6 - Ya No Se Puede Confiar En Nada Ni En Nadie

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Golpeo el nido por décima octava vez, descargando toda mi frustración con los golpes. Es lo único sabio que puedo hacer sin herirme realmente, aunque ya tengo los nudillos algo lacerados por la fricción de las telas. Maldigo, lo maldigo todo. Lo intenté, realmente intenté escapar en estos tres días; pero la cosa me sigue pillando. La intenté sedar pero fue mucho más fuerte que esa droga; intenté dejarle las patas atadas con sogas pero se salió fácil, al final —no sé cómo— terminé siendo yo la de los tobillos atados. Solo desperté así.

Si salía, me seguía y entenderán lo incomodo de ir a hacer tus necesidades con alguien tan cerca y mirándote. Cuando él desaparecía era de noche y ambos teníamos presente que no sería estúpida para abandonar la cueva cuando todo se vuelve más peligroso. El único ser que me puede proteger es el mismo que me tiene cautiva. Hay cosas como el reptil por este lugar, no quiero ser su cena bajo ninguna circunstancia mucho menos que una de esas cosas me use como cuna para su descendencia ya es mucho con el oji-verde. Tampoco me confío del felino que me vigila; no quiero ser su criadora. No. Eso no puedo permitir que pase. Además, ¿cuánto tiempo más tendría sin ser atacada sexualmente por esa cosa? Llevo varios días aquí siendo la presa más fácil.

Le agradezco que me salvara, pero no siento que le deba nada. Y voy a seguir intentando irme, no importando que.

Erza se pasaba su día de aquí para allá, desapareciendo como de costumbre, hasta llego a pensar que va al pueblo. Cosa que me frustra; soy la única aquí que no tiene la libertad de vagar a sus anchas. Si supero los límites de la cascada lo más probable es que una bestia negra se me lance encima a diestras y siniestras. No estoy muy segura de quererlo sobre mí.

No me molestaba en comunicarme con la criatura, tampoco le veía a los ojos y si está cerca le ignoro. Lo único que le acepto eran algunas presas que me traía, estaba enfrascado en verme comer rodeándome con su cuerpo, parecía buscar desesperadamente mi atención y cariño cuando frotaba su cabeza con todo lo que alcanzaba de mí, ronroneando como una motocicleta.

Durante la noche me he estado acurrucando lo más lejos que podía, e incluso dormí en el suelo, no obstante a la mañana siguiente ya estaba en el nido junto a él, siendo agarrada por una de sus patas y cola.

Mandé todo a la mierda por centésima vez y salí de la cueva con mi abrigo puesto, ya estaba cayendo la tarde del 6 día de estar en el bosque, y el 4 y 1/2 de estar en la cueva. Ya he estado enferma, he pasado frío y sueño; tengo a veces dolores de cabeza. Moretones, heridas y marcas.

Quiero y necesito volver a casa para estar mejor. Mis hermanas Anisha y Belgina deben estar preocupadas; suelo escribirles y prometí mandar fotos. Mis padres no creo que sepan que algo malo sucede a menos que mis amigas se los hayan comunicado puesto que es normal que yo sea ausente en cuando a ellos. No hablamos seguido y así lo prefiero. No quiero ni pensar en la revuelta que se formaría o se formó si son conscientes de mi situación; y como yo mando señales de vida es mucho más que pensar en encontrar mi cuerpo; me buscan con vida y esperan recuperarme. Es fuerte la demanda.

He perdido peso en este tiempo, estoy pálida y seguramente con ojeras. Mi estómago no está acostumbrado a comer las plantas de aquí así que a veces me molesta. Lo único bueno es que mis heridas están sanando gracias a la presencia de sábila para mantener mi piel y heridas en constante curación.

Una de las primeras cosas que coma cuando regrese al hotel será pizza.

Una gran rebanada con queso, maíz, champiñones y aceitunas negras. Nada de carne por un día o tres, o treinta.

Descubrí que el ladrón de mis dibujos y poemas fue la criatura, al encontrarlos arrinconados en una esquina de la cueva. Para mi suerte no estaban dañados y los guardé en mi cuaderno. Pero esto deja con claridad mi situación. Esa cosa entró a mi habitación, me mordió y quien sabe que más me hizo. Él sabe dónde buscarme en caso de que logre escapar. No podré permanecer mucho tiempo en el hotel una vez este allá, porque ese lugar dejó de ser seguro en cuanto la criatura me vio en el balcón y decidió que yo sería su criadora. También encontré una pantaleta de encaje que es mía pero que no traje al campamento, otra cosa que el crapuloso ese mi hurtó descaradamente.

01 - Criatura - CF30 {Saga Experimentos} {Corrigiendo} TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora