16.(Final) Como En El Cielo.

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Por suerte, cuando Fuyuhiko abrió la puerta y entró al apartamento seguido de cerca por Misaki, las molestas visitas se habían marchado. El mayor se quitó el abrigo dejándolo caer descuidadamente en el suelo y se acercó al castaño a pasos lentos, hasta estar a escasos centímetros.
Fuyuhiko tragó saliva. Nervioso pero decidido, alargó la mano a la mejilla de Misaki, que cerró los ojos por inercia para sentir la caricia, aunque sabía que no podía.

- Mi...Misaki, ¿sentiste eso? - preguntó asombrado Fuyuhiko. Era extraño, pero podía notar la piel sólida de Misaki bajo su mano - Misaki...puedo tocarte...

El castaño abrió los ojos y llevó también sus manos a las mejillas del mayor, acariciándolo suavemente. Era cierto. Se sentía sólido, real... No era posible...
Fuyuhiko tomó a Misaki por ambas mejillas y le miró a los ojos con intensidad.

- Por fin puedo hacer algo que llevo queriendo hacer mucho tiempo...

Y acercando su rostro al del menor, posó sus labios en los de Misaki en un tierno beso que segundos después, se transformó en uno rudo y necesitado. Los labios de Misaki se abrieron para Fuyuhiko, que profundizó el beso mientras bajaba el agarre de las mejillas hasta la cintura, aferrándose a ella, acariciando los brazos en el camino.
Misaki gimió cuando Fuyuhiko estrechó el abrazo, y pasó sus brazos por el cuello del mayor enterrando los dedos en su cabello, acercándolo aún más.
Lentamente, Fuyuhiko fue arrinconando a Misaki en la pared junto a la puerta, mientras los besos subían de intensidad al igual que sus jadeos.
El mayor, haciendo alarde de su gran fuerza, agarró del trasero al castaño y con un impulso, hizo que Misaki le rodeara la cadera con las piernas, haciendo que ambas erecciones se rozaran, provocando un ronco gemido en ambos.
Fuyuhiko descendió con sus labios por el mentón del menor y siguió hasta su cuello, besando y mordiendo ferozmente, haciendo estremecer a Misaki que se aferraba a los hombros del mayor.

- Mmmhhggg...Fu...yuhiko...Qué...que está pasando...por...por que puedes tocarme...

Fuyuhiko como respuesta, intensificó el agarre y sin decir palabra alguna, se dirigió hacia el dormitorio aún con Misaki enredado en su cadera y con cuidado, lo puso en el centro de la cama, recostándose sobre el menor mientras volvía a besarle de nuevo salvajemente.
Despacio, Fuyuhiko agarró el borde de la camiseta de Misaki y la levantó dejando los rosados pezones del menor a la vista. Pasó su lengua por uno de ellos, lamiéndolo con fuerza de forma insistente hasta ponerlo duro y sensible, mientras Misaki se removía inquieto por el placer que sentía.

- Ahhh Hi...Hiko-san... - gimió Misaki cuando el mayor comenzó a estimular el otro pezón.

Con manos temblorosas, Misaki deslizó la camiseta del mayor hacia arriba, sacándola y lanzándola a algún lugar del suelo del dormitorio y acarició embelesado el firme y musculoso pecho y abdomen de Fuyuhiko.

- Mmmm...Hiko-san...para tu edad tienes un gran cuerpo... - dijo el castaño con una sonrisa pícara en los labios.

Fuyuhiko soltó una risilla divertido.

- Si bajas más tus manos notarás que otra cosa tengo grande - contestó el azabache con una sonrisa socarrona al ver el fuerte sonrojo de Misaki.

Algo apenado, pero deseoso, el castaño siguió la caricia bajando poco a poco hasta el cierre del pantalón del mayor y deliberadamente despacio, abrió el cierre y metió una de sus manos, palpando el miembro de Fuyuhiko que estaba duro y palpitante.

El azabache echó la cabeza hacia atrás con un ronco gemido que excitó sobremanera a Misaki, haciendo al menor más audaz en sus caricias.
Fuyuhiko arrancó la camiseta del menor de un tirón, sin apenas ya paciencia y uniendo de nuevo sus labios en un lascivo beso, el mayor desabotonó el pantalón de Misaki sacándolo de un tirón junto con la ropa interior, dejando al castaño totalmente desnudo.

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