01 - Criatura - CF30 {Saga Experimentos} {Corrigiendo} Terminada

4 - Amo La Sangre, ¿Cazador O Bestia?

Me despierto por un extraño sonido. ¿Qué horas son? Busco el reloj entre mis cosas hasta pillarlo. ¡Casi la 1 de la madrugada! Suelto un suspiro y un bostezo por el cansancio, me vuelvo a acostar para seguir durmiendo pero el mismo sonido extraño me lo impide. Libero un gruñido de molestia, me calzo mi sudadera, el tapabocas y el gorro para salir de mi tienda; no sin antes tomar una de las linternas.

El frío choca con la piel desnuda de mis piernas, erizándola por completo. Mis pechos se endurecen por el cambio drástico de temperatura y yo me miro con curiosidad por un momento. Me bajo el tapabocas y exhalo aire que se condensa haciendo una nube de vapor. Estornudo por el frío y me vuelvo a cubrir. Respiro solo un poco y ya me da alergia, soy un caso perdido.

Enciendo la linterna para analizar lo que está a mi alrededor; tengo cuidado de no enfocarme en las tiendas para no despertar a nadie de no ser necesario. Escucho un crujido inusual en la espesura, algo leve desde mi perspectiva lejana. Pero escandaloso desde más cerca. Alumbro de donde supongo vino el sonido en busca de ojos brillantes, pero no se nota nada. Bajo la intensidad de la linterna para no llamar la atención de nada y camino hacia la espesura; reviso la brújula que pende de mi cuello para saber en qué dirección voy. Hay algo que no me va latiendo bien.

« Solo tú sales en mitad de la noche en un bosque lleno de depredadores. » 😐

Tú me has traído a este lugar, tengo que saber el por qué.

Entre la vegetación no se escucha más que el murmullo del viento, en un auténtico compás con el movimiento de los árboles; creando una atmósfera fantasiosa y bella. La brisa canta una melodía sin letra, encantándome levemente. Mis pasos son suaves y tranquilos, casi ni emiten sonidos. Esquivo ramas y montones de hojas que puedan delatar mi presencia. Creo que ya caminé unos 50 metros. Veo la brújula y me aseguro de no haber cambiado de dirección. Antes de siquiera poder dar otro paso, un crujido ni muy cercano, ni muy lejano; atraviesa sin problema mis oídos. También se escucha un extraño quejido; no es humano, pero tampoco soy de identificar al animal.

Apago la luz para no ser detectada y trato de detallar algo entre la negrura de la vegetación; solo teñida de plata en algunas partes que la luz es capaz de tocar al atravesar las hojas de los árboles. La Diosa Luna me sirve como faro en las tinieblas, camino unos pasos más, y veo con cierto horror una liebre que agoniza, descansando en el frío suelo. La sangre sale con lentitud de debajo de su pata delantera; y una de las traseras la tiene en una posición totalmente extraña, donde me cabe la idea de que la tiene quebrada.

Me precipito a ella para examinar cuan grave es el daño y si tiene algún tipo de salvación. Ella se altera cuando me percibe.

- Calma, no quiero hacerte daño - Susurro tranquila, consciente de que si no tengo cuidado esa criaturita me puede morder. Pero no llego a acercarme lo suficiente para tocar cuando unas manos apresan mi boca y mi cintura de golpe.

Ahogo un grito de terror mientras soy arrastrada en dirección contraria a la de donde llegué; forcejeo y pataleo con tal de que quién me tiene, me suelte. Me regaño a mí misma por no traer la navaja conmigo. Me lo dije, sabía que debería traerla encima y no la tengo.

- Shis... No trates de gritar o esa cosa nos matará - ¿Qué? La persona que me tiene se oculta tras un gran árbol y me apega a su cuerpo. -. Te voy a soltar, pero no debes hacer movimientos bruscos ni mucho menos ruido; sino, nos matan.

La persona me suelta con lentitud y yo me giro a verle la cara a mi ¿secuestrador? Me topo con unos ojos color miel, algo opacos por la negrura. Un cabello y barba de tono castaño bien cortados y facciones muy masculinas de un hombre bastante alto. Lleva ropa de camuflaje y algunos cuchillos en su cinturón. Hay caigo en cuenta de que es un maldito cazador.