treasure • minayeon

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A la hora del entrenamiento, todas las chicas estaban listas en la ya conocida cancha. Mina estaba bastante malhumorada desde que vió a Nayeon entrar a los vestuarios. La incomodaba que en todo últimamente ella estuviera metida, le gustaba más cuando tenía su espacio.

Momo notó su cambio, así que trató de hacerla reír un poco.

- Dejame en paz.

- Ay, dale boluda es una pelotudez, ¿cuándo se van a arreglar?

- Nunca, salí. - a diferencia de sus palabras, ella fue la que se cambió de lugar hasta estar en la otra punta de la ronda de estiramientos. El entrenador llegaría dentro de unos minutos.

Por otro lado, Nayeon estaba más que contenta de estar ahí.

- Nunca te ví en un equipo.- comentó Seulgi a su lado, era la única que conocía además de Mina y Momo.

- Es que nunca estuve en uno.

- ¿Nunca nunca?

- Nop.

- ¿Por qué el entrenador dice que sos tan buena entonces?

- Practiqué mucho cuando era chica, a mis hermanos le gusta el deporte así que me enseñaron.

- Ah mirá vos.

Seulgi era agradable para Nayeon, toda la práctica la hizo sentir cómoda y parte del grupo que eran las jugadoras. Aunque Mina no estuviera contenta con eso, las chicas decidieron ir a una pizzería esa noche para celebrar la integración de Nayeon.

En los vestuarios, Nayeon se reía con Haseul, la capitana del equipo le caía demasiado bien. Sin embargo, Mina estaba tan irritada que no había hablado en toda la práctica.

Nadie notó eso además de Momo.

- No voy a entender nunca porqué le tenés tanto odio.- dijo cuando ya estaban cambiadas, yendo a su última clase del día.

- Es una pelotuda.- su respuesta causó risas en su amiga.

- Una pelotuda linda.

- Ay cerra el culo, ¿Querés? Me das asco.

- Si ajá.- la empujó despacio por el hombro.- ¿Vas a ir hoy?

- Ni loca.

- Dale, bolu, no tenés que hablarle anda para comer algo, reírnos, qué sé yo.

- Prefiero salir con Sana, Chaeyoung y Tzuyu.

- ¿De verdad tenés ganas de ver a Tzuyu molestar a Sana para hacer reír a Chaeyoung? Mirá que las adoro, pero hacen puro quilombo.

- Vos también hacés puro quilombo.

- Dale, no seas negativa, andá hoy, invita a las chicas también, pero dale, por fa.- juntó sus manos, haciendo un puchero con sus labios.

Mina rodó los ojos.

- Una hora nada más.

- Suficiente para mí.- sonrió, llegando rápido a su salón.