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Era bueno saber que la señora Kang volvía y que ahora ella cuidaría a sus cachorros. 

Teniendo un día normal como siempre, se arregló para ir al trabajo, siendo esta vez justo de tiempo. Sus cachorros aún dormían, por lo que cuando escuchó el ruido de la puerta siendo cerrada supo que la señora Kang había llegado, así que se dirigió al cuarto de su cachorro mayor a despedirse con un beso en la frente, luego fue donde su bebé el cual arrugó su naricita al sentirlo.

Bajó y se encontró con la señora Kang arreglando unas cosas en la mesada. Cuando hizo presencia, la mujer volteó.

—Buenos días, señora Kang.

—Buen día, cariño. 

TaeHyung se acercó y la abrazó, haciéndole saber que estaba para ella. La mujer le agradeció y se separó, pero TaeHyung pudo sentir aquel aroma de tristeza mezclado con nerviosismo. La mujer evitó su mirada al ser descubierta.

—Señora Kang... sólo dígame qué la tiene así ¿Hmm?

La mujer negó, pero la insistencia de TaeHyung la hizo apenarse, bajando su cabeza habló:

—Ya no podré cuidar a tus cachorros, cariño.

Eso hizo que el omega temblara, todo se le estaba complicando de nuevo y no estaba preparado para tanto.

—Si es por lo del dinero, cuando me paguen le-

—TaeHyung... —Lo calló con un poco de pena. Tomó las manos del castaño quien tenía sus ojos lagrimosos—, No es eso, pequeño. —Limpió la lágrima que se escapó—. Mi situación empeoró y me mudaré a mi ciudad natal, ya no estaré aquí para ayudarte, lo lamento.

Sin decir más, la mujer lo envolvió en un abrazo tratando de reconfortarlo, cuando el omega calmó su llanto la mujer le sonrió.

—¿C-Cuándo se irá? —Su voz casi sale en susurro.

—Terminaré este mes, lo que te debo de él.

—Pero eso es una semana —Lloriqueó—, justo un día antes de navidad.

—Lo siento, cariño. 

Eso fue lo único que dijo, para luego volverse a abrazar y luego de calmarse vio el reloj, percatándose que de nuevo iba tarde. Casi corrió para llegar a su trabajo.

Y sí, un gruñón NamJoon le gritó y un sonriente YoonGi lo reconfortó.

.

.

.

Su jornada laboral acabó, como siempre fue agotador, pero debía soportarlo. YoonGi lo acompañaba a la salida ofreciéndose a llevarlo, no se negó. Eso le ayudaría a ahorrar el pasaje y sus pies descansarían.

Una vez dentro del auto un silencio los abarcó y sólo la música de la radio resonaba por el vehículo, TaeHyung dejó salir un suspiro. Todo le parecía ir de mal en peor y faltaba lo que su médico le dijese.

—¿Estás bien? —El paliducho preguntó.

—YoonGi... —Sin verlo le llamó—, ¿estarás bien con ello?

—¿A qué te refieres?

—Mi cachorro ¿estarás bien con él? me refiero, a cuidar un cachorro que no es tuyo.

—TaeHyung...

—No, Hyung. Sé cómo son los alfas y sé que su orgullo les impide el criar un hijo de otro ¿quién dice que tú no?

—Lo digo yo, eso debe ser suficiente. —El alfa lo miró un segundo para luego volver su vista al frente, dejó salir un poco de aire—. No niego que en un principio fue una noticia que no me agradó, pero..., te amo TaeHyung y por ti haría cualquier cosa. Eres como mi hermano y aunque me duele pensar en el futuro, cuidaré a tu cachorro como si fuese mío.

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora