treasure • minayeon

1O

Nayeon soltó una risita al terminar de escribir su último tweet, lo que hizo que la chica detrás del televisor notara que ya no estaba sola.

- ¿De qué te reís? - preguntó malhumorada poniéndose de pie.

- ¿Te importa? - levantó una ceja.

- No, la verdad es que no. Podes irte.- volvió a darle la espalda

- ¿Y sí no quiero?

De nuevo, las dos se estaban mirando la una a la otra, una de ellas molesta y la otra fingía estarlo. Lo cierto es que Nayeon no quería irse todavía, no sí podía estar con Mina un rato más.

Los recuerdos de la menor poniendo su cabeza en su hombro habían hecho que sus cachetes se pusieran más colorados de lo normal, le dio la espalda y se puso la mochila para ocultarlo. Mina todavía no le respondía, y eso la hacía estar más nerviosa.

- Diría que me voy yo pero si lo hago me rajan a puteadas y ni ganas de fumarme a nadie.- comentó volviendo a su labor por fin.

- ¿Tan inútil sos para desconectar un par de cables? - Nayeon rodó los ojos sentándose sobre una de las mesas.

- Cerra el orto, vos no sabes nada de mí.

- Si que sé.

-  A ver.- por última vez, Mina dejó de hacer lo que hacía, no podía con Nayeon molestando. Dio un par de pasos hasta estar cerca de la coreana, lo suficiente para lucir intimidante.- ¿Qué sabes?

Tantas cosas, pensó.

- Que sos una tarada, que te crees mucho por jugar voley y que sin eso no sos nadie.

Un silencio se instaló entre las dos chicas, quienes se seguían mirando a los ojos. Entonces, Nayeon se dio cuenta de que se había pasado con su comentario, porque Mina soltó una risa falsa y agarró sus cosas.

- ¿Sabes qué? Prefiero que me caguen a pedos a seguir acá con vos.- se fue dejando la llave del salón a un lado de Nayeon.

Nayeon quiso pedir disculpas, pero nunca podría hacerlo, no sí quería protegerse a sí misma y a la chica que le gusta.