Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de los errores y ambiciones de sus padres; espíritus de niños deprimidos por el mundo cruel del cual nadie intentó salvarlos. Hasta que se cono...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Se ve linda? — preguntó Jade parada sobre su cama mientras posaba como toda una obra de arte con su pequeña tiara brillante en su cabeza.
— Demasiado, — asentí viéndola desde abajo, recostado sobre las almohadas mientras luchaba para que mis ojos no se cerraran del cansancio — ahora vamos a dormir, ¿sí?
Jade se dejó caer de rodillas a mi lado, removiendo mi cuerpo un poco bajo su peso y entonces sentí sus labios dulces sobre los míos en un suave beso.
— Gracias.— susurro, sonriendo mientras se quitaba la tiara, dejándola en alguna parte del suelo en la cual permanecerá hasta que yo la moviera.
— Lo que sea por mi reina del baile de debutantes, — respondí sonriente mientras estrechaba contra mi cuerpo, recostando su cabeza sobre mi pecho antes de taparnos con una manta.
— No puedo creer que gané, Asher.
— Eras la más hermosa ahí, era claro que ibas a ganar. — dije, tomando su cabello rizado entre mis dedos, aún estaba húmedo y olía a flores.
Jade y yo acabamos de salir de bañarnos después de un largo día en el baile de debutantes de la ciudad, ella había sido elegida como una de las invitadas y claramente acepto.
Casi me da un infarto cuando me enteré, era claro que necesitaba un caballero y ella no dudo ni un segundo en pedírmelo.
Odiaba estas madres, para mi eran concursos estúpidos que sexualizaban a las mujeres aunque intentarán darle un toque cultural con sus estúpidas presentaciones, pero ella las amaba y había esperado casi toda su vida para participar.
Habían sido las peores semanas de mi vida; entre la escuela, los entrenamientos de fútbol para la temporada que se acercaba y los ensayos del baile junto a los deberes de un caballero eran demasiado, pero lo había hecho por ella.
Nada podría comprarse con su sonrisa al bajar por las escaleras portando orgullosa su vestido rojo, o la forma en que sus ojos brillaron al verme.
Había hecho las cosas que más odiaba, — usar traje con moño, bailar, participar en estos concursos y pasar horas entre diseñadores y maquillistas — pero no se sentía como eso, en realidad me habían encantado cada una de esas cosas porque lo había hecho por y para ella.
— Asher. — susurró Jade en mitad de la oscuridad.
— Mmmm.
— Te quiero aún más, — dijo — sé que odias esto pero estuviste ahí, aún cuando te toco bailar.
— Sabes que haría cualquier cosa por ti ,— respondí cerrando los ojos — pero por favor dejemos que pasen unos meses antes de otro concurso, ¿si?
— Sí — asintió con una sonrisa —Buenas noches.
— Buenas noches, nena. — dije antes de caer completamente dormido.
