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Seúl, Abril 29/2015.

Las últimas semanas habían sido más que agotadoras. Incluso las horas de prácticas terminaron por extenderse y los hábitos alimenticios, estaban completamente desordenados.

El video se había estrenado hace un par de horas, la canción rápidamente había comenzado a ascender en los rankings musicales. Era de ensueño, jamás lo pudieron dimensionar. Estaban tan acostumbrados a perder que, un poco de ilusión, no lo creían permitido.

Jungkook estaba encerrado en su pieza junto a Taehyung. No habían descansado del todo bien, incluso habían pasado toda la noche en vela a la espera del estreno de la nueva canción.

No por gusto, sino por nervios. Sus ojos no lograron cerrase en toda las noche, al igual que los de los otros cinco chicos. No obstante, ellos habían decidido pasar el momento juntos, de esa forma era mucho más fácil.

—Si paras el video, la visita no cuenta... —recriminó Jungkook cuando Taehyung pausó el video a los 2:55 minutos.

—¡Ya!. —respondió de inmediato en un tono de fastidio. —No sé cuántas veces más vamos a seguir viéndolo... Mis ojos pesan, quiero dormir. —se acomodó en la cama, apartando antes la laptop para tener más espacio.

Jungkook tomó la laptop, la apagó y la dejó debajo de la cama. Luego intentó acomodarse frente a Taehyung, en la misma posición de dormir que él.

Fue cuidadoso. Apartó con su mano el cabello que caía desordenado sobre la frente del mayor, sonriendo sutilmente cuando él chico frente a él, detuvo el tránsito de la suya para sostenerla y poder dejar un suave beso sobre ella.

A Jungkook le encanta. Aquellos detalles que Taehyung dejaba al descubierto, le provocaban más que mariposas en su estómago. Sentía que era capaz de perderse en esas sensaciones, aún así, todavía sentía miedo.

Sin embargo, no se detuvo ahí, avanzó un paso más allá y se acercó un poco a poco hasta acortar la distancia. Se rió bajito al sentir la mano del mayor, abrazar su cintura. —Te quiero... —susurró Kim a la altura de su oído, tras esconder su rostro en el cuello del menor.

Jungkook optó por el silencio y sólo le asintió en respuesta. Últimamente era siempre así, no respondía con palabras más bien con gestos que, él castaño sabía apreciar.

Jungkook suspiró con fuerza, y se apartó lo suficiente para hacer que Taehyung lo mirara de frente otra vez. Besó la punta de su nariz y luego simuló un beso tipo esquimal. Era cursi, lo sabía, pero había descubierto que le encantaba expresarse así, como un niño pequeño.

Los besos ya no eran cuestionados. El cariño que sentían ambos era tan fuerte que, dolía por momentos.

Entonces, Taehyung besó los labios de Jungkook. Algo delicado en su inicio, y volviéndose pasional segundos después.

Jungkook se dejaba, quería tocar tanto como ser tocado. La sexualidad en ellos había cambiado, no había juicio cuando estaban juntos, no habían sombras ni vergüenzas. Sólo dos chicos queriéndose en un mundo lleno de adversidades.

Él mayor comenzaba a desvestir al más pequeño, él cual torpemente intentaba hacer lo mismo. Las carcajadas patosas no tardaron en llegar, así cómo caía cada prenda sobre el suelo en tiempo récord.

Jungkook nuevamente en su torpeza y apuro, intentaba cubrir a ambos con la suave tela del cobertor de cama. No tardando en lograr su cometido cuando Taehyung se acomodó sobre él.

Sabía cual era el siguiente paso, aún así, se sentía preparado pese a sus temores. Asintiendo y mirando una última vez más a Taehyung, antes de cerrar sus ojos con fuerza y dejar que él mayor recorriera su cuerpo por completo.

One day, One year | VKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora