Día 18
Lunes 11 de Noviembre.
*/*/*Por la mañana/*/*/*
He pensado bien las cosas luego del desayuno y tengo un plan en mente. Quiero irme de este lugar como sea, no soportaré un minuto más, de todas formas no hay nada que me ate aquí. Quedaré como una completa ingrata con madame pero espero lo entienda.
Encontré una de mis pequeñas maletas con las que llegué a la mansión olvidada dentro del closet. Coloqué dentro de ella sólo las ropas de mi pertenencia, (nada de lo que Madame o Chase me compraron) mis cosas personales y él único recuerdo bonito de la mansión: El peluche de Mr. Toffe.
Me iría de la mansión, buscaría un empleo rápidamente y trataría de juntar el dinero suficiente para un boleto que me lleve de regreso a mi ciudad.
Escribí una nota, la dejé sobre mi cama:
“Lo siento, no logro encajar aquí y no quiero incomodar más a nadie. No pertenezco a este lugar. No se preocupen por mí. Estaré bien, volveré a casa.
Gracias por todo.
Meg”
Momento de empacar mi diario, te cuento como van las cosas después.
/*/*/*/*/*Por la tarde/*/*/*/*
La situación ha dado un giro de 360°. No soy buena con los números pero estoy segura que eso es mucho. Explico por qué a continuación.
Salí de la mansión con la mayor cautela posible y nadie logró verme. Caminé tranquilamente por la callecita que Chase siempre usaba para llevarme de vuelta a casa. Quería despedirme del bosque al que me llevó, recordaré ese lugar por siempre. Llegué y estaba bastante cansada por la caminata, pensar que me faltaba mucho más para llegar a la ciudad me ponía ansiosa. Decidí descansar un poco, me senté sobre una gran roca cercana al camino.
¿Qué era lo que empezaba a sentir en mi interior? El rostro de Chase vino a mi mente y mi corazón se inundó con una oleada de nostalgia. Pensar que nunca más estaría cerca de ese idiota, en las buenas, en las malas. ¡No Meg! ¡No puedes sentir esas cosas ahora! ¡No por él!
Cuando mi corazón se debatía entre sentir pena o simplemente ignorar mis sentimientos, un Porsche negro muy conocido se acercaba a toda velocidad, se estacionó justo a mi altura. De él bajó Chase, se quitó las gafas oscuras y caminó hacia mí.
—¿Qué pasa ahora?— pregunté molesta.
—Encontré tu nota. No puedes irte de la mansión, Meg.
—Claro que puedo ¡Mírame, lo estoy haciendo!
Me tomó por los brazos forzándome a verlo a los ojos.
—Mira Meg, lo siento ¿Si? No debí portarme así contigo, me excedí. La verdad es que me molestó demasiado que te dejaras llevar con los Miller. ¿Y si ellos querían hacerte daño? ¿Si querían aprovecharse de ti?
—Ellos parecen buenas personas, no todos en este mundo son como tú. ¿De todos modos por qué te molestas tanto? Sólo deja que me vaya ahora y acabaran todos tus problemas.
—¿Por qué?— alzó la voz notoriamente. — Porque me importas Meg, ya lo dije antes. ¿Acaso sigues pensando que era un juego?
—A veces me cuesta saber cuándo hablas en serio.
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El Diario de Meg- Mayte Gutiérrez
RomanceMeg es una jovencita de 17 años, fanática de la escritura y las cosas simples de la vida. Por desgracia hace unos meses perdió a sus padres en un terrible accidente y su vida cambiará por completo. Madame Louise Marshall, una mujer millonaria y famo...