En un coche rojo...

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Pasaron los meses y dejé de ver a Connor. Fui un par de días al pub pero el nunca estaba allí. También a la cafetería pero tampoco estaba. Dijeron que se encontraba mal, pero ¿Estar malo mas de dos meses? Aquí pasaba algo raro. ¿Connor me evitaba? ¿ Y si se había mudado solo por no verme? Pero... ¿Por qué? Necesitaba respuestas y el era el único que podía darmelas. No sabia donde vivía así que decidí ir todas y cada una de las mañana a desayunar a la cafetería esperando que algun día volviera pero no lo hizo. Estaba desanimada, ese capullo no salia de mi cabeza. Y ese intento de beso yo... Quizá debería haberle dejado. Ahora habría podido recordar sus.... Espera espera, si no me gusta, que mas da un beso... Estaba confundida. ¿Me gustaba?. Negé con la cabeza, era imposible.

Me levante pronto como todas las mañanas para ir a la cafetería a desayunar y luego a la escuela. Pero hoy fue diferente. Hoy si estaba Connor allí.

Entre ilusionada en el local y ande rápido hacia la barra.

-Hola bombón- dije repitiendo aquellas palabras que pronuncio el primer día que nos vimos.

- Venga... Si...Ponme un café con leche- dijo muy bajito. Sonreí, no se había olvidado de mi, creo. Se dio media vuelta y me contempló serio.- ¿Que te pongo?

-Lo de siempre. - dije sonriente. El no tenia ni idea de que venia todas las mañanas a desayunar, así que no tenia ni idea de lo "de siempre". - Dos tortitas con caramelo y un café.- le aclaré.

- Con leche supongo ¿no?- dijo aun serio. ¿Que le pasaba? ¿Debería no haber venido? Yo solo asentí.

Me puso el desayuno y salió corriendo de allí. ¿Pero que...?

Narra Connor

No tendría que haber vuelto, después de estar un tiempecito en la cárcel por "intento de asesinato". Debería haberme quedado en casa hoy, pero no, como soy gilipollas tuve que venir. Me senté en un banco de un parque y cerré los ojos. Esto no podía estar pasando.

-¡¡Connor!!- grito una voz familiar al otro lado del parque. Abrí los ojos y la vi. Corría hacia mi algo preocupada. - ¿Que te pasa? - respiró agitadamente sentándose a mi lado.

-No es de tu incumbencia- dije agachando la cabeza. Connor no sueltes ni una sola palabra más.

-Claro que lo es, te pasa algo conmigo y eso si es de mi incumbencia. - dijo seria cogiendo mis manos. No por dios, no.

-Salomé, ya te lo he dicho, no debemos ser amigos ni nada mas.

-A mi me da igual lo que deba hacer o no. Yo quiero hacer lo que quiero hacer- dijo remarcando ambos "quiero".

- Si supieras realmente lo que ocurre no querrias saber nada de mi, pequeña. - Mierda no, no tendría que haber dicho pequeña joder... Ella sonrió.

-Cuéntamelo y entonces opinaré.

-No puedo, yo... Lo siento- me levante y corrí lo mas rápido que pude. No quería, no podía contárselo. Prefería que se enfadara conmigo por no contárselo que romperle el corazón por hacerlo. -La vida no te sonríe eh capullo- susurré. Ahora ni podía ir a casa, estaría Brad y me pediría explicaciones. Y si iba a la cafeteria ella podía estar allí todavía.

Narra Salomé

Tenia que ser algo realmente malo para que no quisiera contarmelo. ¿Qué había hecho? Pensé quizás que podría haber sido él el que contó lo de John, pero sabe que no me enfadaría tanto por eso y el tenia miedo de mi reacción. Fui rápidamente a la cafetería para coger mi mochila e irme al instituto.

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Se había pasado ya toda la mañana. Quedaban apenas 5 minutos para irme y no volver a ver a nadie hasta el lunes. Pensaba encerrarme en mi habitación. Intentaría descifrar que podría haber hecho Connor, no me lo sacaba de la cabeza.

Sonó el timbre y salí de allí lo mas rápido que pude. Me encontraba en medio de la puerta cuando lo ví. Estaba Connor, con un coche rojo esperándome a la salida. ¿Pero se ha vuelto loco? Sonreí y corrí hacia el. La gente nos miraba raro así que me monté en el coche y Connor arranco para salir de allí.

-¿Que pasa? ¿Hoy si quieres saber de mi?- dije frunciendo el ceño.

-No, hoy simplemente me voy a despedir de ti como dios manda. Pienso mudarme a Estados Unidos durante un año o más. - ¡¿QUEEEEE?! ¿Ahora quería irse al otro lado del mundo?

¿Tanto miedo tenia de lo que pudiera pasar?

BesayúnameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora