Como en el cielo

9. Estrechando El Cerco.

Fuyuhiko abrió los ojos lentamente parpadeando somnoliento y no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver el rostro de Misaki junto al suyo.
La noche anterior, Misaki se había recostado a su lado de nuevo y habían charlado hasta bastante tarde.
Hacía años que no se sentía así.
Su ex mujer, era muy fría y poco a poco fue haciendo que Fuyuhiko se volviera igual, aunque cuando inició la relación con Natsuko, era un hombre bastante cariñoso y divertido. Ahora volvía a sentirse como antes y todo era gracias a Misaki.

- Buenos días Hiko-san... - susurró Misaki con una sonrisa que al mayor le pareció cautivadora.

- Buenos días Miki-kun... - susurró a su vez Fuyuhiko - así que...¿Has estado mirando como duermo toda la noche? - preguntó con una sonrisa socarrona.

Misaki se sonrojó un poco pero no lo negó.

- No hay otra cosa que desee ver que no sea tu rostro Fuyuhiko - dijo desviando la mirada algo avergonzado, pero seguro de lo que decía.

El mayor le miró enternecido por sus palabras. No esperaba esa contestación, pero le había gustado demasiado oír eso de labios de su lindo castaño.

- Deberías levantarte ya o llegarás tarde.

Fuyuhiko remoloneó unos minutos más en la cama, sin ganas de levantarse. El mayor prefería quedarse allí con Misaki todo el día...menos mal que por fin era jueves, pronto llegaría el fin de semana y podría estar con Misaki en la cama hasta bien entrada la mañana y con suerte, podrían besarse o incluso intentar algo más...

Después de insistir un par de veces más, finalmente Fuyuhiko consintió levantarse e irse a duchar al baño, no sin antes sonrojar violentamente a Misaki una vez más, invitándole a la ducha con él.

- ¡Fuyuhiko! - gritó apenado el menor, saliendo del dormitorio a toda velocidad mientras las carcajadas del azabache se escuchaban desde el baño - éste hombre...

Misaki se acercó a la cocina y encendió la cafetera que Fuyuhiko dejó preparada la noche anterior, para que empezara a hacer el café.
Cada vez le costaba menos manipular objetos y...cada vez le costaba menos tocar o besar a Fuyuhiko, pensó sonriendo ampliamente. Quizá...podrían intentar algo más...abrazarse o profundizar los besos...o incluso...
Misaki se tapó la cara con ambas manos y sofocó un grito excitado mientras se acuclillaba haciéndose una bolita. ¿Cómo podía pensar en hacer ESO con Fuyuhiko? Se preguntó sonriendo nervioso. Se acercaba el fin de semana y Fuyuhiko no trabajaría, quizá...quizá debería intentarlo.

Los pensamientos de Misaki fueron interrumpidos por la voz de Fuyuhiko.

- Ammm... Perdona Hiko-san...¿Qué decías?

- Llevo llamándote un rato...¿en qué estabas pensando tan ensimismado?

Misaki se giró hacia la cafetera y tomó una taza para servir un café y darle la espalda al mayor. Era imposible que le dijera lo que estaba pensando. Se moriría de la pena...bueno, quizás morirse no por que ya lo estaba, pero pasaría demasiada vergüenza.
Fuyuhiko se acercó más a Misaki y apoyó las manos en la encimera de la cocina, acorralando al menor entre su cuerpo y el mueble.
Misaki no se atrevió a girarse pero miró hacia atrás levemente, viendo a Fuyuhiko tan cerca que casi se podrían superponer.

- ¿En que estabas pensando...Mi.sa.ki.~~?

- Yo...am...Fu...Fuyuhiko...

-¿mm? - apremió el mayor.

El sonido del teléfono salvó a Misaki de tener que contestar. Enfurruñado, Fuyuhiko se retiró de la cocina y fue a contestar la llamada.
Misaki suspiró aliviado, pero no le duró mucho ya que cuando dejó la taza frente al mayor, este le echó una mirada que auguraba que la pregunta seguiría en pie más tarde.
.
.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
.
.