•Capitulo 20•

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No contesté ninguno de sus mensajes, sentia que no tenia la fuerza para hablar con ella. Era demasiada informacion para procesar. Miré mas de mil veces las hojas durante estos 7 dias que ella no estuvo aqui y todavia no lo entendia, el hecho de querer jugarme una mala pasada nuevamente, mintiendome como no deberia despues de haberle mostrado un cariño sincero, pero caí en la cuenta de que por mas que me ponga a pensar Sofia era MIlena, la misma mujer que me habia mentido en el pasado.
Mi celular sonó y vi que en la pantalla reflejaba su nombre. Me habia llamado, realmente lo habia hecho. Contesté.
-Hola?
-Hola Tae, como estas?, estas bien? no has respondido mis mensajes en estos dias, crei que...
- Estoy bien - corté de golpe. No queria sonar enojado ni mucho menos decepcionado pero no podia, asi que hice lo mejor que pude para darle un poco de tranquilidad - tuve ciertos inconvenientes con el trabajo estos dias pero... estoy bien - mentí - sumando eso a que tu no estés aqui durante tantos dias se me hace... raro.
-Volveré muy pronto. Espera por mi, si?
-Claro que lo haré
Luego de finalizar la llamada, aventé el celular a la cama y pasé mis manos por toda mi cara. Estaba desesperado, tenia la necesidad de salir de aqui, de irme a otro lugar donde nadie me conociera. Dentro de mi se batallaba una pelea interna donde la felicidad de tenerla viva conmigo me cegaba y la decepcion por la nueva mentira que se estaba formulando para que yo me lo crea me impacentaba.
Pensé y creí que lo mejor sería dejar que las cosas fluyeran, porque sin darme cuenta, todo se me estaba yendo de las manos y en el minimo acto de rebeldia de mi parte podria irse todo a la mierda, lo que implicaria que Milena se vaya de mi lado.

Narra Milena

4 dias despues de hablar con el, me encuentro nuevamente en el aeropuerto a punto de partir a Seul. Nuevamente con quejas de mi madre que eran de esperarse.
Ella, junto con Aylin habian ido a despedirme. A diferencia de hace 3 años atras, esta vez no la senti como una despedida, porque sabia que tarde o temprano nuevamente estaria con ellas.
Las abracé y les dije que confiaran en mi, durante una de las tantas charlas que tuve con Aylu, me comentó que dentro de poco iria a Corea, por lo que sería mi compañia durante la estadia. Me sentí feliz, mi amiga que era como una hermana iba a estar conmigo siendo mi soporte y mi cable a tierra.
Abordé el avion esperando llegar a mi destino, yéndome feliz de haber recuperado parte fundamental de mi vida, aunque la parte que hacia latir mi corazon estaba todavia en proceso, no me rendiria jamas hasta tenerlo por completo junto a mi.
Luego de casi 35 horas, Seul nuevamente me recibia con su caluroso verano. Esta vez sintiendome fuerte y decidida, preparada para cambiar la historia. Para recuperar todo lo que me pertenecia.

Narra Taehyung

La falta de concentracion estaba jugandome una mala pasada durante estos dias, seguido de mi visible mal humor que recaia en las personas que no tenian absolutamente nada que ver. Agarré el puente de mi nariz tratando de aguantar las irritantes ganas de lanzar todo lo que se encontraba arriba de la mesa. No habia dormido lo suficiente durante 4 largos dias, la espera me estaba matando, Milena debia volver y asi yo poder decirle todo lo que estaba callando durante tantos dias.
Un mensaje de texto iluminó mi pantalla. "Estoy en Seul". Era ella. Agarré rapido el celular y pregunté donde estaba. Hoy terminariamos con esta mentira, queria escuchar todo lo que tenia para decirme y asi saber si me mentia o no.
Me dirigía hacia el aeropuerto, iría a buscarla e inventaria cualquier cosa para llevarla a mi casa y asi poder decirle todo lo que tenia atorado.
Al llegar la vi radiante como siempre y me sentí nervioso, me sentí timido ante su presencia y era algo que solo ella podia ocasionar. Sus largas piernas adornadas con ese pantalon celeste no me dejaban pensar con claridad y ponian en duda mi integridad fisica.
Estacioné frente a ella y bajé para ayudarla con su maleta, luego de eso me recibió con una gran sonrisa que a mi me hacia perder la nocion del tiempo. Me abrazó y aspiró el perfume de mi cuello diciendome que queria morir alli. La tomé por la cintura, la besé suavemente y la invité a subir al auto.
- Como ha ido tu viaje? - pregunté
-Mejor de lo esperado, volví renovada - me dijo y sonrió. Podía notarla feliz y me intrigaba saber porqué estaba asi, aunque tratandose de ella seguramente estaba metiendose en algun lío o ideando una nueva mentira para que todo el mundo le creyera.
-Vamos a mi casa? - dije animado y ella me miró con picardia. Sonreí - Te cocinaré algo, aparte te extrañé. Quiero pasar tiempo contigo.
-Me parece muy buena idea - dijo sonriendome.
Realmente estaba feliz. Me contó que volvió a su pais y estuvo con su madre. Interiormente me preguntaba si era verdad y en verdad le habia contado a su madre que ella estaba viva. Por la euforia que tenian sus palabras podia deducir que si, que le habia dicho la verdad a su madre y que a mi seguia mintiendome como si nada.Que mi dolor para ella no implicaba nada, que solo era una mentira piadosa mas.
Llegamos y me sentia nervioso, tenia preparado mi discurso donde le expondría palabra por palabra con todos los hechos existentes.
-Tienes una casa muy hermosa - dijo mirando por todo el lugar - vives solo? - preguntó y sabia a que venia su pregunta
-Si, vivo solo
No respondió, solo me regaló una sonrisa triunfante.
-Toma una ducha, si quieres, debes estar cansada- le dije
-Si, por favor - agradeció y la acompañé a donde era el baño.
Luego de unos minutos ya tenia todo preparado: su comida y lo que le diría. De pronto la vi asomarse luciendo un vestido blanco que le quedaba de lo mas hermoso siendo mojado inconscientemente en la parte de sus pechos. Con la toalla que traia en su mano izquierda tomó las puntas de su cabello y secó.
-Sientate que te sirviré. -dije y ella sonrió
Los siguientes 30 minutos nos la pasamos hablando y sonriendo, pero yo no olvidaba lo que tenia en mente. Hablé.
-Me encanta verte feliz, este viaje te hizo muy bien.
-Si, estoy muy feliz, recuperé parte de mi vida en este viaje - dijo con una gran sonrisa en su rostro
-Hablaste con tu madre? Sabe que estas viva?
Pude ver como la sonrisa que tenia se iba desdibujando lentamente.
-Q...Que?
-Sabe tu madre que estas viva, Milena? - dije mirandola fijo. Ella me miraba sorprendida. - Dime, sabe que estas viva?
Sonrió y relajó su expresion hablandome -Otra vez vas a confundirme con esa chica? - preguntó y mientras yo la miraba pensaba que esta mujer realmente deberia ser actriz.
-Vas a seguir mintiendo? mira Milena, estoy dandote la oportunidad de que me lo digas absolutamente todo.
Su mirada cambió y vi como tragó grueso -No tengo nada que decir - dijo casi en un susurro que apenas pude oir.
Me levanté rapido y fui en busca de los papeles bajo su atenta mirada. Mis manos temblaban y sentia miedo. Miedo de que desapareciera nuevamente de mi, estaba seguro que esta vez no lo soportaria. Me acerqué a ella y le hablé lo mas suave que pude.
-Porqué te sigues empeñando en mentirme cuando lo se todo? Acaso te gusta hacerme sufrir? Es porque terminé contigo aquella vez? Es porque estuve con Yoona?
Al decir esto su mirada cambió notandola con rabia y lagrimas en los ojos.
-Yo jamas quise que tu sufrieras - dijo y una lagrima cayó de mi ojo derecho. Lagrima que no sabia que estaba hasta que la sentí rodar por mi mejilla. - tu sigues siendo lo mas importante para mi y ultimo que quiero en esta vida es que tu sufras. - dijo con lagrimas en sus ojos.
-Cuanto tiempo mas ibas a seguir engañandome? cuanto mas? - grité.
Vi como se sobresaltó por lo que intenté tranquilizarme y hablar pausadamente. Solo quería que me dijese la verdad y no que sienta miedo. Vi como se armó de valor y posó su mirada decidida en mi. Esa mirada la conocía muy bien, iba a lanzarme todo el veneno que tenía.
-Todo el tiempo que fuese necesario, Taehyung.- escupió - si tengo que pasarme otros tres años fingiendo para recuperar todo lo que perdí, lo voy a hacer. Tu no sabes por lo que pasé, no puedes juzgarme, no puedes decir absolutamente nada.
-Y acaso tu sabes lo que yo sufrí? Sabes por lo que pasé?  Piensas que me fue fácil?- pregunté al borde del llanto- Pensé que iba a morirme cuando te fuiste. Acaso te das una idea de eso? Y aún así dices que no quieres que sufra. Que clase de ironía es esa? O esta misma... me usas usando otro nombre.
-Yo no te uso. Nunca te usé, tu eres mi vida. Si estoy viva en este momento es solo por ti, por nadie más.
Escuchar sus palabras me dolían, porque sabía que detrás de tanta mentira sus palabras no vacilaban cuando me decía que me amaba. Se escuchaba decidida, real, siendo ella en todo su esplendor. La verdadera Milena era quien hablaba.
-Dime algo - dijo en un susurro acercándose más a mi y tomando mis mejillas con sus cálidas manos - No estás feliz de verme otra vez? Se que no es la forma, pero soy yo, siempre fui yo. El amor de un te tengo es el mismo desde que supe de ti, es el mismo que creció incontrolable cuando te besé por primera vez. Todos los días confirmo que te amo con toda mi alma, que sin ti me muero, que solo tu...
-Y Ricardo? - la corté. -Estás saliendo con el, hasta me habló de querer casarse contigo, y aún así dices que me amas?
Se rió y se separó de mi.
-Ese idiota -dijo sin más- vive en un cuento de hadas. No soy su novia ni nada que se le parezca, solo me ayudó a recuperarme.
-Recuperarte? - pregunté dudoso
-Larga historia
-Tengo todo el día para escucharte -dije frio.
Hizo una mueca de sonrisa falsa y procedió a hablarme.
-Me caí, estuve en coma, 6 meses sin caminar, lo conocí en Alemania y me ayudó.- se rió- el día que tuve un avance y pude caminar vi la noticia de tu noviazgo con la idiota de Yoona. Seis meses. Solo seis meses te bastaron para olvidarme y meterte en la cama de esa hija de puta - si tono empezó a elevarse haciendo que sus ojos se llenaran de lagrimas.- Porque tu piensas que la tuve fácil pero no fue así, yo no me metí en la cama de Ricardo y nunca lo haría. En cambio tu, con tu puta sonrisa feliz queriendo parecer la pareja ideal. Vomité frente al televisor ese día - dijo con la furia incontenible que tenía.
Si ella supiera cuánto sufrí ese día, como hice mi mayor esfuerzo para que mi sonrisa se notara sincera, no hablaría así.
-Tienes razón, solo me bastaron seis meses. -dije sin nada más que acotar, tratando de mostrarme más fuerte de lo que debía. Sus lagrimas caían como cascada mientras sentía que estaba buscando las palabras correctas.
-Ni siquiera 6 meses- lloró- apenas me dejaste te fuiste tras ella. No me oíste, preferiste creer todo lo que te decían, si bien me equivoqué, recurriste a mi un mes después, y cuando quise terminar todo... te vi con ella. Entonces dime tu, Taehyung... te tomaron 6 meses estando muerta o 1 mes estando viva? - me miró con odio, realmente estaba dolida. Siempre había desconfiado de Yoona y que yo haya oficializado con ella la lastimó más.
-Yo siempre te amé, Milena. Siempre. - dije
-Tanto que hasta que aparecí yo, era tu prometida. -siguió llorando.
Ninguno de los dos dijo más nada, había miles de preguntas formulándose en mi cabeza pero me sentía agotado y se que ella también.
La vi agarrar sus pertenencias y encaminarse a la puerta.
-Milena, adonde vas? - pregunté no queriendo que se vaya de mi lado. -Quédate por favor.
Y el ser rencorosa no se le había ido nunca, porque me miró y sin decir nada abrió la puerta y se fue, habiéndome sentir igual a como ella debió sentirse cuando la dejé hace 3 años atrás.

Cartas de una sasaeng (segunda parte) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora