3. Primeras Pesquisas.

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Cuando Fuyuhiko abrió los ojos, se encontró con la verde mirada de  Misaki que, acuclillado junto a la cama, lo observaba de cerca con una sonrisa.

- ¿Sabías que hablas dormido? - preguntó el menor soltando una risilla.

Fuyuhiko se sentó apoyando su espalda en el cabecero y removió su alborotado pelo despeinándolo de manera que a Misaki le pareció bastante atractiva.

- ¿En serio? - preguntó Fuyuhiko mientras bostezaba - nunca me lo habían dicho.

Misaki entrecerró los ojos con una sonrisa pícara, dispuesto a pinchar un poco al mayor.

- Parecías tener un BUEN sueño - dijo remarcando la palabra dándole un doble sentido.

Fuyuhiko, miró horrorizado al joven que reía internamente ante el rubor del azabache y encogiéndose de hombros quitando importancia al asunto, retiró las mantas y se levantó para dirigirse al baño, parándose junto al menor de forma indolente.

- Y por lo que veo...tu disfrutaste escuchando ¿mm? - dijo Fuyuhiko con un medio susurro tan sexy que Misaki se sonrojó furiosamente. Fuyuhiko pasó de largo y entró en el baño con una carcajada. La veteranía es un grado, pequeño, pensó el mayor aún riendo por la cara que puso Misaki, mientras se introducía en la ducha.

El castaño aún estaba congelado, mirando fijamente la puerta del baño que ahora estaba cerrada.

- Estúpido y sensual viejo... - murmuró Misaki con la cara aún roja.
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- Lo siento Usami-san...pero no puedo dar esa información. El antiguo propietario fue muy claro al respecto. Quería quedar en el anonimato - dijo el agente que le vendió el piso.

- Comprendo... Pero encontré unos objetos que parecen valiosos y creo que esa persona querría recuperarlos - excusó Fuyuhiko, tratando de convencer al otro.

El agente pareció sopesarlo un momento y con un leve asentimiento, rebuscó entre unos papeles hasta dar con el que buscaba.

- Entienda primero que esto lo hago como un favor... Y debe quedar en secreto el que yo le di esta información - aclaró el agente. Se sentía un poco en deuda con ese hombre por venderle ese piso sabiendo lo que pasaba allí, de lo que él mismo fue testigo en algunos momentos.
El día que logró deshacerse de esa propiedad apenas si podía creerlo. Aunque...parecía que ese tipo no sabía o no le importaba que el apartamento estuviera ¿encantado? Aún le parecía absurdo, incluso habiendo visto con sus propios ojos los objetos moverse por sí mismos y oído esos golpes y ruidos.
Mientras Usami no quisiera revocar la venta, podría hacerle el pequeño favor de darle un nombre.

- Mmm...a ver...si, el nombre del anterior propietario era... Takahashi Takahiro.

Fuyuhiko miró a Misaki por si reconocía el nombre pero el joven negó con la cabeza.

- ¿Sabe por qué le urgía tanto venderlo, incluso hasta ponerlo muy por debajo de su valor real?

El agente se removió incómodo en su sillón. No le agradaba hablar de sus clientes, pero ya había dado información privada, que importaba decir algo más.

- Bueno...parece que el hermano menor del señor Takahashi desapareció de repente, ese apartamento le traía demasiados recuerdos y necesitaba el dinero urgente para cambiar a otro lugar.

Misaki jadeó por el asombro. Ese hombre del que hablaba el agente...¿Era su hermano? Takahiro...Takahiro...se repetía una y otra vez. ¿Por qué no podía recordar ese nombre?
Fuyuhiko miró de reojo al castaño, que parecía a punto de llorar. Sintió el impulso de consolarlo, pero no estaban solos así que eso tendría que esperar.

Como en el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora