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—¡Feliz navidad, Louis! 

El omega arrugó las cejas y contrajo el rostro completamente al escuchar aquella frase, ladeó la cabeza y la echó un poco hacia atrás, ligeramente consternado por la confusión que las palabras evocadas por el omega pelirrojo dejaba libres. Tuvo que sacudir la cabeza y poner en blanco los ojos unos segundos después. 

—No tengo idea de en qué mundo vives pero en la tierra faltan meses para que ocurra esa festividad. —Finalmente respondió en un tono tajante, brazos cruzados y cejas levantadas. 

La risa del pelirrojo fue un poco cantarina mientras sacudía unos papeles contra el escritorio de vidrio, dejando todas las hojas acomodadas al mismo nivel,— Lo siento, ayer llegué de Júpiter y cuesta acostumbrarse. 

—La próxima vez que visites un planeta diferente asegúrate de traerme un presente. 

—No lo dudaré. —Respondió el otro con un asentimiento suave,— De cualquier forma, no tengo idea de la razón por la cuál mencioné eso, simplemente estoy contento y te tengo buenas noticias. 

—Cuéntame. —Louis pidió mordiendo su labio superior y echándose un poco más hacia adelante. 

—Tu conteo mensual aumentó. —El médico mencionó, su rostro iluminado con una sonrisa amplia. 

Los azules orbes del otro omega se expandieron incomensurablemente, los labios se le separaron y boqueó un par de veces antes de soltar un bajo grito eufórico,— ¡¿De verdad?! 

—¡Totalmente! 

—¡Ahhh! —Louis chilló fuerte sacudiendo los pies contra el suelo del consultorio y dando un par de aplausos. Él incluso pudo sentir su rostro ponerse caliente y la sonrisa, tan grande, le estaba provocando un ligero dolor en las mejillas. Sus ojos prácticamente cerrados. 

—Oh. —El médico hizo una mueca en medio de su sonrisa y su mano fue a parar sobre su vientre, acarició suavemente una zona estirada,— También se ha puesto feliz. 

—O le asusté con mi grito. —Louis respondió riendo y limpiando la comisura de sus ojos con los índices,— Bueno. Bueno. Buenooooo. —Él verdaderamente trató de contener un poco su felicidad, respirando profundo y cerrando los ojos, hasta se ventiló un poco con las manos. Pero entonces las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. 

—¿Estás bien? —El castaño pudo sentir al omega moverse y pararse a su lado, un pañuelo pasando por su mejilla derecha de forma suave. 

—Muy feliz. —Consiguió susurrar luego de un par de minutos tratando de contenerse, sus manos estaban temblorosas mientras se limpiaba el rostro con otro pañuelo. 

El doctor se rió apretándole un hombro,— Yo estoy feliz, puedo imaginar cómo te estás sintiendo. 

—Es una de las mejores noticias que he recibido en años. 

—En especial en este momento de tu vida. —Murmuró el médico mientras volvía a su lugar, Louis se sonrojó un poco más mientras se sorbía la nariz y se mordisqueaba los labios, nervioso y avergonzado.— También estoy contento por eso, Louis, mereces que te quieran, que te hagan feliz. Y mira, la vida ha sido grata y te dio plato doble, no desaproveches, Omega. 

—Cállate. —Louis apenas susurró en un hilillo, completamente avergonzado, hundiendo el rostro en sus hombros.— Son buenos. 

—Más les vale serlo, tienes respaldo por aquí. —Informó levantando la barbilla, el otro omega no pudo evitar soltar una baja carcajada,— Entonces, sigamos con las noticias. —Volvió a hablar luego de unos minutos donde solo sonrieron felizmente,— Tu conteo aumentó bastante, como, Louis, literalmente estás a muy poco de alcanzar los niveles considerados normales. 

Styles ~LS- A-B-O~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora