— ¿Te sientes mejor, amor?
— Sí. — asentí con frialdad mientras mantenía los ojos cerrados intentando no romperme en llanto.
Estaba oficialmente en los últimos días de mi embarazo, Nathaniel estaba sano y en tan solo dos días estaría siendo ingresada al hospital donde nacería. Debería de estar emocionada y sonriendo, no triste y enojada.
— Jade, debemos de hablar, — dijo Ezra con un tono tranquilo, sabía que estaba tan molesto como yo y ahora también se sentía culpable — no podemos dejar las cosas así. —
— No lo hagas más difícil, por favor. — respondí, solía ser buena en mantenerme al margen con mis emociones pero con él las cosas cambiaban — Solo vete y ya. —
— Sabes que no lo voy a hacer, así que abre los ojos y hablemos.
Habíamos discutido minutos atrás, después de la cita con la ginecóloga la cual me había dicho que debería de guardar reposo por estos últimos dos días arruinando por completo mis planes de acompañar a Ezra a su fiesta de cumpleaños. Él había decidido quedarse conmigo en vez de ir con sus amigos.
Había sido un drama total, ni siquiera recuerdo bien todo lo que dije a excepción de la última palabra: "Terminamos".
¿De verdad quería que se fuera?
No, no lo quería, pero no podía ser tan egoísta como para ver cómo destruía el rumbo de su vida.
— Tienes veintitrés años, Ezra. — respondí mientras posaba mis ojos sobre su semblante serio — Deberías de estar disfrutando, saliendo con montones de chicas, bebiendo hasta que pierdas la conciencia y festejando tu cumpleaños; no encerrado haciéndole masajes a los pies hinchados de una embarazada. —
— Jade, quiero esto. — dijo mientras posaba una mano sobre mi vientre el cual parecía que iba a estallar en cualquier momento — Sé que tal vez te suena ilógico pero nada de eso me importa, ya viví todo eso en algún momento y ahora te quiero a ti, sé que estás asustada. Yo estoy aterrado pero por favor no me alejes. —
— Ezra, solo estás emocionado de la idea de...
— ¡¿De qué idea?! — exclamó antes de pasarse las manos por el rostro y ponerse de pie, ambos habíamos ido a parar al sofá después de que un pequeño dolor invadió mi cuerpo por culpa de mi enojo — Jade no es ninguna idea estúpida acerca de enamorarme de ti porque tengo un fetiche raro con las mamás o porque me haya faltado el amor familiar y quiera cubrirlo contigo. —
» Sí, tal vez no me veía así hace un año pero la vida jamás es como uno imagina que será, — dijo mientras posaba sus verdes ojos sobre mí — y tú mejor que nadie lo sabes. —
— Pero yo me metí en esto Ezra, yo fui quien lo eligió.
— Y yo también, — respondió — ¿crees que alguien me obligo a esperar a la linda mesera nueva del bar hasta su hora de salida y llevarla a cenar? ¿Qué alguien me puso una pistola en la cabeza para decidirme que tu eres lo que quiero? —
— Solo quiero que seas feliz. — chillé, quise aguantarme pero no podía.
Era difícil ser una embarazada a punto de parir que estaba en medio de arreglar su relación con su abuela y terminar con su novio.
— Pues entonces déjame quedarme a tu lado, porque te juro por lo que mas quiero que nunca había sido tan feliz como estos últimos meses. — respondió con la voz temblorosa — Nunca había sentido esa emoción de ver a alguien todos los días, me encanta sentir como mi corazón se acelera cada vez que vamos a la ginecóloga y nos da noticias del bebé o cuando pasamos navidad y año nuevo con mi familia; que todos me digan lo enamorados que nos vemos... Es todo lo que necesito. —
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RAMÉ ✔️
RomanceErase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de los errores y ambiciones de sus padres; espíritus de niños deprimidos por el mundo cruel del cual nadie intentó salvarlos. Hasta que se cono...