Día 32

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Día 32         

Martes 24 de Diciembre

Las cosas se han calmado bastante y con Zygmund lejos podemos estar en paz.

Te preguntarás como es que Chase descubrió la verdad de mi origen. Aquí te lo cuento.

Tras leer mi carta en la que le anunciaba que me casaría con Zig por el bien de los dos,  Chase estalló en furia y en medio de su desesperación le tiró un puñetazo a la vitrina del vestido favorito de madame. Los pedazos de cristal cayeron dejando descubierto el traje y Chase notó una llave bajo este. Tuvo una corazonada, tomó la llave y se dirigió al ático donde encontró un viejo y empolvado cofre, ahí dentro estaba escondida toda mi historia. Los recortes de periódicos sobre el atentando, las cartas de agradecimiento de mi padre, etc. Luego de ello pidió refuerzos, llamó a los gemelos y a Miranda tan rápido como pudo. ¡Qué bueno que lo encontró! ¡Si no estaría casada con ese cretino! Estoy mil porciento segura que madame lo guió, de otra forma no es posible que sucediera tal acontecimiento.

Bueno eso es todo. 

He tenido bastante tiempo libre y he avanzado muchísimo con mi historia. Con suerte en poco tiempo la terminaré.

Realizamos una pequeña reunión por navidad en casa. Invitamos a todos: los gemelos, Miranda, Ian, Stella, Kyle. Todos reunidos para pasar un momento especial.

Andy, Stella y yo preparábamos el pavo en la cocina mientras el resto jugaba videojuegos en la sala.

—Me alegro mucho que las cosas se hayan arreglado entre ustedes. Son el uno para el otro—dijo Stella mientras preparaba el puré de manzana.

—Esperemos que el idiota de Kydd no vuelva a mostrar su cara por aquí y yo mismo lo golpearé por ti— dijo Andy.

Reí.

—La violencia no es necesaria, todo estará bien ahora.

Andy se encargó de dar los últimos detalles a la cena y todos comimos maravillados.

—Deberías dejar de cantar y hacerla de Cheff— le bromeó Chase mientras cenábamos.

Me retiré un momento por un vaso de agua a la cocina y encontré a Kyle, al verme se asustó.

—¿Pasa algo?

—Bueno, igual y estaba planeando contártelo. Hoy voy a declararle mi amor a Stella.

—¿¡En serio!?

Nunca lo habría imaginado pero ahora que me pongo a pensarlo Kyle siempre era muy considerado con ella, ¿Cómo no me di cuenta? Ellos dos harían una bonita pareja.

—Suerte con ello, yo creo que será un sí.

Kyle me sonrió nervioso y se quedó de pie ahí esperando. Stella ingresó a la cocina y los dejé solos para que se desarrollara la acción.

Al salir de la cocina me encontré con Chase mirándome fijamente. Sin decirme nada me tomó de la mano y me condujo al jardín lejos de la vista de todos. Me envolvió en sus brazos mientras veíamos los fuegos artificiales en el cielo.  La situación me recordó nuestro primer beso.

—Tuve tanto miedo de perderte— susurró a mi oído.

—No sabes lo fuerte que me hirieron las mentiras de Zigmund, creer que eras mi hermano rompió mi corazón. Pídeme cualquier cosa menos que deje de amarte.

Sonrió y me estrechó con fuerza.

—Nunca me separaré de ti Meg. Tú me has ayudado mucho, gracias a ti he cambiado, he superado mil problemas, me han pasado desgracias y tú siempre estuviste ahí incondicional. No te importó si era famoso, si tenía dinero o no, tú sólo mirabas a quien soy en realidad.

—Y es de quien me he enamorado. Ese Chase torpe, bromista, pero de dulces sentimientos.

Me besó intensamente  haciendo hervir mi sangre, mi cuerpo tomaba vida al sentirlo tan cerca a mí.

—Vamos, quiero que esta noche sea especial.

Escapamos del grupo que estaban cantando villancicos en la sala esperando los pocos minutos que faltaban para la medianoche.  Chase me llevó a su habitación.  Me besó suavemente mientras me depositaba sobre su cama y supe en ese momento lo que pasaría. No tenía dudas, es más quería que el fuera el primero y el único al que le demostrara completamente mi amor.

Sé que quieres detalles, pero eso se queda para Chase y yo, no seas tan curioso. Con decirte que fue dulce, mágico e increíble te digo todo. Fuimos uno solo en nochebuena, nos prometimos amarnos por siempre y no permitir que nadie volviera a separarnos jamás y estaba dispuesta a cumplir mi promesa hasta el final de mis días.

Fue tan hermoso que quería llorar de felicidad, habíamos pasado tantas aventuras juntos pero ahora tenía la certeza que nada volvería a separarnos, nada ni nadie. Amo a Chase con todo mi ser y no hay nada que no haría por él, esta noche quedó demostrado.

El Diario de Meg- Mayte GutiérrezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora