XXVI

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Buffy, sentía que su vejiga iba a explotar en cualquier momento, por lo que no muy contenta se tuvo que levantar para ir al baño.
Cuando se levantó vio a sus amigos durmiendo en la sala, justo como habían quedado la noche anterior hasta casi ver una serie completa.

Lo turbio de la situación era que mientras Cyrus dormía junto a Iris, TJ quien también dormía junto a este, tenía una erección que justo daba con el trasero de su amigo ¿En serio, qué relación no gay había entre ellos?
Rodando los ojos se fue al cuarto de baño.
Sabía que debía hablar con Cyrus pero sería difícil que este entrara en razón.
Más tarde a la hora de desayunar, observó como Iris, quien estaba sentada junto a Cyrus le ofrecía probar se su tostada con mermelada mientras que poco después el basquetbolista, le daba también de probar su tostada con manteca, entonces Buffy arqueó una ceja, era evidente que al hijo de psicologos no le molestaba en lo más mínimo aquella relación, ¿Pero en serio a nadie le molestaba en aquella mesa aquella rara relación? Cuando todo parecía perdido, Jonah habló.

—También quiero de tu tostada.
Le dijo al de ojos verdes, quien alegó que no podía ofrecerle de su desayuno porque era suyo, sin embargo, cinco minutos después le volvió a ofender a Cyrus su tostada y este comió feliz.
Jonah entonces se sintió estafado.

Horas más tarde cuando le tocó ver a Buffy la forma tan natural en la que TJ besaba a su amigo, estando los dos en una de las habitaciones, se preguntó si Cyrus era virgen, y si conociera a Becky, la muñeca inflable que el de ojos color miel le había obsequiado a su novio, sabría que sí lo era. Porque no por tener doble pareja iba a fornicar a lo loco.

Cuando el beso terminó el basquetbolista buscó repetirlo pero Cyrus lo detuvo.
—No te conté antes pero...mis papás descubrieron la caja de condones que compré.

Cyrus bajó la mirada sonrojado. Y su pareja se sintió fatal.

—¿T-e prohi-bieron verme? 

Leslie, seguro quería matarlo.

—Ellos ni siquiera saben que existes.
Eso le dolió pero era verdad, él podía conocer a su suegra pero esta no sabía que él no era sólo su paciente sino también el amante de su hijo.
—Entonces ¿Cuál es el problema?

—Ellos no reaccionaron como deberían…

—Explica.

—Se molestaron porque a pesar de que tengo pareja no los usé.
Thelonius, supo entonces que se llevaría excelente con sus futuros suegros.

La incomodidad y tú [Tyrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora