Erase una vez una niña llamada Jade y un niño llamado Asher, ambos eran víctimas de los daños colaterales de los errores y ambiciones de sus padres; espíritus de niños deprimidos por el mundo cruel del cual nadie intentó salvarlos. Hasta que se cono...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Asher Faith
— Asher — el gemido sonó con una cántico halagador para mis oídos mientras me concentraba en hacer que estos se convirtieran en gritos descontrolados; aquello me llevaba al límite.
Celia se encontraba sobre mi regazo con las piernas a los costados de mi cuerpo mientras mis embestidas hacían que sus pechos en mis manos brincaran a la par, podría decir que eran mejor antes de la operación pero en realidad no era una persona que diera halagos o mintiera por un poco de sexo.
Sus labios carnosos se cerraron sobre la piel sensible bajo mi oreja haciendo que la corriente eléctrica escalando por mi columna vertical se intensificará.
— ¡Oh, carajo! — gimió Celia cuando la gire dejándola bajo mí, temblando con ganas mientras seguía con mi ritmo sintiendo el orgasmo que se avecinaba — ¡Asher! —
Debí de haber ido con otra, no era que ella fuera mala al menos sabía moverse y sus mamadas no eran tan malas pero era demasiado gritona; en veces me asustaba los ruidos que hacía.
Un par de golpes en la puerta acallaron los gemidos de Celia quien ya había empapado toda la cama con su orgasmo mientras yo me venía en el condón disfrutando del placer.
— ¡¿Quién?! — gritó Celia, le encantaba pavonearse por ahí con la lista de hombres a los que se cogía detrás de ella.
— ¡Soy Jack! — respondió alguien al otro lado, por encima de la música — ¡¿Está Asher contigo?!
— ¡Sí! — exclamó Celia riendo mientras yo la fulminaba con la mirada.
Como dije, le encantaba pavonearse, pero para mi suerte Jade estaba demasiado cansada como para venir a esta fiesta y así no tendría que molestarme mucho en recordarle a Celia su lugar antes de inventar un disculpa aceptable.
— ¡¿Qué mierda quieres?! — gruñí mientras me vestía, ya había acabado con lo mío aquí así que podía irme.
— Necesito que salgas un momento, es importante.
Carajo.
Tomé mi celular y me sorprendí al no ver ningún mensaje de Jade.
— ¿Qué quieres Jack? — pregunté molesto mientras salía del cuarto — Pensé que no ibas a venir porque estabas muy ocupado lamiendo el coño a alguien de otro colegio.
— Y era así, — asintió, lucía asustado y nervioso — estaba en la fiesta del otro colegio y la estaba pasando, pero después me encontré con alguien.
— ¿Y a ti te parece que me importa tu vida? — pregunté con un tono burlón.
— Sí, porque a quien me encontré fue a Jade. — respondió robando mi atención por completo.
