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Sentía que algo dentro de él se deterioraba pero era un sentimiento que no era propio, era de alguien más. Él sabía a quién pertenecía pero no quería aceptar tal hecho, simplemente no era posible, no tenían ningún lazo ya, estaba roto. Eso es lo que él sabe o cree.

Si tan sólo no se hubiera dejado cegar por el rencor y el momento de enojo, si tan sólo...

No había vuelta atrás. 

—Volviste pronto ¿cómo está TaeHyung? —su madre se había acercado y se sentó a su lado, ella había visto aquella carita llena de inquietudes.

—Mamá, ¿por qué me preguntas eso? 

—Acabas de ir a dejar a mi nieto, tuviste que verlo ¿está bien?

Sus palabras iban cargadas de preocupación, cosa que el pelinegro no entendía. 

Por el contrario su madre sabía las consecuencias de una separación como la de su hijo y aquel hermoso omega últimamente no se miraba bien, le preocupaba.

—Ni siquiera le miré. —espeta con sequedad, sequedad que no llegaba a ser sincera. Sólo no había podido mirarle, le era doloroso.

—Hijo... —un nudo se formó en la garganta de su madre—, ¿por qué no hablas con él? Dale una oportunidad de que...

—¿De que me diga cómo disfrutó engañarme? No, madre. No quiero escuchar el cómo poseían a mi omega.

—Jungkook... sabes que él no quería...

—¡Basta! No quiero hablar de eso, me duele. —se puso de pie y le dirigió una acusadora mirada—. Soy tu hijo y aún estás de su lado, pero no importa. —suspiró para relajarse—. No vendré hasta año nuevo, estaré con SungJi.

Dicho eso, besó la frente de su madre y salió de casa, dejando a una mujer estupefacta y con muchas inquietudes, una de las que más temía y que posiblemente pudo evitar pero no pudo.

.

.

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—Llegaste. —la omega le sonrió feliz mientras le daba un beso de recibimiento a su alfa. Éste aceptó, no podía negarle casi nada a ella, era como una traición para su lobo el hacerlo. O eso era lo que sentía.

Por lo mismo es que le ha costado un infierno el contenerse de enlazarla. Su lobo rugía por hacerlo, pero él tenía un poco más de auto control y no se dejaba llevar.

—Hola, amor. —Aunque quiso doblegar su tono, este salió seco y sin ánimos. 

La mujer lo nota y sonríe con pesar. Se adentran al apartamento y ella de inmediato lo tira al sillón para posicionarse a horcajadas sobre él. 

—¿Qué sucedió?

Inquiere mientras deposita besos por su cuello y mandíbula. No la culpen, su lobo se doblega ante su alfa pidiendo atención, por ello es que actúa de esa manera. 

Y no es tonta, todo este tiempo ve el comportamiento del pelinegro, es demasiado transparente y por eso le duele ver lo afectado que está y sabe muy bien quién hace que se ponga así. Pero eso no quita el que ella luche, su lobo lo quiere aunque sepa que está mal y aquel alfa no le entregará por completo su corazón como lo hace con el padre de su hijo.

No todo en la vida se da fácil y ella lo sabe. Aunque sufra llegará al final.

—Peleas con mamá, sin importancia.

Le resta valor y se entretiene con la boca de ella, quiere olvidar todo. Todo con respecto a TaeHyung, aquel estúpido ardor en su pecho, aquella sensación de faltas hacia un lazo que YA NO EXISTE. 

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora