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Despertar sin su cachorro había sido tortuoso. Lo extrañaba en gran manera y eso que, sólo había pasado un día. 

Se dirige a casa de sus amigos a pasar la navidad, después de todo, son su única familia. Por eso mismo es que va a bordo de un taxi con su pequeño solecito en brazos.

Sonríe al verlo, es tan tranquilo, lo opuesto a su primer cachorro que era un remolino y dormirle era un tormento, lloraba por casi todo. Minnie es tranquilo y lo agradece, ya que eso le facilitó muchas cosas. 

Mira como su naricita se arruga y se restriega buscando más de su calor, así que lo apega aún más contra sí mismo. El pequeño sonríe y el mayor entristece.

Ha sido fuerte por ellos y teme del futuro, sólo espera que sus cachorros se encuentren bien.

Paga la tarifa del taxi y se baja, toma una bocanada de aire y se dirige a tocar el timbre de aquella casa, bastan segundos para que aquella puerta sea abierta y un muy alegre Jimin se abalance sobre ellos, casi aplastando al pequeño en brazos.

—¡Viniste! ¡estás aquí! 

Su emoción podía notarse y no era para menos, sabiendo la situación y conociendo al castaño omega, sabía que le había sido muy difícil el salir de casa, agregándole que eran ellos a los que visitaban, siempre se habían reunido en la casa de TaeHyung para estas fechas y como todo, esta era la primera navidad diferente, para todos.

—Sí, vine. Ahora déjame respirar. —le hace saber e inmediatamente se aparta de él con un "lo siento" para luego dejar que pasen a su morada.

Un —demasiado— sonriente Yoongi los saluda y abraza con cuidado, dándoles la bienvenida le ayuda con la pequeña maleta mientras se acomodan y él lleva sus cosas a la habitación en la cual se quedará. 

Jimin se pega a su lado quitándole a su bebé de los brazos y lo arrulla como sólo él lo hace, dándole los mimos que siempre le da y es ahí cuando una lágrima se le escapa a TaeHyung, sabe que su cachorro quedará en buenas manos, que crecerá con las personas correctas y tendrá el amor que él no podrá darle, solloza.

—Oh... Tae, no. No llores, yo... lo siento, es que...

—Descuida, está bien, estoy bien, sólo... cuida bien de él. 

Jimin no dice más y asiente con sus ojos llorosos al ver como su amigo/hermano desaparece ante sus ojos, como se deteriora. Duele, duele ver todo lo que pasó y como se avecina el final, ese final que estuvieron evitando y cada vez está más cerca, duele saber ese destino que destroza muchos corazones. 

Un Yoongi que presenció la escena a lo lejos, se acerca con lágrimas en sus ojos y sin rechistar abraza a su amigo omega, dejándolo que llore en sus brazos, que saque ese dolor y que sepa que los tiene a ellos. Llora con él y de alguna manera siente su dolor. Ya no quiere verlo sufrir más, pero tampoco quiere que deje de hacerlo bajo aquella cruel realidad.

Aquella realidad que sabían pasaría, pero que les había dado un poco más de tiempo. Odiaba el destino, por ese maldito destino su hermano lloraba en sus brazos, por ese destino se desvanecía en ellos, por ese destino... moriría

Lo odiaba, quería que su amigo tuviera la misma vida que él y su omega, Yoongi lloraba por ver que TaeHyung no era capaz de conseguir la felicidad que él obtiene. Lo ha visto crecer ¡demonios! Como se irá así nada más. 

En un principio no había tomado para bien lo de su cachorro, su instinto no quería cuidar el hijo de otro alfa, pero su amor hacia aquel omega lo hizo y cuidará de ese pequeño con su propia vida si es posible, por lo menos ayudaría con eso a su hermano/amigo.

—Todo estará bien, estamos aquí. —Le hizo saber para apretarlo más en aquel abrazo. 

.

.

.

Después de tener aquel encuentro y dejar salir lágrimas, TaeHyung ayudó a Jimin a poner la mesa y cenaron como una familia, riendo y recordando cosas que en su momento, fueron gratas y no está de más traerlas al presente.

—Fue épico, esa vez corrió como nunca lo había visto. —Ríe TaeHyung al recordar a Yoongi corriendo como un loco hasta Jimin, cuando éste le dijo que su celo había llegado.

—No es gracioso —se defendió el alfa—, mi omega estaba encerrado en un baño público ¡cualquiera podía hacerle algo! —exclamó con terror de sólo recordar.

—Ya ya, pero fue gracioso, creo que esa fue la primera vez que demostraste que estabas coladísimo por Jimin.

Jimin se sonroja y Tae suspira al verle, podía notar el amor de ellos, cómo pasaron por muchas cosas y se mantuvieron juntos. Cuando los padres de Jimin lo echaron de casa por no aceptar que se enamoró de un alfa el cual no era su destino, como los padres de ambos les dieron la espalda por lo mismo. Ellos lucharon JUNTOS y por eso construyeron un amor que podía sentirse. 

Los envidiaba. 

Él quería un amor así, creyó que lo encontró, pero no todos logran lo que sus amigos construyeron y él es un claro ejemplo de ello.

—Tae... —La voz seria de Jimin lo vuelve a la realidad—, tu padre me habló...

Su rostro palideció ¿Qué quería? Ya está lejos de él y sin ningún contacto para que no tenga que avergonzarse de él, el omega que dejaron por su propio error, el omega que es papá de dos hijos y abandonado, el omega que... muere por lo mismo.

—Él... —prosigue y el castaño lo ve con ojos llorosos—, quiere verte, está arrepentido. 

Una sonrisa cínica sale de los labios del alfa y gruñe. —Y tuvo que esperar hasta ahora para hacerlo.

—Yoongi... —reprende Jimin—, no es hasta ahora, ya lleva un par de meses, sólo que yo no quise decirle a ninguno de ustedes. Tae... creo que deberías hablar con él, me ha estado hablando todos los días preguntando por ti, quiere verte. Te lo digo hasta ahora porque... viendo la situación, tal vez sea lo mejor, que lo mires una última vez...

TaeHyung había permanecido en silencio escuchando, algunas lágrimas se escaparon, le dolía que su padre haya hecho lo mismo que Jungkook y no lo escuchara, por eso había dejado de tener contacto con su papá, para que el gran señor Kim no tuviera un hijo omega como vergüenza. 

Sabía que tenía un poco de culpa al no querer contactar, ya que su padre le llamaba y él sólo lo ignoraba, pero es que le dolía la reacción de él y el cómo lo trató. 

Pero... No quería tener más ese rencor y quería ver a su padre aunque sea una última vez.

—C-creo que sería lo correcto. También que conozca a Minnie.

—¡Perfecto! Le haré saber entonces.

La alegría de Jimin podía notarse y es que, él era el único que sabía de los cambios del padre de TaeHyung. Se había callado ese hecho por lo mismo de que su amigo no quería saber de aquel hombre que, en su momento, le dio la espalda, eso hasta a él mismo le dolía. 

Jimin y Yoongi fueron los únicos que siempre han permanecido a su lado, por eso para Yoongi le era imposible no sentir aquel rencor hacia el señor Kim. La pareja de amigos había visto y presenciado en carne propia cómo su amigo a luchado todo este tiempo, cómo le ha costado estar de pie y saben que el único motor son aquellos dos cachorros.

Por ellos aún seguía luchando, el mantenerlos le había costado, más con el pequeño de brazos que, era el que no tenía ninguna ayuda. TaeHyung se negaba a recibir ayuda de ellos, pero de igual manera lo hacían y así había salido de muchas, ser padre de dos cachorros pequeños no era fácil. 

Pero eran el motor del omega castaño y por ellos aún estaba ahí de pie, más lo inevitable está cerca y los días empiezan a contar en reversa. Sus hijos lo mantienen vivo, pero una vez el vínculo que lleva en su cuello desaparezca, él lo hará. Ya sea si desaparece sólo una o las dos, lo mismo daba, sus días estaban disminuyendo.

TaeHyung sólo esperaba soportarlo un poco más, por sus cachorros.



BM~

La verdad no contada |KookV| [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora