Styles ~LS- A-B-O~

23

La cabeza estaba doliéndole de una manera torturante, algo como una fuertísima resaca. Louis podría jurar que a cualquier momento iba a girar el rostro y vomitaría mientras su estómago se revolvía furiosamente. 

Se sentía desorientado y acalorado. Aún con eso él se sentía bien, cálido y confortado de una manera distinta, algo más profundo, pero no podía definirlo y mucho menos dar una razón a ello. Era solo algo extraño que se sentía demasiado bien. 

Estaba seguro que alguien le estaba hablando, podía escuchar murmuros lejanos, como si estuviera sumido en un sueño casi profundo. No quería abrir los ojos, su cabeza iba a doler mucho más, estaba seguro de ese hecho, por lo que solamente soltó algunos gorgojeos desde su garganta en un intento de comunicar que estaba prestando atención, bueno, que estaba vivo al menos porque él no entendía absolutamente nada de lo que muy seguramente le estaban diciendo. 

¿Cuándo fue que se emborrachó? No recordaba haber bebido ninguna cosa con alcohol. 

Comenzó a relajarse cuando varios toques suaves y calurosos le tocaron diferentes secciones de su anatomía. Eso se sentía bien y lo calmaba de una forma extraña, él no estaba dispuesto a pelear por descubrir de qué se trataba, estaba bien con el sentimiento reconfortante y definitivamente no quería renunciar a ello. Su relajamiento estaba siendo tanto que pronto pudo sentir sus extremidades más laxas, se estaba quedando dormido y al parecer eso a las personas que lo acompañaban no les gustaba. Él quería dormir, deberían dejarlo descansar. 

"Omega." 

Sin poderlo evitar un ronroneo escapó desde su garganta, ésa palabra sí que la había escuchado perfectamente, iba dirigida a él y estaba entonada por una gruesa y dulce voz que le erizó la piel y le revolvió el estómago, pero él no iba a vomitar, no, esto se sentía muy bien en realidad. 

Él continúo siendo arrullado con susurros de voces aterciopeladas, voces gruesas que le provocaban calor en el pecho, se sentía tan bien, pero al parecer no era el objetivo que él se sintiera bien porque cada tanto lo sacudían y lo llamaban de formas distintas. 

Finalmente se rindió y abrió los ojos, la confusión brotó en su sistema cuando se descubrió a sí mismo en un lugar desconocido, él estaba viendo un luminoso y altísimo techo abovedado y de tonos dorados de donde pendía un candelabro lleno de cristales coloridos, quejándose apretó los ojos con fuerza. ¡Había tenido razón! Abrir los ojos solo iba a causar que su dolor de cabeza aumentara. 

De cualquier manera, aquellas personas que estaban con él no le permitieron volver a dormir, o siquiera intentarlo. Ya que cada vez que notaban que él estaba dejándose caer nuevamente en el sueño lo sacudían y lo llamaban de una forma más fuerte. 

La situación permaneció de la misma forma durante un buen rato hasta que el omega estuvo harto. ¡Quería descansar y esas insoportables personas no se lo permitían! 

"¡Quiero dormir!" Chilló sacudiendo los pies y los brazos, sin abrir los ojos y removiendo todo el cuerpo, tenían que respetar eso, él quería descansar y había algo que lo había hecho dormitar de una manera increíblemente buena, necesitaba aprovecharla y no había manera en que se lo negaran.

...

Habían cargado el cuerpo del pequeño omega hasta el cuarto de Edward, Harry fue quien llevó en brazos al omega ésta vez, le hubiese gustado llevarlo a su cuarto pero aquél lugar estaba hecho una porquería. 

"Nosotros deberíamos conseguir una habitación para compartir si él nos acepta," Su hermano le dijo cubriendo al omega con la manta de Harry, él la había traído con la intención de que Louis estuviera rodeado del olor de los dos y no sólo de uno, quizá también porque quería que su propio aroma estuviera impregnado en la piel del omega. No podían juzgarlo por eso.