capítulo cuatro.

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Ninguno de los dos había hablado sobre la situación que ocurrió en la ducha el domingo. No se atrevían a tocar el tema. Uno, porque Shawn pensaba que tal vez Nick no respondería nada al respecto, y viceversa. Dos, no debió pasar.

Pero, el menor no culpaba a su hermano, y éste tampoco lo culpaba. Aunque sí había dicho que no tenía la culpa de que Shawn tuviese un bonito trasero, cosa que lo hizo sonrojar demasiado y salió corriendo de la ducha. No había pasado nada fuera de lo normal, porque cosas así sucedían siempre que se duchaban juntos, y hasta peor. ¿Realmente era malo que Nick se haya dejado llevar por la calentura? No, claro que no, eran solo sus hormonas.

Cuando eran más pequeños, Nick había tocado de una manera muy sucia a Shawn, le había rozado el trasero con su miembro erecto y le había besado indebidamente. Pero ninguno habló ni hablan sobre eso, como si lo hubiesen dejado en el pasado.

Nick pensaba que así lo había dejado Shawn.
Shawn pensaba que así lo había dejado Nick.

Tal vez por eso tenían problemas y situaciones la mayor parte del tiempo, pensaban y no hacían, no decían. Todo lo ocultaban, aunque siempre decían no tener secretos, se ocultaban cosas. Pero ambos sentían que era mejor así, porque no simplemente hablas de temas sucios con hermano menor, o viceversa. Sería una cosa extraña. Además de que por sus situaciones, sería aún más incómodo. Nick no dejaría a Shawn hablar haciéndole halagos sobre su cuerpo, diciéndole lo bonito este era, lo deseable que estaba. Es como si Nick muriera por comerse a Shawn, pero era ridículo pensar eso. Al menos para el menor lo era.

Estirando sus brazos hacia arriba, Shawn soltó un gran bostezo y miró hacia su izquierda, sabiendo que ya al despertar iba a encontrarse con la pequeña bola de pelos en su cajita durmiendo. Hoy era el segundo día donde tenía que irse y dejarlo solo en casa, y tal vez lo encontraría de nuevo en el baño o debajo de la cama. Mirando el reloj digital que tenía en su mesita de noche, notó que eran las seis de la mañana, faltaba media hora para que su alarma sonara. Rodando los ojos, ignoró el hecho de que hoy era martes e iba a tener que soportar el tomar clase de arte junto a Demi.

Shawn y sus demás compañeros de clase se habían quedado sin un profesor de biología, y ya que la clase de arte era la más vacía en toda la escuela, decidieron meter a ese grupo con los de arte. ¿Quién sustituía la clase de Biología por la de arte? No es que la considerase aburrida, claro que no, porque a Shawn había comenzado a gustarle la idea de saber algo más de dibujo y otras cosas, pero no se explicaba eso. No toleraba la presencia de Demi y quería su clase de Biología nuevamente.

Se levantó muy vagamente de la cama, se agachó a acariciar al minino unos segundos y luego fue a la ducha. Hubiera preferido dormir unos minutos más, pero era eso, o tener que soportar que Nick viniera a despertarlo. Tampoco le molestaba, pero ahora todo había sido incómodo desde el domingo, era extraño. Intentaba eliminar esos pensamientos de su mente, moviendo y dándose en la cabeza con la mano, siendo eso un intento demasiado estúpido. Encendió la llave de agua y se metió rápidamente debajo, queriendo entrar en calor ya que era demasiado temprano.

Comenzó a cantar una canción entre susurros, mientras lavaba su cuerpo de manera calmada y tranquila. Tenía en mente que al menos media hora tenía para tardar en la ducha, y media hora para estar listo a tiempo y tomar el desayuno en casa.

Luego de haber salido de la ducha, peinó un poco su cabello, cepilló sus dientes y salió del cuarto de baño para ir a su armario, para luego quedarse unos segundos pensando en qué ponerse. Miró su ropa y solo se decidió por una camisa gris, una chaqueta que le había robado a Nick, y unos de sus tantos jeans negros. Se colocó los zapatos y luego se dirigió donde el minino para revisar si éste tenía agua y comida, y se llevó los pequeños platos para poder servirle lo que necesitaba. Bajó a la cocina, tomando luego la comida que ya había triturado antes, porque tenía miedo de que al dársela completa, el gato se ahogara. Observó que su hermano bajó también e intentó ignorarlo.

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