Capítulo Dieciséis || La escuela

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Julio 15, 2019
<< "El hombre llega hasta donde la mujer se lo permite"
¿Que tan cierta o falsa es esta frase?
Como lo quieras tomar.
Claro es que la mujer siempre la quieren responsabilizar de todo.
Yo no pedí nunca que esto me sucediera, sin embargo propias mujeres me juzgaron también.
Y nunca desearía que esto nos pase a ninguna más.
Pero la sociedad se encargó de que todo quede impune.
Y quiero contarles la verdad, mi verdad."

Indignada por cómo todo se estaba manejando,  volví a entrar a la fría oficina, donde se encontraban los administradores de la escuela, mi interior pedía ayuda a gritos, sin embargo trataban de silenciarme cada vez que traspasaba esas puertas

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Indignada por cómo todo se estaba manejando,  volví a entrar a la fría oficina, donde se encontraban los administradores de la escuela, mi interior pedía ayuda a gritos, sin embargo trataban de silenciarme cada vez que traspasaba esas puertas.

Llegué al punto de pensar que yo era culpable de todo.
Miré a una dama, de alta estatura y piel blanca, cabello largo enrulado y traje de oficinista.
La detuve poniéndome en frente a penas tuve oportunidad.
—Necesito hablar con el rector...—Esperaba que se encontrara allí.
—No se encuentra pero puedes hablar conmigo.—Se ofreció, accedí inmediatamente ya que necesitaba ser escuchada, ella era su vocera.
Al adentrarme a una oficina más apartada.
Miré dos sillas grises en frente del escritorio de madera oscura.
Tomé asiento y el silencio observé cómo me colocó una página en frente, donde me pidió que escribiera primero todas mis quejas, tomé el bolígrafo y rápidamente dejé todo aquello que me mantenía frustrada, era forma de desahogar mi interior.

Al cabo de pocos minutos ella también tomó asiento en frente de mi, para que le explicara en resumen todo lo sucedido.

—¿Como pasaste de año?—Fue lo primero que musitó la mujer al ver todo el escrito que había en esa hoja.

¿Es en serio? ¿Va a criticarme justo ahora por mi letra?
¿Cómo yo me atreví a confiar algo así en una persona que empezaba también haciéndome bullying?
Esa no era la forma de decir algo a alguien que sabe que está envuelto en un problema.

Hablé sobre cómo pasó, cuando y porque, además de algunos sospechosos más allá de Yasid, acerca de los comentarios despreciables hechos hacia mi persona en un salón de clases junto amenazas a mis compañeros cercanos.

—La escuela no puede ayudarte...—Respondió aquello como si quisieran limpiarse las manos.
—¿No pueden? Es mi segunda vez viniendo aquí en busca de ayuda, ellos siguen allí sin obtener un merecido.—Mi voz sonaba al punto de expresar mucha frustración.
—No tenemos ninguna prueba y solo es tu palabra contra la suya.

Pero ella mentía.
Todos sabían que habían pantallazos de esas conversaciones donde él aceptaba su culpabilidad, donde había involucrado a sus amigos, pero decidían abstenerse a ofrecer su ayuda.
¿PORQUE LOS PROTEGÍAN?

Sabían, pero no se atrevían a preguntar.

—Si tengo pruebas, donde menciona también a sus amigos.—Respondí muy enojada.
—¿Cuáles amigos?—Su pregunta sonó aún más estúpida.
—Los cuáles me hicieron esto, es el, ellos también, porque no pueden investigarlo?—
—No pasó dentro del colegio, ni con el uniforme...
Era muy cierto, pero tenían autorización a investigar porque las leyes se lo permitían.
Pero tampoco quisieron ceder.
Me quedé callada un momento, sentí que perdía esta batalla una vez más.
Mi pecho sentía un frío en particular.

—Tu le cediste esas fotos.—Musitó aquella mujer, no podía creer lo que escuchaba.
¿AHORA ERA MI MALDITA CULPA?
—Si, las cedí pero nunca le daba el derecho a destrozar mi vida y pasarlas a quien le diera la gana por sus iras.—A este punto mandaría todo al carajo.
No podía creer como siendo una mujer, madre y hasta tal vez abuela en el futuro, podría responsabilizarme de esto.

No pedía la gran cosa, sólo quería que le dieran un escarmiento a un tipo como el.
¿QUE MÁS TENÍA QUE PASAR?
¿NO PODRÍAN PREVENIR PEORES COSAS? ¿Creía vagamente que yo sería la última?
¿ES POR ESO QUE AHORA TENEMOS TANTA VIOLENCIA DE GÉNERO?
Y si, por personas que permiten y no corrigen.
Sin duda alguna, fue perdida de tiempo.

Rápidamente me levanté de aquella silla, ya lo tenía todo muy claro.

Me alejé caminando a la puerta y salí de la fría oficina, mi piel estaba erizada luego de esa conversación nada exitosa.

Y por más que se negaron a todo y trataron de excusarse con que no sucedió allí....

Las miradas, los malos comentarios, los murmullos y mis AGRESORES si estaban dentro de la escuela, no solo un día, sino TODOS LOS DÍAS.

¿Y sabes que hicieron? NADA.

Decidieron callar, otorgando su complicidad.

Se volvieron cómplices en el momento que decidieron callar para estar de lado del agresor.

Al otro lado || In the other side || 𝐻𝐼𝒮𝒯𝒪𝑅𝐼𝒜    𝒞𝒪𝑀𝒫𝐿𝐸𝒯𝒜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora