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⿻⃟་⃟❄️『Mascotas』

No hay nada mas bonito que la compañía de una mascota. Más que eso, llegan a formar parte de la familia y son una parte esencial de esta.

Si bien estás varían en especies y géneros, si se les toma cariño, son igual de especiales que un ser querido, por el cual darías la vida.

Pero, ¿qué ocurre si dejas dos pequeños animales de diferente especie juntos? Tiene muchas respuestas. Optemos por leer la siguiente historia y determinar la mejor de ellas, aunque si son las mascotas de la pareja eslavo americana, nada común saldrá de esto.

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Y allí estaban ambos jóvenes, hablando por llamada desde sus respectivos territorios con un aire amoroso entre estos. Rusia jugaba con un mechón de su cabellos mientras charlaba con el americano. Por su parte, el contrario acariciaba amorosamente a su pequeña mascota, el cual era un hurón hembra blanquecino, al cual había nombrado Copo de Nieve.

Ambos muchachos habían quedado en reunirse en la casa del ruso, para pasar algunos días juntos, dándose amor y cariño. A diferencia de otras veces, el norteamericano no había podido conseguir que alguien cuidará de su bella mascota, por lo que había resuelto en llevarla consigo en aquel viaje. Sería lindo tenerle cerca.

Habían transcurrido algunos días, y el americano ya estaba aterrizando en tierras rusas, viendo como su amado lo recibía con los brazos abiertos, proporcionándole un tierno abrazo cargado de amor.

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Una vez estando en la casa del joven de mayor altura, USA optó por liberar a su pequeña hurón para qué explorará, cosa que Rusia aceptó.

El hijo del soviético, tenía como mascota un pequeño zorro gris macho, al cual había bautizado como Ventisca de Invierno en tierras de la Madre Patria Rusia. La cualidad de colocar ese tipo de nombres había venido de su padre, pero aún así solo le llamaba Ventisca de Invierno para evitar nombrar su nombre en su totalidad.

Mala fue la suerte de Copo de Nieve al encontrase con el malhumorado Ventisca de Invierno, el cual no tenía un buen día. La dulce hurón intento socializar con él, pero en respuesta a esto recibió un gruñido amenazante por parte del zorro, el cual le hizo ponerse en pose de ataque, logrando una contienda a muerte ( desde la perceptiva de los pequeños animales ) que terminó con la pareja separando a ambos animales y reprendiendo sus acciones cada uno por su parte.

Fue un mal comienzo para ellos, por lo que los siguientes dos días estos decidieron evitarse, para no causarles un disgusto a sus dueños. Podrían ser mascotas, pero eran muy conscientes de que sus ❝padres❞ pasaban un mal momento cuando los veían pelear.

Pero, no puedes estar enojado con alguien para siempre, ¿verdad?

Los dos chicos enamorados habían decido salir a una cita a las afueras de la ciudad, para así tener un momento a solas. Aún así, había un pequeño detalle, sus pequeños ❝hijos❞ no podían quedarse solos en casa.  Más sabiendo que estos se llevaban mal, era peor.

— Rusia, no se si sea una buena idea dejar a Copo de Nieve y Ventisca de Invierno solos, no quiero que se hagan daño. —

La preocupación del mayor de ambos era visible, puesto que tenía en cuenta la mala relación entre sus ❝hijos❞.

— Vamos cariño, hace tiempo que no hacemos esto, además todos mis hermanos están ocupados para cuidarlos y Moscú es alérgico a los pelos de Ventisca de Invierno. —

El eslavo creía que si ambos animales tenían un tiempo solos, podrían mejorar su relación. Dado que tenía experiencia con situaciones similares a esta.

— Está bien, confió en ti dulce caramelo de miel, pero si hay un solo inconveniente dejaré de hacerlo. —

El de ojos celestes, no se hallaba conforme con eso, pero tampoco tenían otra opción, mas que dejarlos a su suerte por algunas horas, en las cuales ellos podrían compartir un momento en paz, sin la presión de sus trabajos.

— Esta bien dulzura, vamos Antes de que se haga mas tarde. Una cosa más, ustedes dos se comportan, quiero la casa en pie cuando vuelva. Adiós niños. —

Aclaró el norteamericano para luego tomar la mano del ruso y salir de la casa, sin antes cerrar la puerta. Dejando así a sus hijos solos.

Una vez estando en soledad, los pequeños individuos decidieron ir donde les era prohibido, el sótano. El que propuso la idea fue Ventisca de Invierno, el cual se burlaba de Copo de Nieve, porque según él, era demasiado miedosa como para tomar riesgos de esa índole. Dado esto, ella eligió bajar al sótano con él, para mostrar su valentía a este.

El camino hasta el sótano fue algo tenebroso, las viejas escaleras de madera rechinaban a cada pequeño paso que efectuaban los pequeños animales, los cuales parecían haber olvidado sus diferencias y caminaban a la par temblando como hojas de papel.

Una vez abajo, la oscuridad se cernía sobre ellos. De no haber sido por su visión en la oscuridad no habrían podido vislumbrar nada de lo que allí se hallaba y lo más probable es que hallan acabado bajo unas cuantas cajas, que el eslavo guardaba allí.

La suerte no dura para siempre, y así ocurrió con ellos.

Estos se hallaban explorando el sótano cada uno por su lado, mientras olisqueanban los aromas presentes en ese lugar, los cuales eran extraños y poco reconocibles para ambos.

Mala fue la decisión de Ventisca de Invierno, al intentar trepar por una pila de cajas amontonadas, ya que al hacerlo terminó cayendo boca a bajo, dándose un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó inconsciente. Copo de Nieve al ver esto corrió a socorrerlo. Intentó despertarlo, pero se le hizo imposible, ya que el golpe había sido muy fuerte. En ese momento, pensó que nada podía ponerse peor, de todas formas esto no ocurrió como ella lo deseaba, ya que una horda de doce ratas hambrientas los rodearon con la intención de matarlos y saciar su indomable apetito.

Las ratas arquearon sus lomos, acercándose poco a poco a ellos dos. La pequeña hurón sintió pánico, ¿acaso iba a morir así, a manos de ratas hambrientas que parecían no haber probado bocado en semanas? No, no iba a permitir eso, más si tenía que defenderse sola lo haría, tal como su padre lo haría.

Dado a esto, este eligió una maniobra evasiva, corriendo en dirección a las ratas las cuales intentaron hacerle daño, pero rápidamente ella tomo la cola de una de ellas e utilizó a el roedor como un arma, ahuyentando a golpes limpios a todas sus compatriotas que le acompañaban.

En un momento dado, esta cayo al suelo, y las ratas se abalanzaron contra ella, pero para su suerte, el zorro gris, medio consiente de lo que pasaba, salto sobre los roedores sacándolas de allí a mordiscos, logrando así liberar a la hurón la cual ayudó a el contrario a correr a las ratas de allí, las cuales huyeron despavoridas.

Una vez logrado esto, ambos salieron rápidamente del sótano cerrando la puerta de este como pudieron, quedando en el suelo exhaustos sin poder moverse.

Estando en esa posición, la mascota del eslavo observó su compañera, mientras a su manera este le sonreía, procediendo a dedicarle algunas palabras en su ❝respectivo idioma animal❞.

— Te juzgue mal Copo de Nieve, eres una chica bastante valiente y tienes todo mi respeto. —

Dijo en su idioma a la hurón, el zorro gris, el cuál estaba arrepentido de sus acciones para con su compañera.

— Está bien, te perdono y gracias por ayudarme, ❝hermano❞. De no haber sido por ti, tal vez esas ratas me hubieran cenado. —

Respondió la hurón con una sonrisa en el rostro para luego acurrucarse en el suelo y quedarse dormida.

— No tienes nada que agradecerme, ❝hermana❞ —

Expresó el zorro para colocarse a su lado, y darle calor para que no sufriera frío, puesto que el clima del lugar era bastante frío.

Y desde ese día, ambos animales se llevaban como hermanos, y se cuidan uno a otro mutuamente. A pesar de ser de diferente especie, nunca se harían daño, porque no importa lo que sean, siempre tendrán el orgullo de llamarse hermanos.