Quiero llorar como una magdalena, esta es una de las situaciones en las que necesito huir y no puedo. Es bochornoso, es humillante —bajo mi perspectiva—. ¿Por qué demonios se les ocurrió hacerme tal cosa?
Se preguntarán por qué demonios quiero correr y encerrarme a llorar como a una cría cuando la castigan.
Pues es muy simple; ¿no les pasa que hay situaciones que cualquiera se las tomaría a gusto pero tú no? Así como el cumpleaños.
¿No?
¿Soy la única que detesta que le celebren algo?
Pues dejo claro que soy una amargada empedernida.
Bueno; estoy reteniendo lágrimas y maldiciones al ver lo que hay delante de mi. Esto parte me alma en vez de causarme felicidad. Esta felicitación no debería ser para mi y sin embargo lo es. Agradezco el gesto, de verdad. Pero no soy lo suficientemente estable sentementalmente como para tomarlo como algo simple.
« No está tan mal, mujer » 😒
— Las amo, pero en este momento las odio — Les susurro con voz quebrada a las mujeres frente a mí. Así no debería ser mi maldita mañana. Realmente las adoro por el detalle de pensar en mí, pero lo dejaría pasar cualquier otro día. No hoy.
Kuroi está detrás de mí abrazándome por la cintura, dejando un beso en mi coronilla antes de dejar descansar su mentón en ese lugar.
Yo sabía bien que esto pasaría una vez lo empezaron a transmitir en la TV; era obvio. Por eso advertí que ni pensaran en esto; ni siquiera recordaran que ahora yo pertenezco a ese monto de mujeres. Que si me preguntaban sería para ayudarles con sus perdonas especiales.
— Gabriela, es tu día. Te lo mereces — Me insiste Camila mostrándome una caja muy bien envuelta en papel azul marino con una cinta y moño blanco.
— Os dejé claro que no quería nada. Aborrezco esta fecha tanto como mi cumpleaños — Mis ojos pican por llorar y mi garganta se cierra. Odio tener que hechar a perder los planes pero no tengo espíritu para que me hagan esto. Este tipo de amor me lástima mucho.
No sé por qué, pero la sola idea me revuelve el estómago.
Camila baja el regalo y noto que también quiere llorar mi dolor, ella entiende por qué odio estas fechas. Y en este momento necesito un abrazo, pero tengo a Minesa acunada en mis brazos; mirando todo con cautela bien acurrucada contra mi pecho.
— Mi amor, tienes que superar tus traumas — Dice suavemente Bárbara. Ella trae una caja envuelta en papel negro con un moño fucsia.
— Llevo 7 años en eso. No es tan simple — Me defiendo.
— Gina, ya tu mamá no te va a seguir lastimando el corazón. Disfruta de lo que tienes — Intenta Kathi con su regalo en la mano, morado y negro.
— Invito a que os pongáis en mi lugar y se enfrenten a la realidad de que son madres cuando eso se prometieron no ser — Espeto cansada, el abrazo de Kuroi se hace pietro sin ser excesivo; un recordatorio disimulado de que no le gusta por donde voy.
Este es el sexto mes desde que Minesa está en mis brazos. Aún no me creo que ya vamos para la mitad de un año; y precisamente hoy es el día de las madres. De solo pensarlo me estresa.
Con esto no quiero decir que desprecio a mi hija, ni mucho menos. Pero no quiero que este día se mezcle con mi vida al igual que mi cumpleaños. En lo que a mí concierne, el 4 de diciembre o es un día maldito, o no está enlazado significativamente conmigo. Antes amaba ese día, dejé de hacerlo a los 14 y cada año desde entonces le huyo además de prohibir que me feliciten —bueno, principalmente mi familia de sangre—. Por ende, nací ese día, pero no lo celebro porque es agradecer mi existencia y mi venida al mundo —sin mencionar que también significa un año menos de vida—. Lo cual, jamás dejaré de lamentar.
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01 - Criatura - CF30 {Saga Experimentos} {Corrigiendo} Terminada
Ciencia FicciónHistoria dedicada a @GinKR18 Esta historia se inspira en la ciencia ficción, donde Gina acompañada de sus amigos organiza un viaje a un pueblo algo olvidado pero con vida a su linda manera. De lo que no se dan cuenta es de el peligro que acecha; no...