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Su vida estaba siendo muy extraña últimamente, tan jodidamente extraña y lo admitía pero por estúpido que pareciera, todo se estaba volviendo más extraño aún, y vaya que le costaba creer que esto fuera posible.

Él sólo quería darle consuelo a su novia y resultaba que era ella quien lo consolaba a él, ¿Qué se suponía que estaba pasando? Si no era mucho pedir, quería una muy buena explicación para no terminar volviéndose loco.

—Tranquilo, no voy a presionarte para tener sexo.

Dijo, Iris y él mundo de Cyrus se puso de cabeza, se suponía que esas palabras debía decirlas él, se suponía que debía ser Iris quien estuviera nerviosa no él, se suponía que él debía ser heterosexual para estar en una relación con una chica, pero últimamente todo su mundo se basaba en un "Se suponía", por qué nada seguía el curso de lo que se consideraba normal. Y es que nada en su vida era normal desde que conoció al farmacéutico, que por desgracia iba a su mismo colegio, hecho que no habría notado, de no ser porque este se hizo, hace poco, parte del equipo de básquet del colegio.

Y pensar que todo pasó por querer un par de condones, y desde que buscó aquello, había conseguido una caja llena de estos, que no usaba aún porque ya no era tan heterosexual como la vez en que los compró, ¿Por qué nadie le advirtió que hacer aquella compra le iba a costar su heterosexualidad? Se sentía estafado.

—¿Iris te dijo eso?

Preguntó TJ, a su chico Muffin, una vez que se sentó a su lado.

Era sábado. Y hoy verían una película en la casa del menor, porque el de ojos verdes así lo había sugerido y a Cyrus no le pareció mala idea.

—Se sintió raro que dijera eso—confesó apenado—siempre creí que sería quien lo diría.

TJ le dedicó una sonrisa, y posteriormente lo besó.

—Si te hace sentir bien puedes decírmelo a mi.

Y entonces Cyrus pensó que TJ había enloquecido, pero dado que él estaba igual de loco,  le siguió el juego.

—Prometo no presionarte para tener sexo.

Y debía admitir que se sentía tan bien decirlo.

—No seas tímido, presioname.

Y Cyrus estalló en risas.

TJ era realmente un loco, pero uno muy adorable.

Y entonces se dejó abrazar por su loco favorito, dejando que la película se reproduciera.

Media hora más tarde, a la casa de Cyrus llegaron Andi, Buffy, Marty, Jonah y por supuesto Iris. Y no, no venían de sorpresa dado que él mismo Goodman los había invitando el día de ayer, sin esperar que hora más tarde TJ le pediría pasar la tarde juntos, y sin darse cuenta se había olvidado de cancelar a sus amigos para poder estar a solas con su reciente amigo.

—¿Y qué película estaban viendo? 

Preguntó Buffy, cuando todos tomaron asiento.

—Secreto en la montaña.

Bromeó TJ, aunque en realidad habían estado viendo una película sobre perros parlantes, y cómo era de esperarse todos rieron, todos excepto Jonah, quien no comprendía de qué hablaban.

¿Secreto en la montaña? ¿Estarían hablando de una película de suspenso? Pensó confundido.

La incomodidad y tú [Tyrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora