Un pequeño momento

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Penúltimo capítulo!!!

Pero solo de esta primera parte, decidí que sería buena idea llegar hasta aquí pues ya son 20 capítulos! creo que tendrá sentido, ya lo verán y ojalá puedan seguir la segunda parte de la cual ya tengo ciertas ideas, bueno, disfruten, traje un capitulo largo en compensación de todos los pequeños capítulos que estuve subiendo, espero lo disfruten :D

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(V)
Que haré ahora? Estaba recargado en el tocador frente a la cama, la luz ya había entrado iluminando toda la cama y sobre ella estaba la peliazul dormida, que pasaría a partir de ahora? Después de lo de anoche no tenía excusa, había caído redondito en las redes de esa humana y ahora era incapaz de ignorarlo, tantas cosas que he dicho, tanto rencor, ya nada de eso tiene sentido ahora, porque aunque no me agrade del todo aceptarlo, ya no la odio, entonces?  Que es lo que ocupa el lugar de ese sentimiento?.

(B)
- Que se supone que haces humana?
Estaba tan concentrada que no pude evitar sobresaltarme al escuchar su voz
- Maldición, Vegeta!
Giré mi silla para verlo. - A caso quieres matarme de un susto?!
- No, eso no es necesario, estás haciendo un excelente trabajo al respecto.
Entendí
- Estoy bien Vegeta, no tienes de que preocuparte
Lo oí bufar con aparente desaprobación, si sayayin, se perfectamente que te preocupo aunque no estés dispuesto a decirlo, le sonreí, él se giro en señal de retirada pero se detuvo repentinamente, volteo y su mirada era diferente y la reconocía perfectamente, sonreí y el se acercó nuevamente, me senté en el escritorio y lo esperé.

(V)
Despues de todo la mujer si sabía cuándo callar, su sonrisa me decía que entendía lo que quería y no dijo más, tan solo se acomodo en la mesa de su escritorio posando para mí. Acaricié su rodilla y subí a sus piernas tan bellas, la falda tan extrañamente larga pero muy ceñida a su cuerpo me impidieron subirla aún más así que fui por su cintura, metí mis manos por debajo de su blusa rodeando su sicatriz y fui hacia atrás, a su espalda, ella me miraba fijamente, supongo que disfrutaba de verme así de encandilado por su cuerpo, un poco vergonzoso pero bueno, los dos disfrutábamos. Quite su blusa descubriendo aquello que había notado, no traía ropa interior.

(B)
Acarició mis senos, beso mi cuello y subió a mis labios y oídos, no tardo en notarlo, la falda estorbaba demasiado así que dejo todo y pidió permiso con la mirada, yo asentí con una mirada igual, de un solo tirón la desgarro de abajo hacia arriba y la tiró a un lado, suerte que no era ninguna de mis favoritas.
- Eres tan vulgar
Dijo con su sonrisa de lado y mirada perversa.
- Y te encanta
Le respondí segura de mi afirmación. Acomodé mi cuerpo mas atrás para dejar espacio y le dejé el resto.

(V)
Era el momento perfecto para explorar esa parte que tanto me gustaba pero de otro modo, subí uno de sus pies a la mesa para abrirme paso.

(B)
Tan solo decline mi cabeza hacia atrás aguardando el primer contacto, sentí sus manos acariciar mis piernas, como preparando todo, vamos! Házlo ya!, Mi respiración se agitaba de solo imaginarlo, maldición, como me delataba, pero debía tranquilizarme, conocía su menté, si me mostraba demasiado ansiosa se pondría a jugar conmigo y tardaría aún más en darme lo que quería, respire.
Y por fin lo sentí, shit! El maldito sabía exactamente en donde empezar, con sus labios absorbió justo la parte más sencible y comenzó a mover su lengua, al principio con delicadeza, como explorando, probando, después preciono aún más sus labios y comenzó a mover su lengua con más firmeza y agilidad, o cami! Sentía que no podría aguantar demasiado, ya comenzaba a gemir aunque intentará reprimirme, además mi cuerpo se estremecía con sus movimientos así que no había tanto que ocultar, maldito, lo estaba haciendo jodidamente bien.
El primer orgasmo llegó pero él no se detuvo un momento, con una de sus manos se encargo de seguir provocando el mismo lugar y él bajo aún más, introduciendo su lengua como si de un manjar se tratará, cami! Era tan vergonzoso, yo no dejaba de lubricar y el no dejaba de tomar todo, me estaba volviendo loca y mis voces lo decían sin descaro.

La esposa de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora