Besayúname

Sin hogar

Después de tomar aquella decisión, decidí llamar a mi exjefe para dimitir. Él se molestó un poco, ahora debía buscar a alguien para sustituirme pero en el fondo lo entendió, o eso creo. Salí de apartamento y fui en busca de una tienda de disfraces. Pronto seria halloween y tenía que comprarme un buen disfraz. Pensaba convencer a Salomé para que me acompañara a una fiesta que había en el centro, aunque no creía que fuera a acceder. Llegué a la plaza del centro y miré a mi alrededor alguna tienda. Vi a lo lejos una bastante bonita que hacia esquina con un callejón. El edificio era muy antiguo pero estaba muy bien decorada y esto hacia que ese lugar te aportara confianza. Era extraño pero sí. Busqué a la dependienta y le pedí un disfraz algo absurdo pero divertido. Había pensado ir de príncipe, obviamente de un príncipe muerto. Compraría el disfraz de , exactamente, el príncipe de cenicienta y lo rompería un poco y le echaría sangre de mentira para hacerlo mas real. Luego pedí otro para Salomé, este era de cenicienta, incluidos los zapatos de "cristal". Los disfraces eran algo ridículos, pero había que marcar tendencia. 

Le pagué los dos trajes y me fui directo al apartamento para acabar de hacer la comida. Cuando llegue apenas podía ver. Estaba el edificio en llamas y había demasiada gente a lo largo de la manzana. Deje los disfraces a un lado de la acera y corrí hasta los bomberos de la entrada.

-¿Es usted el dueño del 2°B?- preguntó uno de ellos cuando me vio llegar.

- Si, ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?- dije nervioso.

-Se ha incendiado su cocina, y al no poder llegar hasta ella a tiempo, se ha incendiado su apartamento y el piso de al lado. Por lo menos no había nadie dentro en ninguno de los dos. Y ahora estamos desalojando a los demás. Al parecer había varios fuegos encendidos junto con el horno. De una de las ollas saltó algo bastante caliente a la encimera, la cual tenia aceite y bueno, el fuego que se formó hizo su trabajo- hizo una mueca extraña.

¿¡QUÉ!? NO PODIA SER VERDAD. MIERDA CONNOR ¿¿¿POR QUÉ ERES TAN SUMAMENTE GILIPOLLAS??? Grité en mi interior. Llamé rápidamente a Brad para contarle todo lo que había ocurrido. No tardo en llegar y se quedó con la misma cara que había plasmado yo en mi rostro minutos antes.

-Connor tío, ¿Que has hecho joder?- dijo algo cabreado.

-Yo...estaba intentando hacer algo bien hoy. Intentaba...intentaba hacerte la comida pero me dejé el fuego encendido.

-¡Menos mal que compré el piso hace unos meses! Si no, si que la habrías cagado pero bien. - dijo señalándome con el dedo. - ¿Y ahora a donde vamos? - pregunto esperando que le diera alguna idea. Pero no contesté. No sabía que podríamos hacer.

Los bomberos seguían intentando controlar el fuego para que no se extendiera por todo el resto del edificio. Mientras, nosotros estábamos completamente desesperados, sin hogar.