle liberado de su encierro. Necesito una explicación.

- ¿Me has traído algo de ropa o vas a seguir comiéndome con la mirada? -

- ¡Tsk! como si me hiciera ilusión ver tu polla- le lanzo la ropa viendo su sonrisa maliciosa a la vez que se incorpora para vestirse. Joder, es real. Es idéntico al maldito barbitas, salvo que éste tiene el pelo algo más largo, aunque igual de ondulado, una cicatriz en la pierna y un ojo inútil que sé que tapa con un mechón de pelo, pero su otro ojo, azul celeste brillante, es igual al de su otro yo. La otra mitad de su alma.

-Suéltalo Grimmjow. Estás deseándolo- gruño al sentirme como un libro abierto. Sin duda este Starrk es el auténtico para mí. El que sabe quién soy, el cabrón que me ha pedido ayuda para que le libere. Parece que el encierro le ha cambiado demasiado el carácter. Le noto pedante, arrogante y altivo. Vamos, parecido a mí.

- ¿Qué hacías sellado en una caja? -

-El viejo Kuchiki Ginrei me encerró- jadeo al oír eso. ¿Ginrei-dono le selló? Eso quiere decir...que mi jefe tendría alguna buena razón para hacerlo y yo he metido la pata...

- ¿Eres un perro ahora? Te pega mucho la verdad- Starrk me mira de reojo con un brillo de enfado en su mirada y después resopla mirando hacia la estufa encendida.

-Soujun me quemó vivo. Mi carne se derritió con el fuego y descendí al mismísimo infierno-

-No moriste convertido en cenizas...-

-Es mi propia maldición. Mi castigo fue no encontrar la paz, al igual que Soujun, por eso me he convertido en el demonio que soy. Mi aspecto de perro solo es una fachada, puedo transformarme en cualquier cosa gracias a este nuevo poder. El viejo Ginrei pronto descubrió que mi espíritu seguía vivo, así que no se lo pensó mucho al sellarme al poco de convertirme en un alma errante. He esperado mucho a que mi otra alma perdida renaciera de nuevo como humano-

–Ni siquiera me he dado cuenta de que el barbitas solo es tu alma física, pensé...que eso solo les pasaba a los Kuchiki...- Me quedo pensativo unos segundos antes de seguir hablando. –Ginrei-dono no quería que te acercaras de nuevo a Soujun...por si te vengabas de él...-

-Hace siglos estaba muy resentido con él por matarme, pero he tenido muchos años para reflexionar. Gracias a ti, podré recuperar a mi Soujun-

- ¿Tu Soujun? Él ahora es un ser completo y está muy enchochado con tu parte humana-

-Devoraré mi otra mitad y me convertiré en un dios entero. Dejaré de ser un demonio- frunzo el ceño al ver lo decidido que está. Éste no va a pensárselo dos veces, va directo a por Soujun. Pero él no sabe nada...joder, si hasta han tenido un huevo ya... ¿Qué voy a hacer?

-Mira, no me importa si te unes a tu otro estúpido yo, a fin de cuentas, es un humano ignorante que no sabe apreciar lo que tiene-

- ¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué le ha hecho a Soujun? -

"Dioses a medias"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora