24 (II)

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El corazón de Jungkook dejó de latir por unos segundos. 

Su omega estaba bajo el cuerpo de un alfa. SU OMEGA.

O mejor dicho, su ex-omega.

La rabia y dolor fueron su peor enemigo. Quería destrozar a aquel alfa por tan siquiera haber tocado a su omega, pero lo había sentido. 

Había sido mordido.

Su conexión se perdió, ya no la sentía, o más bien no notó que, muy en el fondo aún estaba.

Pero su dolor no lo dejó verlo. Su mirada se oscureció y sólo les dio una mirada de odio para luego salir de su hogar, sin percatarse de aquella cara dolida y llena de lágrimas quien pedía clemencia y perdón por su alfa. Su verdadero alfa, el cual ya no lo miraría con amor, porque la mirada dedicada, le compartía de todo, menos amor.

TaeHyung cobrando un poco de fuerza racional alejó al alfa que lo aprisionaba, sin importarle si el nudo no había bajado del todo, quiso correr tras su alfa, mas sólo unos pasos logró dar.

Detente. Eres mi omega, no irás tras otro. —sentenció el alfa con su voz de mando. Y por mucho que luchara contra eso, su omega sumiso se doblegó ante esa voz—. Vuelve aquí, con tu alfa.

Arrastrando los pasos se acercó, y como si no fuera suficiente, sus lágrimas cayeron con más ímpetu. 

Lo había perdido TODO. 

.

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—Para. —le dice Jungkook.

Estaba llorando a la par que su omega mientras le narraba lo sucedido ese día. Le dolía recordar.

Y aunque le sigue doliendo reproducir la imagen de su omega bajo otro, no quita el hecho de sentirse impotente de no haber llegado a tiempo. Si él hubiera hecho caso inmediato al llamado de su omega, tal vez hubiera impedido que otro lo tomara.

Su madre en sus intentos de persuasión le confesó que no era fácil, que ella temía que eso sucediera por eso se oponía a la relación. Porque ella había pasado lo mismo y aunque era alfa, al llevar la marca de su padre, la hacía vulnerable y por eso fue que su lobo se doblegó ante su destino, que para colmo, era alfa también, porque si hubiera sido omega, otra historia fuera. Le hizo saber que era difícil ganarle al instinto y si ella siendo alfa no pudo, no quería imaginarse lo que pasaría Tae.

Él no la quiso escuchar, no quiso creerle. Porque pensaba que lo hacía sólo para persuadirle. Pero cuando se topó con su destinada, lo comprendió. Para él fue difícil, pero no imposible. Por lo mismo era que se negaba a escuchar a su TaeHyung, porque creía que si él pudo, TaeHyung pudo hacerlo también. Pero muy en el fondo sabía que la sumisión de un omega es más fuerte y un alfa no la posee.

Y escuchar a TaeHyung, el cómo su cuerpo no respondía a su racionalidad, le dolía. Porque sabía que TaeHyung no quería aquello.

—Yo pude impedirlo, pero no le tomé importancia al llamado que me hiciste por el lazo. —se acercó a TaeHyung y lo envolvió en sus brazos—. Si lo hubiera hecho, no hubiera...

—Shhhh.... —lo calló TaeHyung y se acomodó en aquellos brazos que había anhelado tanto. Su omega un poco cohibido se dejó hacer, él también extrañaba a aquel alfa que se lo había ganado poco a poco—, déjame terminar, aunque duela recordar, es mejor. Aclaremos todo de una buena vez.

Jungkook asiente y deposita un beso en la cabeza del omega, mientras éste toma aire para seguir.

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La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora