RAMÉ ✔️

CAPÍTULO 11

La lluvia de verano impactaba contra mi ventana de manera aterradora, había comenzado a creer que en cualquier momento el vidrio de ésta cedería para caer en miles de pedazos sobre el suelo de mi habitación.

«Al menos haría juego con mi corazón» pensé.

Había pasado una semana desde que dejé a Asher en aquel cuarto de habitación solo para huir con Moshe a un hotel y cometer un error más.

Sabía que él no tenía idea de que me había acostado con su hermano mayor porque aún no a aparecido ninguna ambulancia o policía en su casa.

Así que en silencio agradecí a Moshe por mantener la boca cerrada.

No es que hubiera sido malo pero algo en ello me hacía sentir como una basura, sabía que parte de mi me había impulsado a hacer lo que hice solo por vengarme de Asher, aunque fuera en silencio. Jamás había tenido sexo de una forma tan vaga con alguien que no sintiera algo por mi; nunca había estado con alguien que no fuera Asher y se sintió raro.

«Bueno, pero Asher no siente nada por ti» me recordé mientras rezaba por no volver a llorar.

Supongo que una parte de mí siempre supo que solo era un juguete para él.

Estaba a punto de ponerme a borrar todas las fotos que teníamos juntos en mi celular cuando un par de golpes en mi ventana me asustaron.

— ¡Mierda! — grite mientras me preparaba para salir corriendo por mi vida en busca de Nicholas que esperaba que la lluvia bajará para volver a casa.

— ¡Jade! — escuche un grito desde afuera — ¡Abre la maldita ventana porque me estoy empapando! —

Tome un cepillo de mi tocador en dado caso de que fuera un ladrón.

«Un ladrón no sabría tu nombre, tonta» me dije antes de correr a la ventana encendiendo la pequeña lámpara de mi mesita de noche.

Los ojos azules de Asher se iluminaron bajo la luz blanca como dos halos de zafiro, su piel estaba pálida, su cabello había oscurecido varios tonos gracias a la lluvia que chorreaba de él y podía notar por la forma en que sus labios se movían que estaba temblando.

— ¡¿Estás loco?! — exclame mientras comenzaba a abrir la ventana.

Pero antes de que quitara el último seguro negué con la cabeza y retrocedí un par de pasos.

— No — negué con las lágrimas nublando mi vista — si solo estás aquí para burlarte de mi quiero que te vayas —

— ¡Jade, no estoy aquí para... mierda, mira ábreme porque te juro que me voy a caer! — gritó antes de escupir un poco de agua— ¡Si después de lo que te diga no quieres verme me iré, lo juro! —

Lo mire con el ceño fruncido antes de suspirar cansada.

No podía dejarlo ahí, lo que menos necesitaba era tener que limpiar su cadáver de mi patio o dar explicaciones de porque el estúpido trepó hasta la ventana de mi habitación en un inicio.

Quería odiarlo, pero también sería una mentirosa si dijera que no quería saber lo que venía decirme.

Abrí la ventana rápidamente y lo ayude a pasar antes de traer un montón de toallas del baño para cubrir su cuerpo empapado por el agua.

Asher comenzó a quitarse la ropa de manera natural y yo solo me limite a sentarme en la cama apartando la vista; no quería que mis hormonas hablaran por mi.