treasure • minayeon

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El partido había empezado bastante calmado, el otro equipo era bastante bueno. Mina era titular, obviamente, junto a Haseul, Seulgi, Soojin, Lisa y Nayeon. Quizás era algo temprano para que el entrenador pusiera su confianza en esta última, pero había observado su gran rendimiento en los últimos entrenamientos y no dudó de hacerla partícipe.

El primer punto fue de Mina, haciendo que Sana gritara desde su lugar en las gradas. Tzuyu y Chaeyoung también estaban presentes, ellas no se perdían los partidos de sus amigas.

Nayeon se sentía nerviosa de estar en la cancha, había mucha gente mirando, nunca estuvo en una situación igual. Pero ella estaba contenta, el deporte la hacía feliz, o quizá lo hacía el hecho de que Mina la felicitaba muy seguido cuando le salía una buena jugada.

Cuando el silbato del árbitro sonó dando el final al partido, Mina abrazó a Nayeon por primera vez desde que se conocían. Y Nayeon nunca se había sentido tan segura como en ese pequeño momento, tan mínimo, pero para ella el más grande de todos.

Valia la pena todo sí al final Mina la abrazaba.

El entrenador felicitó a las chicas por la primera victoria del torneo, llenando el pecho de las chicas con orgullo y emoción.

- Momo para el siguiente sos titular.- le informó frente a las chicas.

Momo se quedó paralizada, y las demás se quejaron.

- Dejanos ganar un poquito más.

Pero al final, terminaron todas el la pizzería, se merecían esa pequeña celebración.

Nayeon estaba sentada junto a Mina, no sabía sí había sido a propósito o mera casualidad que al llegar le único asiento libre fuera ese. Poco le importaba.

- Eu, brindemos por Nayeon.- dijo Haseul levantando su vaso de coca cola, las demás la imitaron de acuerdo.

- Ay no, ¿Por qué? - Nayeon se sentía avergonzada, para ella no era gran cosa.

- ¿Sos joda? Tu primer partido y ganamos, lo hiciste muy bien.

Nayeon se sintió emocional en ese momento, porque nunca había sido apremiada de esa manera. Su mamá había dicho que no cuando le informó que entraría al equipo, tuvo una gran discusión ese día. Y ahora ahí estaba, siendo parte de algo, sintiéndose importante.

Claro que Jihyo, Dahyun y Jeongyeon siempre habían estado para ella, siempre de su lado, pero era diferente a que todo un equipo de voley que a penas conocía tuviera esa confianza con ella. Ahora estaba en casa.

- Voy a tomar aire.- informó saliendo afuera antes de que se pusiera a llorar, no quería arruinar el momento.

Momo salió atrás de ella minutos después.

- ¿Estás bien? - preguntó después de verla sollozar.

- Si, ¿Por qué? - habló con una voz ahogada, era mala mentirosa.

- Estás llorando.

- Es la emoción.

- ¿Por?

- Nunca me sentí parte de algo, y ahora lo soy. Es raro, mi vida está dando vueltas.- admitió con honestidad, volteando para poder ver a Momo a la cara.

A Momo se le hizo tierno ver la nariz roja de Nayeon, junto a sus cachetes de ese lindo tono rosa.

Pero no le gustaban sus lágrimas.

- Vos me haces dar vueltas a mí.- murmuró por lo bajo, y fue escuchada aunque esa no era su intención.

- ¿Cómo?

- No sé, yo, mmh, no es el momento adecuado.- dando un paso más cerca de su crush, la valentía que nunca tuvo se hizo presente.- Pero me gustaría invitarte a salir, me gustas mucho.

Nayeon recordó lo que Mina le dijo una vez. Lo sentimientos de Momo por ella se veían lindos, si, pero Nayeon tenía a otra persona en su corazón.

Nunca te va a dar bola, se respondió a sí misma. Y era verdad, para ella, Mina no iba a hacerle caso, no de esa forma.

¿Podría ser que Momo fuera capaz de hacerla olvidar a Mina?

No perdía nada con intentarlo, ¿O sí?