Un par de frikis

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—¡Espera, Tsukki!

Tsukishima se sentó en su mesa mientras Yamaguchi le seguía. Aunque toda parecía ser normal aquella mañana, sentía que algo no iba bien. Como era habitual, habían esperado a Furihata Noa y, después, habían caminado juntos hasta la escuela mientras él escuchaba música por sus auriculares y Yamaguchi y Noa conversaban sobre trivialidades.

A decir verdad, Tsukishima no se sentía especialmente bien por lo de la noche anterior. Había algo de Furihata que no le gustaba y que le generaba rechazo, pero se había dado cuenta de que, quizás, se había pasado. Al principio, Tsukishima pensaba que la chica se lo iba a contar a Yamaguchi, ya que los dos se llevaban muy bien, pero, extrañamente, Yamaguchi se estaba comportando como siempre con él. Eso quería decir que Furihata no se lo había dicho y eso le molestaba, porque así se sentía más culpable todavía.

—Oye, Yamaguchi —se quitó los cascos—, ¿por qué no me dices cómo demonios obtuvo Furihata-san una puntuación perfecta en el examen de Matemáticas?

Yamaguchi parpadeó confuso. Tsukishima siempre se comportaba raro cuando estaba alrededor de la chica, así que la pregunta le había pillado desprevenido.

—Bueno... —dudó— Le dije que me había parecido difícil el examen, pero ella me respondió que había sido muy fácil y que había sacado una puntuación perfecta. Estaba muy sorprendido, sobre todo porque el último ejercicio era muy difícil, así que se ofreció a explicármelo. Al final, era mucho más sencillo de lo que parecía —Yamaguchi miró a su amigo con una sonrisa, lo que le hizo chasquear la lengua—. ¡No te dije nada porque eres muy inteligente, Tsukki!

—No digas eso —Tsukishima frunció el ceño. No era verdad en absoluto.

—Está bien... —Yamaguchi suspiró—Es evidente que no te sientes cómodo con Furihata-san. Tenéis una especie de rivalidad de la que no quiero formar parte. Eres mi mejor amigo y a medida voy conociendo a Furihata-san me va cayendo mejor. Nos estamos volviendo buenos amigos. Es agradable y divertida y no quiero perder la oportunidad de hacer nuevos amigos, pero tampoco quiero perderte a ti.

Tsukishima se rascó la nuca, incómodo. A grandes rasgos, Yamaguchi le había dicho lo mismo que Furihata. Cuando la noche anterior la había escuchado hablar de esa manera sobre Yamaguchi y sobre la oportunidad de hacer amigos le había parecido una chorrada, pero al escucharlo de boca de Yamaguchi le parecía todo lo contrario.

Cerró los ojos. Se sentía confundido. Tras hablar con Yamaguchi, estaba dispuesto a darle una oportunidad a Furihata Noa, aunque estaba convencido de que no iban a convertirse en amigos. Eran demasiado diferentes.

—He estado pensando en el problema de Matemáticas. Aún no hemos visto en profundidad las funciones.

—Ya.

—¿Puedes explicármelo?

Los ojos de Yamaguchi se abrieron de par en par. Tsukishima no era el tipo de persona que pediría algo así.

—Creo que deberías pedírselo a Furihata-san —tsukishima bufó y miró para otro lado—. ¡Vamos, Tsukki! Creo que es una buena oportunidad para que intentes conocerla mejor. Sé que ella te ayudará.

—Querrá algo a cambio.

—¿Y qué? ¡No es tan malo! —Tsukishima le fulminó con la mirada, lo que hizo que Yamaguchi emitiera una risita— No me mires así. A mí no me pidió nada a cambio. No creo que lo haga. Puede parecer un poco brusca, pero es mucho más agradable de lo que crees. Además, te lo explicará mejor que yo.

Cuando empezó la primera clase, Tsukishima intentó prestar atención a lo que el profesor decía, pero no podía dejar de pensar en Furihata Noa. Yamaguchi tenía razón.

Haikyuu!!: Una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora