Epílogo

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—¡Papi! ¡Papi! ¡Pupu! —el niño daba brinquitos mientras le hablaba a su papá que aún estaba en la cama.

El pequeño ya tenía dos años y medio. Aún se le dificultaba algunas cosas, como el ir al baño, aunque lo bueno era que ya avisaba.

El alfa balbuceó cosas incoherentes mientras que el omega se incorporaba para ayudar a su pequeño ir al baño, pero éste se negó. 

—¡Nop! Quielo que papi me lleve, Papito. —hizo un puchero y el omega se resignó y sarandeó a su alfa para que fuera con su pequeño, antes de que sucediera una tragedia por aguantarse tanto.

El alfa balbuceó de nuevo sin despertar. Hasta que su omega pellizcó su nalga fue que despertó con un brinco.

—¿Qué, qué? 

—¡Papi! ¡pupu~!

Es lo que el niño dice, su omega hace una mueca de obviedad y el alfa un poco adormilado se apresura a ir al baño con su pequeño. Al llegar, como puede baja su pijama y quita el pañal, ya que por las noches siempre ocupaba uno aún. Lo sienta y él se acurruca para estar a su altura y sostenerlo. Como puede, con una de sus manos frota sus ojos para terminar de despertar. El pequeño empieza a tararear una canción infantil mientras hace lo suyo.

Termina, lo limpia y el pequeño se va hacia su papito el cual lo recibe gustoso.

El alfa se acerca y los abraza. Sus tesoros, aunque faltaba uno. 

—Buenos días, amor. —El azabache le dice mientras le da un casto beso.

—Buenos días, cariño. —responde su omega muy sonriente. Baja al pequeño y besa su frente—. Minnie, por qué no vas a despertar a tu hermano ¿sí?

El pequeño asiente y sale corriendo con el propósito de cumplir su orden.

Por su parte los adultos se acercan, el alfa toma de la cintura a su omega y vuelve a besarlo.

—Hmmm... —suspira el omega.

—Estoy muerto de sueño. Ayer fue un día agotador en la empresa. —le susurra mientras juntan sus frentes.

—Vuelve a dormir, yo llevaré a Jungie a la escuela.

—Pero es que Minnie... él... 

No sabía ni qué hacer, su pequeño era muy apegado a él y todo el tiempo quería jugar, no es que le moleste, sólo que a veces se empeña tanto en que sólo quiere que él haga lo que quiere, nadie más, y eso ya no estaba bien.

—Sabes que es tu culpa —le reprocha su omega—, te lo advertí mucho, que no lo consintieras tanto porque esto pasaría, pero eres terco igual que él. 

—Lo sé, amor. Y me arrepiento.

El omega sonríe comprendiendo a su alfa y le roba un pequeño beso.

—Ve a descansar. Me llevaré a Minnie para que no moleste.

—Por eso te amo.

Le da un beso y se tira de nuevo a la cama, el omega niega mientras se dirige a la habitación de sus pequeños a ver si el mayor ya despertó. 

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La mañana había pasado rápido, tuvo que hacer sus compras, esta vez Minnie no lo quiso acompañar a traer a su pequeño ya que como su papá estaría en casa, no quería separarse. Tuvo que ir solo a recogerlo y ya iban de regreso.

Al llegar, con lo primero que se topan es que son ignorados. Jungkook juega de lo más entretenido con el pequeñín sin percatarse del saludo de su pequeño que entristece al no ser notado, TaeHyung suspira al verlo. El pequeño se acerca a su padre omega y le susurra un "iré a quitarme el uniforme" y salir corriendo arriba, sin darle tiempo a decirle algo.

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora