Capítulo Treinta y uno | Intersección Nueve.

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Abril 9, 2021

Sabía bien que no debía hablar tanto con las personas de la Escuela, ni reportar el caso con ellos, puesto que se quedaría impune, así que decidí mandar un mensaje a Natasha, la había dejado a un lado después de la muerte de mi mejor amiga.

—Lamento no hablarte estos días o ir a nuestro encuentro, pero sucedió una tragedia. 4:09 p.m—Envié el texto esperando una respuesta.

No tardó mucho para recibir una respuesta.

¿Que sucedió? 4:12 pm

Ella se suicidó por presión de lo que pasaba en la escuela, Zac y los chicos le hicieron mucho daño. 4:12 p.m —Le envíe aquello, recordando cada momento que habíamos recibido hostigamientos.

¿De verdad? No es posible, necesito hablar contigo cuánto antes. 4:13 p.m—Aquello me reconfortó, podía confiar en alguien los problemas, que también me incluían.

¿Te parece mañana por la tarde? 4:13 p.m—Esperaba que si pudiera, entre más pronto sería mejor.

Claro que sí, te veo donde habíamos acordado.4:13—Me sentí aliviada, al menos podría hablar con total seguridad sobre los hechos.

Jugar con fuego nunca había sido mi estilo, pero si debía encontrar justicia, lo haría, por ella y por cualquiera otra que hubiese sufrido una agresión.

En mi pecho había cierta presión, no estaba fuera del peligro, Zac podría hacerme lo mismo en cualquier momento.

Aiden seguramente estaba dispuesto a colaborar en mis investigaciones, aunque temía de el, al dejar mi celular a un lado, tuve que tomarlo de vuelta cuando sonó, era justamente en quién pensaba.

—"Necesitamos vernos, quisiera hablar mejor contigo, sé que lo hacemos en clases, pero sería mejor por fuera también.—" 4: 15 p.m

"Hablas de una cita?"— 4:16 p.m

"¿Por qué no? Solo dime donde quieres ir y vamos." 4:16 p.m

"Vamos a una pista de patinaje en hielo, me gustaría probarla contigo." 4:17 p.m

"Vamos entonces, yo paso por ti." 4:18 p.m



Rápidamente me levanté de la cama, debía hacer tareas pero eso sería luego, puesto que hace mucho no me "Divertía", aún estaba de luto por ella, así que busqué una blusa de color negro.

Empecé a vestirme, tenía poco tiempo para arreglarme y los hombres podían llegar a ser desesperantes cuando esperan. Un pantalón blanco le venía bien a tanto negro, finalmente terminé de colocarme las zapatillas, acomodé lo mejor que podía mi cabello, además de aplicar cierta cantidad de maquillaje en mi cara para no hacerse notar todo lo que había estado sufriendo en silencio.

La media hora pasó tan rápido, que cuando estaba apunto de finalizar, escuché el claxón del auto de Aiden, salí rápidamente de casa, cerrando la puerta con llave, caminé hasta la puerta del coche rojo y me adentré, coloqué el cinturón de seguridad para posteriormente dejar un beso en su mejilla.

—Llegaste muy rápido.—Murmuré casi quejándome.

—Y tu te vez muy hermosa.—Me expresó una amplia sonrisa, se veía realmente guapo también, el olor de su perfume me embriagaba.

Posteriormente nos pusimos en marcha, miré por la ventana la tarde soleada, hablábamos algunas cosas de la escuela, aunque de nosotros no, aún no, estábamos "empezando" un "romance".

Me sentía cómoda, a pesar que era muy amigo de Zac, en realidad el decía que eran ex-amigos.

Pero mi confianza aún no era mucha.

Al cabo de casi veinte minutos, por aquel tráfico, llegamos un poco tarde a la pista de patinaje, salí del auto esperándolo justo en la entrada.

Al acercarse lo suficiente, tomó mi mano, tragué saliva, no me lo esperé pero era parte de todo.

Habían muchas personas, niños por todas partes, me adelanté para pagar por mi, aunque el se iba a ofrecer, ya era muy tarde por que yo había cancelado mi factura.

Tomé aquellos patines especiales para el hielo, me los coloqué al sentarme en una banca, me ayudó a caminar hacía la pista una vez los dos estábamos listos.

Traté de mantenerme firme pero era casi imposible, en cambio el parecía irle mejor, me sostenía para no dejarme caer, se reía algunas veces por la torpeza de mis pasos sobre la capa de hielo.

Le pegué suavemente sobre su pecho como broma cuando me soltó, pero de vuelta me mantuve con el, sosteniendo sus manos, me relajé un poco dejándome llevar, resbalaba en ocasiones, pero el estaba allí para mi.

Así pasó la hora completa, cuando nuestro tiempo acabó, regresamos los patines y no parábamos de comentar la experiencia, volvió a tomar mi mano, caminé a su lado por el centro comercial.

—Al menos sabes un poco ahora.—Bromeó el, sonó arrogante ya que se señalaba así mismo como si por el fuera que ahora yo aprendí.

—Puse mi parte también, no seas tan arrogante.—Le di un suave codazo.

—¿Pero no te ayudé?—Enarcó sus cejas, reí y no evité guiñarle el ojo, para no responderle.

Miré sus ojos unos momentos, al igual que el, me mantuve callada, no quería responder pero algo más se dio, la oportunidad perfecta la había encontrado antes de un abrir y cerrar de ojos.

Se inclinó hacia mi, atrapó mis labios contra los suyos, sus manos en mi cintura, me mantuve muy cerca de su cuerpo, sus dedos dejaban caricias suaves, mis manos fueron hasta su mejilla, parecía que no acabaría, pero sin embargo aquella sensación volvió, me separé, lo había disfrutado pero estaba asustada.

—¿Pasa algo?—Me cuestionó el, parecía preocupado, no enojado.

—Solo...que... eres amigo de Zac y tengo miedo que puedas hacerme algo ahora.—Fui sincera.

—Ex amigo de Zac, lo siento si te incomodé.—Retiró sus manos de mi cintura, no estaba enojado, más bien se veía apenado.

—No...eso no fue lo que quise decir, en realidad siento miedo, a todo esto.—Aún mirando sus ojos, nos quedamos en silencio unos segundos.

Sin embargo fue interrumpido por su cercanía, me envolvió en sus brazos, me quedé allí, esas preguntas se iban poco a poco, tal vez me equivocaba al respecto de como era el.

Finalmente nos tocó volver a casa, Aiden me llevó hasta la puerta, todo había resultado mejor de lo que esperaba.

Antes de cerrar la puerta, agité mi mano en forma de despedida, el igual lo hizo y se alejó pronto en su auto.

Al otro lado || In the other side || 𝐻𝐼𝒮𝒯𝒪𝑅𝐼𝒜    𝒞𝒪𝑀𝒫𝐿𝐸𝒯𝒜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora