Al otro lado || In the other side || 𝐻𝐼𝒮𝒯𝒪𝑅𝐼𝒜 𝒞𝒪𝑀𝒫𝐿𝐸𝒯𝒜

Capítulo Treinta y dos || Escuela parte 2.

Abril 10, 2021

¿Por qué esperamos hasta las peores consecuencias?

<< ¿Por que esperamos a que esa voz calle para siempre?

Y no me refiero a ocultarlo.

Me refiero a verla dentro de un féretro, piel pálida, ojos cerrados y muchas marcas de violencia por todo su cuerpo. >>

Al día siguiente, me levanté muy temprano, tenía que verla, hablarle, mantenerla al tanto de todo, necesitaba su ayuda.

Le pedí amablemente a Aiden que me llevara al lugar del encuentro, sin embargo que no me acompañara, pues ella aún no lo conocía.

Me arreglé con un vestido casual, cuando Aiden pasó por mi, le expliqué donde quedaba ese café.

Pasaron pocos minutos cuando habíamos llegado, antes de bajar le dí un ligero beso en sus labios.

Esperaba que ella ya estuviera allí, al adentrarme al café, la busqué con la mirada, observé sus cabellos largos, piernas largas y zapatos de tacón, era ella.

Me acerqué, me recibió con un abrazo fuerte y beso en la mejilla.

Tomé asiento para poder hablar mejor las cosas, no sería fácil, pero algo en ella me inspiraba confianza.

—Que bueno verte finalmente, quería hablar contigo.—Musitó la fémina, yo también estaba muy emocionada.

—Es bueno encontrarte, la verdad es que las cosas se estan saliendo de control.—Le expliqué brevemente de Zac, aquello parecía que en su interior le hacía recordar cosas.

Se quedó en silencio, se limpió una lagrimilla que salía de sus ojos cafés, desvió su mirada y respiró profundo, supe que algo le pasaba en su mente, no era nada bueno.

—Me recuerda a lo que me pasó, lo siento...Es que me sucedió algo así.—Su tono de voz sonaba lleno de melancolía, no era fácil para ella sobrellevar algo así, seguramente, aunque hubiesen pasado tantos años.

—Lo comprendo, si gustas... no hablamos de ello ahora mismo.—Ofrecí, porque realmente no quería hacerla sentir mal.

Sin embargo, negó con la cabeza mi petición.

—No, yo quiero contarte....—Aquello me dejó impresionada, puse mis manos sobre la mesa y me dispuse a escuchar toda la historia que estaba pasando por su mente.

~FLASHBACK DE NATASHA~

Julio 17, 2019

Empecé a sentir más presión y culpa sobre mis hombros, deseaba no escuchar esos comentarios de mi persona, pero era imposible. Marchitaban el interior de mi alma poco a poco, pero algo me causó aún más impresión.

Ciegos, sordos, mudos, se habían vuelto casi todos los que conocían mi historia, hablo de los adultos.

Caminaba por los pasillos, aún con el terror que Yasid pudiera hacerme algo peor, no creo ser la única, todas las chicas corríamos peligros en ese momento.

La escuela se había envuelto en ambiente de impunidad, incluso para ellos podía ser yo la culpable de que esto haya pasado.

Aquel día no era tan distinto a los demás, la presión seguía en mi cabeza, pero por un momento sentí felicidad, sonreí y sostuve la mano de Alex, me incliné un poco alzándome de puntillas y besé cortamente sus labios finos.

Me separé en pocos segundos, miré sus ojos y le dediqué una sonrisa.

Sonrisa que desaparecería.

Una voz muy enfadada de una fémina interrumpió todo, lo que para mi era maravilloso, para ella fue un pecado capital, seguramente, porque su tono de voz no fue agradable.

Y sí, me regañó por un beso de medio segundo.

—No sales de una para caer en otra.—Aquello no venía mucho al caso, pero fue como un disparo a mi alma.

Me quedé callada, porque si me expresaba, el problema se agravaría aún más, me alejé junto a Alex, evadiendo las miradas de los demás que estaban cerca, pues habían escuchado todo con ese tono de voz tan poco amable y profesional para trabajar en una institución escolar.

Al llegar a unas bancas más alejadas, pude expresar mi dolor y disconformidad.

—Ojalá así se hubiesen preocupado por lo que me sucedió, ojalá así mismo hubiese reaccionado.—Lágrimas de mucho enojo, tristeza, resbalaron por mis mejillas, las limpié muy rápido.

Busqué con mi mirada a la fémina, sin duda, ella jamás estaría de mi lado, pero algún día podría pasar por una agresión y sin duda, no le gustará escuchar algo como lo que me expresó.

No le deseaba el mal, nunca lo hice, por más que me doliera o me dieran una puñalada.

Alex me consoló, siempre lo hacía y estaba agradecida que fuera así, limpié mis mejillas, apreté mis puños, controlé cada impulso por defenderme, no quería permitir más agresiones, pero mantuve mi comportamiento, porque no me convertiría en ella, esa no era la idea.

Las palabras quedaron en mi mente por horas, no podía creer como era tan normal enterarse de algo así y no hacer nada al respecto.

Pues así fue.

La escuela, se había vuelto en mi castigo de todos los días.

En los salones de clases, la tensión continuaba, el no haber podido conseguir justicia me dejaba sin fuerzas algunas veces, pero me tornaba más fuerte para combatir con la situación.

Me causaba curiosidad algunas acciones de profesores, casi siempre lo que sucedía a mi alrededor yo lo captaba enseguida y me dejaba que pensar.

—Siéntese bien señorita.—Musitó la fémina de cabello alisado, delgada y de mediana estatura.

Aquella joven, se acomodó mejor, ya que estaba recostada un poco, a pesar que llevara falda estaba casi segura que no se veía más allá que sus rodillas.

Sin embargo, había un chico en el asiento que estaba a mi lado, tenía sus piernas sobre otra silla, además de el habían otros mal recostados, en posiciones que podían usar en su cama, seguramente.

En cambio, esta profesora de cabello alisado, no le pidió a ellos que se sentaran correctamente.

¿El machismo puede darse también por parte femeninas?

Sí.

En un ambiente donde existe que el fuerte sean los hombres, el sexo femenino también empieza a acostumbrarse a mantenerse a favor de los masculinos.

El micro-machismo, lo vemos a diario, incluso en algún momento formamos parte de ello, con algún comentario u acción, sin darnos cuenta.

Ahora podía entender, porque estaban a favor de un agresor, más allá era un hombre, yo una mujer, que seguramente tenía culpa, al menos para ellos era así.

Los chicos ahora ganaban una batalla, puntos a favor, pues eran chicos.

¿Y nosotras las chicas?

Corríamos un inminente peligro de la reacción en cadena de agresiones que en cualquier momento se produciría.