ㅤㅤ«De hecho, los dos somos como los boxeadores, le debemos nuestro éxito a la suma de golpes que recibimos....»
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ ― "Marcos negros" (2010) Pierre Lemaitre
✸ Parejas: KatsuDeku
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« El deseo adquiere sentido cuando soy capaz de transformarlo en una acción. » El camino de la felicidad (2004), Jorge Bucay
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Todo estaba bien.
O al menos esa era la mentira que más me estaba repitiendo los últimos quince minutos.
Desde la llamada repentina de Bakugou mis manos no habían dejado de sudar y mis pies de sentirse inquietos llevándome de un lado a otro de mi departamento. Mi garganta parecía sentirse seca, y no dejaba de peinar mis cabellos de un lado para otro, al final decidí dejar que mis rizos se acomodaran de la mejor manera que les pareciera.
Ni siquiera sabía porque estaba tan nervioso. Bakugou solo había mencionado que vendría por su chaqueta, no había dicho nada más luego de ello. Sin embargo, mi mente había captado de inmediato el mensaje, o al menos lo hizo sin querer, ¿de qué otra manera él habría llamado para decirme que vendría por su chaqueta, cuando hasta hace dos días habíamos acordado que no nos veríamos por una semana? No tenía mucho sentido si lo pensaba, y sobre pensarlo solo me daba una idea.
Trague grueso en lo que me acercaba hasta la ventana que daba al exterior. Pesé a que no quería verme como alguien por completo desesperado, no podía dejar de ver que personas caminaban por las calles y se detenían en frente de mi edificio.
Suspiré, esto es ridículo.
Mi comportamiento no lo entendía del todo, pero no es algo de lo que pueda quejarme ahora llegados a este punto. La razón era sencilla, yo mismo lo sabía. Sabía que esto llegaría a pasar tarde o temprano. Y en cierto punto, era un poco conciliador saber que Bakugou pensara lo mismo. De lo contrario no me habría empotrado contra la pared, para devorar mi boca cuando sugirió acompañarme hasta casa.
Lo había hecho de manera sorpresiva, si, cualquier otra persona en mi posición lo habría rechazado. Pero yo no lo hice. Cualquier otra persona no pensaría que besar a la persona que menos te agradaba en el mundo fuera buena idea. Yo no creía eso tampoco, pero apenas nuestros labios estuvieron en contacto, mi mente decidió irse de paseo dando pase libre a que mi cuerpo fuera el que guiará mis acciones. Y en lo profundo de mi mente podía ver como un pequeño Izuku no hacía más que escandalizarse por verse besándose con alguien como Bakugou.
Aunque claro, en el otro extremo había un Izuku que se encontraba bastante complacido con lo que mis labios estaban haciendo.
Y yo había escogido esa parte de mí, antes que la otra. Y mientras más lo pensaba, peor sonaba para ese pequeño Izuku que no dejaba de repetirme que apenas Bakugou llegara, le diera su chaqueta y le cerrará la puerta en la cara, estableciendo así, que no me interesaba algo más de su parte.
Y estaba (en parte) de acuerdo con ello. No obstante, la otra parte sólo me decía que lo dejara pasar, y que me dejase llevar por todo lo que Bakugou tendría en mente para cuando llegue hasta mi departamento. Y yo sabía bien cuál de las dos acciones era la correcta, y cual no lo era. Solo bastaba comprobar mis acciones.