Asher Faith
— Deja de llorar por tu novia perdida y mueve tu patético culo — la voz de Sebastian resonó al otro lado de la línea telefónica lucía cansado y no podía culparlo — tienes a Cassandra detrás de ti Asher, ¿sabes lo que muchos universitarios de primer año harían para poder siquiera hablarle? —
Los días habían pasado volando y desde mi regreso de mi viaje en busca de Jade al otro lado del mundo mis ánimos había decaído cada vez más. Ya ni siquiera tenía fuerzas para comer, entrenar o hacer algo que no fuera maldecirme por haberla perdido.
— Tiene las tetas demasiado caídas y su voz es demasiado chillona — gruñí mientras daba un brinco al suelo dejando por un par de minutos la cama donde había pasado los últimos meses.
— ¡Solo enfocate en meter tu verga en alguno de los orificios y ser feliz por un rato!
Sabía que Sebastian solo intentaba ayudarme, era lo único que había hecho desde que nos conocimos meses atrás en la universidad pero las cosas eran más complicadas de las que él creía. Podía contarle cada detalle de mis años de gloria junto a Jade pero no podía hacerle entender lo que ella es para mi.
Jamás preste atención a esas cosas del amor, siempre creía que alguien que había nacido y vivido prácticamente toda su vida sin él no podía sentirlo. Pero si acaso tengo alguna mínima idea de lo que era sabía que era por Jade o al menos ella es quien quería que me enseñará lo que era el amor.
— Para ti es fácil porque solo tienes que fijarte en si su verga va a entrar en tu culo — dije rodando los ojos mientras abría el primer cajón de mi escritorio donde descansaba un frasco de pastillas para dormir que me había recomendado el psicólogo al cual mi abuela me había obligado a asistir — yo estoy en busca de algo que nadie más tiene —
— ¡Todas las mujeres tienen tetas, vaginas y ganas de tener sexo! — exclamó — aunque no puedo prometer que sea contigo... tal vez las primeras dos no suenan demasiado inclusivas pero sabes a lo que me refiero —
— Jade no es sólo tetas, vagina y ganas de tener sexo — respondí molesto mientras tomaba un par de píldoras — ella es mucho más que eso, es mi mejor amiga y.... —
— La mujer con la que te vas a casar, me lo has dicho millones de veces Asher pero la realidad es que ella se marchó y ni siquiera te dijo la verdad del por qué — dijo con tono tranquilizador era como si cada vez que me escuchara hablando de ella sintiera pena de lo patética que era mi vida... aunque yo también lo hacía — necesitas seguir con tu vida, hay muchas mujeres allá afuera que valen la pena y seguro que con un par de ellas se te pasa, solo quiero dejar de verte lloriqueando por todos los pasillos; te ves de la mierda —
— Tome unas pastillas para dormir, hablamos después — anuncie antes de colgar el celular ignorando por completo las palabras de aquella cosa que podía considerar mi único amigo.
Sé que tal vez tenía razón pero no quería escuchar nada que no fuera un "ella va a volver", no podía pensar en algo que no fuera la forma en la que arrugaba la nariz al reír cuando una broma le parecía mala, o la manera en la que sus rizos se enredaban formando un nido de pájaros en su cabeza por la mañana y cómo besaba mis labios suavemente sin buscar segundas intenciones después de mirarme en silencio durante algunos segundos.
Había comprendido que en todos aquellos intentos para salvarla de mí sólo era un intento mediocre a negarme a aceptar a que no podría existir sin ella. Tal vez era un acto egoísta que cada vez que sentía que comenzaba a odiarme corriera a su lado como el perro lastimero que era a pedirle disculpas hasta que me aceptaba devuelta en su corazón.
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RAMÉ ✔️
RomanceErase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de los errores y ambiciones de sus padres; espíritus de niños deprimidos por el mundo cruel del cual nadie intentó salvarlos. Hasta que se cono...