4. Última Esperanza.

89 13 4
                                    

Takaba Akihito se removió del férreo abrazo de su amante Asami Ryuichi.
Quien iba a pensar que un jefe de la yakuza sería tan tierno en algunas ocasiones, sonrió Takaba acomodando un mechón de pelo de Asami.

- Ryuichi...tengo que irme... - llamó Akihito tratando de soltarse y salir de la cama.

Asami abrió un ojo y volvió a cerrarlo.

- De eso nada - dijo estrechando más a Takaba entre sus brazos.
Takaba rodó los ojos. A veces también era peor que un niño caprichoso.

- ¡Claro que si! Tengo una reunión de trabajo y me van a pagar mucho dinero, así que ¡muévete!

- No necesitas trabajar, yo tengo dinero de sobra - comentó Asami reteniendo aún a su amante.

- ¡Asami Ryuichi! ¡Suéltame en este instante! - exclamó algo molesto Takaba.

Con un gruñido de protesta que provocó una risilla en Akihito, finalmente liberó al joven y le dejó salir de entre las sábanas.
Takaba se dirigió al baño y se metió en la ducha. Minutos después sintió unas manos conocidas recorrer su cuerpo. Mordiendo su labio inferior dejó salir un gemido, complacido por las caricias.
Ryuichi sonrió lascivo ante ese sonido que tanto adoraba. Akihito era tan candente que era toda una tentación en la que caía una y otra vez.

Cuando salieron de la ducha, Takaba miró la hora y maldijo por lo bajo.

- ¡Ugh! Maldita sea Asami, voy a llegar tarde por tu culpa ¡pervertido!

Asami soltó una carcajada incrédula.

- No te estabas quejando mientras te la metía hace un momento.

Takaba se sonrojó un poco, eso no podía negarlo, pero no pensaba admitirlo. En lugar de seguir la disputa, se vistió con rapidez y se fue a por algo de desayunar.
Asami se vistió también, le siguió hasta la cocina y le abrazó por detrás mientras Takaba servía dos tazas de café.

- ¿Se puede saber con quien es esa reunión? - preguntó el yakuza dejando un reguero de besos en el cuello de Takaba, ganándose una sonrisa de éste.

- Um...con Usami Haruhiko, ¿le conoces? El hijo menor del matrimonio Usami.

Asami pensó un momento y asintió a los a pocos segundos.

- Si...he oído hablar de él. Ahora que su padre se ha divorciado y se ha desligado del apellido Usami, Haruhiko es la cabeza de las empresas del Grupo Usami...me pregunto por qué ese tipo habrá renunciado a tanto poder...

Se cuestionó Asami mientras sorbía un poco de su café.
Takaba arqueó una ceja sorprendido, además de tierno e infantil, su amante también podía ser cotilla.

- ¿Te preguntas eso y no que negocio puede tener conmigo? - preguntó soltando una risilla.
Asami frunció el ceño algo ofendido.

- Claro que no me lo pregunto, por que por descontado me lo vas a explicar todo. De hecho, te voy a acompañar.

Takaba miró de soslayo a Asami. También era posesivo, sonrió.

- Está bien...te lo contaré por el camino, quedé en una cafetería del centro de Tokio en dos horas.

- No, llámale y dile que vaya a mis oficinas para la reunión - exigió Asami. No sabía como era ese tipo, pero prefería reunirse en su terreno y así tener la sartén por el mango.

Takaba asintió conforme y mientras se subían al auto del yakuza, llamó a Haruhiko Usami para cambiar el lugar de la cita.
.
.
Asami y Takaba esperaban en la oficina del primero. Aún quedaba más de media hora para la cita, así que se sorprendieron cuando se abrió la puerta dando paso a Kirishima.

Como en el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora