•Capitulo 13•

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Habia llegado nuevamente al departamento, Mariana no estaba por lo que pude respirar con un poco de paz. Todo el camino estuve pensando en el abrazo que nos dimos, en como se oian los latidos de su corazon, en como su abrazo se torno fuerte. Habia necesitado eso por tanto tiempo y tenerlo otra vez asi, pegado a mi cuerpo me sacaba hasta el aire. Su presencia me asfixiaba, no porque no lo quisiera, sino porque el podia abarcar todo con tan solo estar frente a mi. Me abrumaba, me hacia pequeña, me mataba.
Mi celular me saco de mis pensamientos mostrandome una llamada entrante de Ricardo, atendi con poca gana pero nunca demostrandolo en mi voz. Me irritaba, estaba en el punto culminante de la situacion. Ya habia conseguido volver a Corea, no lo necesitaba mas, pero aun no era el momento.
- Bambina, como estas?
Rodee mis ojos y procedi a contestarle - Todo bien, un poco cansada.
-Dejame decirte que nos acaban de invitar a un almuerzo, Yoona me ha llamado y quiere que vayamos, paso por ti en... una hora?
Ese nombre era como una mala palabra para mi, no podia oirlo, pero viniendo una invitacion por parte de ella, jamas la rechazaria. -Claro, en una hora estoy lista.- dije sin mas terminando la comunicacion y procediendo a arreglarme.

El restaurante quedaba en la zona centrica de Gangnam. Se podia divisar como todas las personas que estaban de comesales eran personas adineradas. Realmente me sentia sapo de otro pozo en ese lugar. Inspeccione cada rincor sorprendiendome con las pinturas que adornaban las paredes. Sonrei al notar "Starry night" de Van Gogh, era uno de los favoritos de Tae, por lo que no me extrañaba que Yoona  o el hayan decidido hacer el almuerzo en este lugar.
Segui observando todo cuando mi mirada cayo justo sobre el, a diferencia de hoy a la mañana, llevaba una camisa blanca, pantalon negro y un pañuelo verde oscuro en el cuello. Trague saliva dificilmente, llevaba un maldito pañuelo y yo no podia disimular mi cara de sorpresa. En lo que duro nuestra relacion, jamas lo vi llevar un pañuelo y podia jurar por todo lo que mas queria que se veia increiblemente sublime.
Agache un poco mi mirada y me dije mentalmente que debia calmarme, no podia dar un espectaculo aca, no ahora.
Pude notar como se acercaba caminando como si fuese un modelo de alta costura con sus manos en los bolsillos. Decidido, imponente y unico. Pero su mirada estaba perdida  en alguna parte de sus pensamientos, esa parte tan profunda que no se habia dado cuentas de las personas que estaban a su alrededor. Casi llegando a la mesa donde todos nos encontrabamos sentados, me vio. Pude notar un pequeño destello en su mirada que hizo aun mas calido mi corazon, le di una pequeña sonrisa para que solo el la vea y retome mi postura.
Se sento frente a mi y a su lado estaba quien ocupaba mi lugar, desde que llegó perdi la nocion de las cosas que ni siqueira me habia percatado que ella venia tras el como perro faldero.
La comida se tornó aburrida, de vez en cuando hacia de traductora a Ricardo, y en otras en las que el solo se comunicaba en ingles ignoraba todo importandome tan pocos las malditas reuniones que planeaban hacer mas adelante.
Me disculpé y me fui al baño, estar rodeada de esas personas que tenian intereses ajenos a los mios me sacaba de quicio. Hubiera preferido estar al aire libre, admirando la naturaleza y no en este lugar encerrada frente a Taehyung donde su sola cercania no me dejaba respirar. Acomode mi ropa y sali de alli. La imagen del mi hombre de ensueños estaba frente a mi esperando a que saliera. Si bien no era un baño unisex, no entendia porque estaria esperandome alli. Verlo parado sobre aquella columna decorada con flores me trajo un deja vu, el recordarlo esperandome recostado en la pared de la agencia esperando a que saliera para besarme hizo que mis piernas flaquearan. Deseaba con mi vida poder besarlo, lo desaba tanto que el solo hecho de pensarlo me lastimaba.
Me acerque hacia el y un timido "hola" salio de mi boca. Tan timido que casi era inaudible. Senti como su mano agarro mi brazo y me llevo nuevamente al baño donde trabo la puerta con su cuerpo. Su mirada inspeccionando mi rostro, como pidiendo perdon por lo que estaba haciendo o por lo que estaba a punto de hacer me dejaron sin habla. Ver nuevamente sus facciones tan perfectas, el sentir su respiracion agitada sobre mis labios solo hicieron que aumentara mi deseo inagotable de besarlo, porque eso queria yo, besarlo hasta perder el conocimiento.
Como si hubiese leido mis pensamientos, apoyo una mano sobre mi pomulo y cortó la molesta distancia que nos separaba. Fue un beso suave, como intentando familiarizarse con mis labios. Añoraba este momento desde hace años y no iba a desperdiciar los pocos minutos que nos quedaban. Enrede mis dedos en su cabello y profundice el beso dandole paso a nuestras lenguas, donde pequeños gemidos de parte de ambos retumbaban en el pequeño lugar. La falta de aire hizo que nos separemos dejandonos con la respiracion acelerada.
-Perdon, yo... - fue lo unico que dijo el.
-Perdoname, tu. Por favor- mi suplica fue mas por todo lo que lo hice sufrir estos años que por el beso.
Se separo y salio de alli como alma que lleva el diablo. Mis labios dolian, pero era el dolor mas hermoso que podia sentir. Despues de tanto, volvi a sentir el sabor de sus besos.
La parte mas dificil era volver a la mesa sabiendo que dos personas habian desaparecido por varios minutos.
Me arreglé lo mejor que pude y sali para enfrentarme nuevamente a la falsedad de las personas. Ni bien apareci en el campo visual de Yoona y Ricardo, pude sentir que si sus miradas disparaban, yo ya estaria muerta. Mientras tanto, Taehyung se notaba de lo mas tranquilo conversando con un inversionista aleman.
-Pense que me habias abandonado, bambina - dijo mi acompañante con un tono ironico.
-Eres demasiado exagerado - sonrei falsa como ya era costumbre.
-Claro - fue todo lo que el dijo.
Mientras Yoona, casi frente a mi me miraba detalladamente como queriendo encontrar algo. La miré y le sonreí triunfante. Taehyung me lo habia dicho hoy a la mañana: "uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz" y eso era lo que iba a hacer nuevamente. Iba a volver a mi.

Cartas de una sasaeng (segunda parte) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora